viernes. 26.07.2024
Zona arqueológica del Caral

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Fue una sociedad compleja de la América precolombina, que se desarrolló aproximadamente entre los años 5.000 al 1.800 a. C. Se encuentra situada esta cultura y civilización en el área norcentral de Perú. 

  1. Periodos de desarrollo de la civilización del Caral
  2. Las distintas etapas
  3. Características generales
  4. Organización económica
  5. La pesca
  6. La agricultura
  7. La producción textil
  8. El comercio
  9. Su organización política
  10. El quechua 
  11. Su organización social
  12. Su arquitectura
  13. La escultura
  14. Los instrumentos de música
  15. La ornamentación personal
  16. Las matemáticas
  17. La astronomía
  18. Sistema de registro, los quipus
  19. La medicina
  20. La religión
  21. Fin de Caral

Se le considera como la más antigua civilización de América y uno de los seis focos o sitios donde la civilización se originó por separado en el mundo antiguo.

Esta civilización floreció a lo largo de los valles de tres ríos que recorren la provincia peruana de Barranca, situada al norte de Lima. Estos ríos son el Fortaleza, el Patiyilca y el Supe, y cada uno de los cuales cuenta con varios sitios o yacimientos arqueológicos de dicha época, siendo el de más antigüedad el sitio de Huaricanga en la zona de Fortaleza y data del año 3500 a. C.

Más al sur, en el valle del Huaura se encuentran también varios yacimientos. De todos esos valles destaca el de Supe, en donde en apenas 40 kilómetros desde el mar, se han identificado unos veinte asentamientos de esta civilización, siendo el de mayor dimensión y complejidad la llamada ciudad del Caral que da el nombre a esta civilización. Con las pruebas del radiocarbónico su cronología se sitúa hacia el año 2700 a. C. 

Debemos destaca también el sitio de Áspero, en la desembocadura del río Supe, que estuvo muy vinculada a la ciudad de Caral.

Los estudios rigurosos han demostrado que esta civilización fue contemporánea de otras civilizaciones primigenias del mundo, como las de Egipto, India, Sumeria o China, pero a diferencia de ellas, que intercambiaron sus logros, la civilización del Caral se desarrolló en completo aislamiento sin recibir los aportes de otras civilizaciones. 

La civilización de Caral es la más antigua de las civilizaciones prehispánicas en América, superando en edad a la cultura olmeca de Mesoamérica, que anteriormente era considerada como la más antigua civilización americana. 

Supera también en antigüedad a la cultura chavín cuya cronología es entre los años 1200 al 200 a. C., que durante mucho tiempo había sido considerado como la primera alta cultura o cultura madre del antiguo Perú.  

Actualmente, según todos los indicios, se puede afirmar que a partir de la civilización Caral se originó la civilización andina. 

Periodos de desarrollo de la civilización del Caral

La construcción de Caral se desarrolló a través de un largo periodo de casi mil años, en las que se sucedieron una serie de remodelaciones y superposiciones. Los arqueólogos han detectado seis fases en dicho proceso:

  • Inicio hacia el año 5000 a. C.
  • Primeras construcciones de mayor tamaño entre los años 3000 al 2600 a. C.
  • Una remodelación general y anexión de las plazas circulares entre los años 2600 al 2300 a. C.
  • Periodo tardío en el que se ampliaron los edificios públicos entre los años 2300 al 2200 a. C.
  • Pérdida de su importancia entre los años 2200 al 2100 a. C., al mismo tiempo que crece otro asentamiento en el valle bajo, llamado Era de Pando, de mayor tamaño que Caral.
  • Se abandona paulatinamente Caral y se procede a enterrar sus edificios entre los años 2100 al 1800 a. C.

En la cronología arqueológica, Caral es una cultura precerámica del Arcaico Tardío precolombino y carecía de cerámica, que suplía con otros materiales. Muestras de su arte son pequeñas estatuillas antropomorfas moldeadas en arcilla. 

Desarrollaron la música, pues se han hallado instrumentos musicales de huesos de aves como son flautas y quenas. Su logro más impresionante fue su arquitectura monumental, que incluía grandes pirámides de plataformas superpuestas y plazas circulares hundidas. 

El Altar del Fuego Sagrado en Caral
El Altar del Fuego Sagrado en Caral

Utilizaron técnicas constructivas como la de los shicras [1]. La evidencia arqueológica sugiere también que desarrollaron la tecnología textil, a base de fibra de algodón y de otros vegetales. Se presume que se requirió de un gobierno sofisticado para administrar todo ese ámbito territorial.

Los arqueólogos ya conocían los sitios antiguos del área de Caral desde al menos la década de los años 1940. Los primeros trabajos se realizaron en Áspero, en la zona costera donde desemboca el río Supe, un sitio identificado ya desde el año 1905. 

Se identificó el sitio de Chupacigarro en el año 1948, situado más hacia el interior del valle. A mediados de la década de los años 1990, la zona fue estudiada por un equipo de arqueólogos peruanos encabezados por Ruth Shady.

Este equipo enfocó su investigación en Chupacigarro Grande, cuyo nombre fue cambiado por el de Caral, y con sus trabajos proporcionó la primera documentación extensa de esta civilización, a la que denominaron Caral-Supe. 

Según la tesis de Shady y su equipo, el área de desarrollo e influencia de la civilización Caral, es la llamada área norcentral peruana o Norte Chico, con una extensión de 400 por 300 km. Se han identificado 25 asentamientos de esta civilización, cuyas extensiones van de 0,16 hectáreas hasta casi 80 hectáreas. 

Ocho de ellos son los de mayor tamaño, entre los que destaca nítidamente por su complejidad la ciudad sagrada de Caral, de la que deriva el nombre de la cultura. Fue, sin duda, la capital de la región. 

Los otros asentamientos con construcciones monumentales son Pueblo Nuevo, Cerro Colorado, Allpacoto y Llapta situado en la margen derecha del Supe y Lurihuasi, Miraya y Chupacigarro en la margen izquierda. 

En el litoral cercano a la desembocadura del Supe destaca Áspero, que fue según todos los indicios la ciudad pesquera de Caral.

Antes del descubrimiento de esta cultura, se conocía la existencia de diversos asentamientos precerámicos a lo largo de esa área norcentral peruana, a partir de los cuales se había planteado la existencia de organizaciones sociales de nivel jerárquico.

Las distintas etapas

Hay que distinguir los fechados radiocarbónicos obtenidos en la ciudad de Caral, el más antiguo de los cuales es del año 2700 a. C., aunque Shady menciona siempre el año 3000 a. C. como su mayor antigüedad.

Los datos obtenidos en otros yacimientos del Norte Chico, estudiados por el equipo de arqueólogos encabezados por Jonathan Haas, han arrojado fechados más antiguos, que llegan al año 3500 a. C., como es el caso del sitio de Huaricanga, en el valle de Fortaleza. El hallazgo de Caral cambió así los esquemas que hasta entonces se tenían sobre el surgimiento de las antiguas civilizaciones americanas. 

Características generales

Había sitios en lugares como Valdivia en Ecuador que ya se producía cerámica desde el año 4000 a. C. Sin embargo, en Caral no se utilizó, de de allí viene la denominación de precerámica, aunque la doctora Ruth Shady, su descubridora, prefiere hablar de acerámica, pues al disponer los antiguos pobladores de Caral de una gran cantidad de mates que usaban como recipientes, por lo que no necesitaban de la alfarería,

El logro más impactante de esta primera civilización fue la construcción de extensas ciudades, con edificios monumentales, construidos de una manera muy ingeniosa con piedra, barro y materiales vegetales, en cestos tejidos y cerrados con dimensiones y pesos muy variados, pero bastante homogéneos para facilitar las labores de acuerdo a la fortaleza física de sus albañiles y constructores. 

Las formas predominantes son las pirámides escalonadas, las plazas circulares o semicirculares hundidas en los frentes, con escaleras que daban acceso a la cima, donde se observan habitaciones y espacios para rituales y ceremoniales.

La arqueología muestra también una significativa producción agrícola de algodón para redes de pesca y prendas tejidas en técnica torzal [2], así como muy sofisticadas expresiones de arte musical en la confección de flautas con figuras incisas de animales míticos que sugieren un carácter religioso.

Las diferencias de tamaño entre los asentamientos y sus edificios evidencian jerarquía entre las poblaciones que los ocuparon, e incluso la existencia de una organización política que hizo posible su construcción.

El descubrimiento de Caral ha cambiado el foco de atención de las zonas altas de los Andes hacia la costa o la región litoral. La costa peruana aparece como un candidato improbable, incluso aberrante para el desarrollo de la civilización, comparado con otros centros mundiales pues es extremadamente árido.

Sin embargo, la región es cruzada por más de cincuenta ríos que transportan el agua de la cordillera, y el desarrollo de la irrigación extensiva a partir de estas fuentes parece ser decisivo en la emergencia de Caral-Supe. Todos los yacimientos de arquitectura monumental fueron hallados cerca de canales de irrigación.

La datación con radiocarbono realizado por Jonathan Haas y colaboradores halló que 10 de 95 muestras tomadas en las áreas de Pativilca y Fortaleza dieron fechas anteriores al 3500 a. C.. El más antiguo, está fechado en el año 9210 a. C., donde aparecen asentamientos humanos durante el Arcaico Temprano. 

A partir del año 3700 a. C. aparece una arquitectura comunal, pero parecen ser anómalas. Es a partir del año 3200 a. C. en adelante cuando aparecen claramente el asentamiento humano a gran escala y la construcción comunitaria. 

El arqueólogo Mann sugiere algún momento antes del 3200 a. C., y posiblemente antes del 3500 a. C. como fecha inicial del periodo formativo de Caral-Supe. Su trabajo plantea que la fecha más temprana asociada con certeza a una ciudad es el año 3500 a. C., en Huaricangas en el área norteña de Fortaleza, basado en las fechas de Hass.

Las fechas tempranas del tercer milenio de Haas sugieren que el desarrollo de sitios costeros e interiores ocurrió paralelamente. Entre el año 2500 al 2000 a. C., fue el período de mayor expansión, donde la población y el desarrollo cambiaron decisivamente hacia los lugares interiores, como Caral, aunque estos permanecieron dependientes de la pesca y recolección de mariscos de la costa. 

Panorama de Caral
Panorama de Caral
Una de las pirámides de Caral
Una de las pirámides de Caral

Estas fechas están en consonancia con las fechas de Shady en Caral, que muestran una plena habitabilidad entre los años 2627 al 2020 a. C.

Hacia el año 1800 a. C., la civilización Caral comenzó a declinar, lo que coincide con la aparición de centros más poderosos al sur y al norte, a lo largo de la costa, y al este dentro del cinturón de los Andes. 

Los caralinos abandonaron sus centros poblados, desconociéndose las razones, posiblemente se debió a catástrofes naturales, como terremotos y el fenómeno de El Niño, que colapsaron su economía agrícola, pero la continuidad de la civilización andina se mantuvo y siglos después surgió otra gran cultura peruana, la Chavín.

Se ha planteado que la ciudad del Caral fue sede de una comunidad formada por varios linajes y dirigida por los jefes o representantes de dichos linajes en donde uno de ellos sería el Curaca principal y los otros sus contrapartes. 

Los Curacas de estos linajes conducirían y organizarían la vida de los habitantes de las diversas ciudades y pueblos contemporáneos a Caral como Áspero, Allpacoto, Miraya, Kotosh y La Galgada entre otros. Todos ellos compartían una misma tradición y formaron una amplia y bien organizada red de reciprocidad e intercambio. Caral debió ser la cabeza de toda esta red.

El factor de integración social y cultural que mantuvo unidos a los habitantes del valle Caral-Supe debe haber sido la religión, que quizá se utilizó como un medio de cohesión y coerción. 

Restos de shicras en Caral
Restos de shicras en Caral

La religión en esa época fue la política del Estado para el control de la población, de la producción de bienes y su circulación. Esto está representado en los grandes monumentos de carácter religioso con las pirámides, con sus plazas, atrios y altares del fuego sagrado en donde se llevaron a cabo las diferentes festividades del calendario ceremonial, símbolo de su identidad cultural. 

Las periódicas reuniones y actividades conjuntas como la renovación de las pirámides permitían el reconocimiento del poder y fortalecían la identidad cultural. Parece ser que el arte y el comercio fueron utilizados de manera pródiga para mantener la producción económica de una manera activa y efectiva.

Organización económica

La sociedad de Caral formaba parte de una red de sitios que se extendían y articulaban a lo largo de la cuenca del río Supe. En esta red había asentamientos costeros y otros ubicados en zonas más altas, entre todos ellos se dio un intercambio de productos a través del comercio de trueque, siendo la ciudad de Caral el centro de toda esa red. Podemos deducir la importancia que alcanzó la especialización y la aparición de grupos especializados en determinadas actividades económicas.

Los Caral basaron su economía en la agricultura y la pesca en el litoral del océano Pacíficoen el denominado puerto Supe.

La pesca

La extracción de productos marinos como el pescado y el marisco fue la principal proveedora de proteínas para la población. Se desarrolló principalmente en la localidad costera de Áspero, desde donde se surtía el producto marino hacia todos los asentamientos del valle. 

Pirámides de Caral
Pirámides de Caral

Se desarrollaron técnicas de pesca en Áspero, consistentes en el uso de anzuelos, cordeles, embarcaciones y redes de fibra de algodón con flotadores hechos de mates y pesos confeccionados con piedras anudadas.

Se vislumbra la importancia de esta actividad por la cantidad de restos de especies marinas hallados en la ciudad de Caral. 

Destaca la presencia abundante de la anchoveta. Capturaron sardina, jurel, lorna, corvina, cabinza, pejerrey, bonito, róbalo, coco, cachema, machete, tollo y recolectaron machas, choros, almejas y conchas de abanico. También se han encontrado restos de ballena azul y tiburón blanco.

La agricultura

Los hombres de Caral desarrollaron una agricultura intensiva en el valle de Supe. Emplearon herramientas sencillas como palos y astas para cavar. Construyeron también canales de riego muy simples que llevaban el agua del río hacia los campos de cultivo. 

Las plantas alimenticias que cultivaron fueron, mate o calabaza, achira, pacae, pajuro, maní, ají, guayaba, lúcuma, papa, pallar, camote, frijol, palta y maíz. Y de especial importancia fue el cultivo del algodón, cuya fibra aprovecharon en gran escala.

Las evidencias halladas indican que hubo grupos especializados en mejorar las especies y el rendimiento de los cultivos alimenticios e industriales. Mediante la experimentación y la manipulación genética de las diversas variedades de plantas, se produjeron semillas mejoradas.

Restos de Caral
Restos de Caral

Ello permitió la producción de plantas con frutos de mejor calidad y tamaño, y más resistentes a las plagas. Debemos saber que el algodón pasó por un proceso de mejoramiento genético para lograr una fibra más larga, variedad de colores como el pardo, el marrón, la crema y el beige y consiguieron también un mayor rendimiento.

La producción textil

El desarrollo que alcanzó el textil se evidencia por el hallazgo de cantidad de semillas y motas de algodón. Con las fibras de este producto se tejían los vestidos, que eran piezas llanas, sin decoración. Se empleaba la técnica del entrelazado y el torzal. 

También elaboraron calzado, bolsas, sogas, redes de pescar, cordeles, etc. Conjuntamente con la fibra de algodón se usaron las de otros vegetales, como totora, junco, cabuya, etc.

El comercio

El desarrollo de rutas comerciales a pesar de centrarse lejos de otras civilizaciones demuestra sus capacidades para intercambiar y ellos aprendieron a valorar las conexiones que lograron hacer. La gente de Caral impresionantemente creó una fundación para organizarse mutuamente sin ningún precedente.

Los pobladores intercambiaban su producto mediante el trueque. Los del litoral, proporcionaban sus productos extraídos del mar como era el pescado y el mariscos, los de los valles costeños, algodón y frutas, y los de las zonas altas, sus productos agrícolas y de pastoreo. El centro de toda esa red era indudablemente la Ciudad Sagrada de Caral.

Una vista del valle de Supe, sede de la civilización caral
Una vista del valle de Supe, sede de la civilización caral

Es evidente que dicha red se prolongó a lugares más lejanos, pues en la zona de Caral-Supe se han hallado productos de la sierra como palos de lloque [3], plumas de cóndor, de la selva el congompe [4], pieles de primates, plumas de aves y la costa ecuatorial el spondylus [5]. No solo intercambiaron productos materiales sino también conocimientos y elementos culturales.

Su organización política

Cada asentamiento estaría representado por una autoridad o curaca [6], además de los principales de sus ayllus [7] o grupos de familias; lo que constituiría el germen de una forma de gobierno que habría de prolongarse milenariamente en todas las sociedades andinas. 

La clase dirigente se conformaba con recibir la tributación de los habitantes, tanto en bienes como en prestación de servicios.

El quechua 

El idioma quechua, tiene raíces en la cultura Caral y su gente en el Valle de Supe. El quechua durante este periodo, llamado el proto quechua, se utilizaba para comunicarse con la gente de la región y se extendió mediante las actividades sociales. 

El idioma perduró y desarrolló hasta que los Incas lo adaptaron y se hizo conocido como un símbolo del imperio Inca. Este sistema de escritura, con su uso de cuerdas de varios colores, se utiliza para recordar historias, noticias, cuentos e información importante. Se compara su manera de escritura con la jeroglífica o el cuneiforme que fue predominante en Egipto y Mesopotamia, pero únicamente Caral pudo evolucionar su propio sistema aislado de otras civilizaciones. 

Su organización social

Los cálculos más conservadores estiman que la ciudad sagrada de Caral albergó de 1.000 a 3.000 habitantes.

La jerarquía del pueblo Caral creó un sentido transparente de clases sociales en el que los pobladores estaban claramente distinguidos con autoridades sociales, políticas y religiosas a cargo. 

Se ha determinado que existía una gran diferenciación social, donde la población se dividía en clases sociales, cada una de las cuales cumplían determinadas funciones y estaban organizadas de manera jerárquica. 

Vértebras de ballena azul usadas como asientos
Vértebras de ballena azul usadas como asientos

La desigualdad se generó principalmente entre los pescadores y los agricultores quienes vivían más lejos del centro urbano y se veían obligados a realizar todo el trabajo para sostener a la comunidad. 

Unos grupos se encargaban de la planificación y la toma de decisiones como eran los gobernantes y los sacerdotes, y otros de las tareas manuales, como la pesca, la construcción, la agricultura, etc.

Vamos a ver como era su arte en sus distintos componentes.

Caral fue un complejo urbano formado por distintas construcciones. Carece de recinto amurallado y se encuentra ubicado sobre una terraza que lo protegía de posibles desastres naturales.

Su arquitectura

La arquitectura de Caral se reconoce por sus monumentales pirámides alrededor de una plataforma central. Su distribución destaca por tener siete grandes pirámides rodeadas por otros monumentos más pequeños en sus dos sectores: el sector alto y el sector bajo. 

Vértebras de ballena azul usadas como asientos

Tienen un carácter religioso por ser conocidas como monumentos sagrados los cuales simbolizan el conjunto de poder y la identidad cultural. Construyeron sus pirámides como plataformas superpuestas para ganar más altura. Las cimas de las pirámides tenían una importancia especial por su proximidad al cielo y a los dioses, y es donde se ubicaban los sacerdotes y otras figuras importantes. 

Sus edificios principales son pirámides escalonadas o templos, hechas a base de adobe y piedra. Como elementos complementarios, se usaban troncos y fibras vegetales. Son estructuras de diverso tamaño. 

El más imponente, tanto en altura como en volumen, es el llamado Edificio Piramidal Mayor o simplemente la Pirámide Mayor de Caral.

Las paredes de la estructura piramidal están enlucidas con barro y pintadas de blanco o amarillo claro, y, raramente, de rojo. Cada edificio tenía una escalera central que conducía hacia la parte superior, donde se hallaban varios cuartos. 

En el cuarto principal había plataformas bajas ubicadas en dos o tres de sus lados, y en el centro, un fogón compuesto por un hoyo en el suelo, recubierto con barro. Los indicios indican que el fogón tenía una función ritual; y donde se quemarían diversos alimentos como ofrendas.

Los constructores de Caral usaban la técnica de las shicras, bolsas hechas con fibras vegetales y llenas de bloques de piedra, con las que rellenaban las plataformas de los templos, colocándolas ligeramente separadas. 

Imagen del Caral desde satélite
Imagen del Caral desde satélite

De esa manera lograban estabilidad en las estructuras. Al ocurrir un fuerte sismo o terremoto, ese núcleo de shicras, que hacía de base del edificio cuando se movía con la vibración, pero de manera limitada, pues las piedras eran contenidas en las bolsas. Luego, las shicras se reacomodaban encontrando un nuevo punto de estabilidad. Las shicras tenían pues, una función antisísmica.

En Caral nació la técnica utilizada en dos de las estructuras incas más importantes y resultó valiosa por su durabilidad y su fortaleza a lo largo del tiempo. La mudanza y transportación de las rocas resultaron útiles en cómo escogieron los bloques necesarios para crear su impresionante arquitectura. 

Existen unas viviendas para el uso residencial en los que su diseño fue cuidadosamente construido para considerar las diferentes clases sociales de las personas. Este centro urbano de la gente de Caral que incluía una terraza para proteger a su gente inició las ideas que los incas utilizaron para crear sus edificios inexplicablemente creativos.

La ciudad consta de varios sectores residenciales, que se dividen en conjuntos residenciales multifuncionales y en las residencias de los funcionarios anexas a los edificios públicos.

La escultura

No se desarrolló la técnica alfarera en el Caral. Los caralinos no necesitaban de cerámica pues contaban con mates de calabaza como recipientes, cucharas talladas en madera y platos tallados en piedra.

Aunque si modelaban pequeños ídolos antropomorfos en arcilla, dejándolos secar al sol. Estas estatuillas, que representan figuras masculinas y femeninas, se han encontrado fragmentadas y formarían parte de rituales relacionados con la renovación de los edificios y el culto de la fertilidad. A base de estas representaciones se puede visualizar como era la vestimenta, el tocado y el peinado de los habitantes de Caral.

Se modelaban pequeños ídolos antropomorfos en arcilla, dejándolos secar al sol. Estas estatuillas, que representan figuras masculinas y femeninas, se han encontrado fragmentadas y formarían parte de rituales relacionados con la renovación de los edificios y el culto de la fertilidad. A base de estas representaciones se puede inferir la vestimenta, el tocado y el peinado de los habitantes de Caral.

Los instrumentos de música

Se descubrieron tres conjuntos musicales conformados por instrumentos de viento:

  • Un conjunto de 38 treinta y ocho cornetas, hechas de huesos de huanaco y venado.
  • Un conjunto de treinta y dos flautas traversas, de huesos de cóndor y pelícano, con diseños zoomorfos.
  • Un conjunto de cuatro antaras que eran flauta de pan, de carrizo e hilos de algodón.

Este descubrimiento sugiere la práctica musical colectiva, así como una organización compleja de la sociedad de Caral. Posiblemente, la música acompañaba a las prácticas rituales y sociales.

La ornamentación personal

Los caralinos se adornaban con collares de cuentas y dijes elaborados con conchas marinas para eso utilizaban elementos como el choro y el mullu o spondylus, huesos de animales marinos, piedras semipreciosas, minerales como la crisocola, andesita y rodocrosita. 

Muchos de estos productos eran traídos desde regiones lejanas. Las conchas eran alisadas, pulidas, y algunas veces grabadas con diseños sencillos, como la espiral. Otros collares tenían plumas amarradas con hilos de algodón.

Vamos a conocer ahora su desarrollo científico en varios ámbitos.

Las matemáticas

Es evidente que contaron con conocimientos de aritmética y geometría, necesarios para el diseño y construcción de sus edificios.

La pirámide menor del Caral
La pirámide menor del Caral

La astronomía

Se han encontrado evidencias de que los habitantes de Caral contaban con conocimientos de astronomía, que aplicaban en la elaboración del calendario, relacionado con la celebración de festividades y otras actividades económicas, religiosas y cívicas. 

Dichos conocimientos los aplicaron también en la orientación de los edificios públicos. Se han hallado, por ejemplo, geoglifos [8] y líneas esparcidos en las planicies desérticas, al lado de piedras talladas dispersas; así como un recinto subterráneo originalmente techado, que parece ser un observatorio. 

Es de destacar también un monolito o huanca [9] hincado en el suelo de una plaza pública, que habría sido un instrumento de observación astronómica.

Huanca en la quebrada Uquián
Huanca en la quebrada Uquián

Sistema de registro, los quipus

El quipu es el conjunto de cuerdas que funciona como sistema de registro de información del imperio Inca en verdad se puede conectar a la gente de Caral. 

Se ha hallado un resto textil en la pirámide La Galería que ha sido interpretado como un quipu, que es el conjunto de hilos con nudos que los incas utilizaban como instrumento mnemotécnico, que se utilizaba como medio de conservación de información estadística o mensajes para comunicarse. 

Sería pues, el más antiguo quipu hallado en el Perú y evidenciaría la antigüedad milenaria de su uso. Corroborando el uso del quipu en Caral, se descubrieron representaciones pictóricas de dichos objetos sobre tres bloques líticos de las plataformas de la pirámide Menor de Caral.

La medicina

El conocimiento médico está evidenciado por la presencia recurrente de plantas medicinales, muchas de ellas halladas en contextos funerarios. Son numerosos los paquetes de tallos y hojas de sauce, usado contra los dolores de cabeza. Este es el árbol que contiene el principio activo de la aspirina.

La religión

La religión fue un factor de integración social y cultural que mantuvo unidos a los habitantes del valle Caral-Supe. La clase dirigente debió ser la mediadora entre el grupo social que representaba y el poder sobrenatural de los ancestros y dioses.

La religión fue la fuerza que movió a la gente con cohesión y unidad en lugar de un estado militar engendrado del miedo. Las autoridades o aquellos con más poder a menudo se asociaban con sus capacidades para conectarse con los dioses y facilitaban ceremonias y rituales de acuerdo con las creencias del pueblo.

Por la monumentalidad de sus templos o pirámides escalonadas, la Ciudad Sagrada de Caral debió ser el centro religioso de esta civilización. Allí debía afluir gente venida de otros sitios del valle, e incluso de regiones más lejanas, para participar de las ceremonias rituales. 

Estas tendrían como centro los fogones de los templos, donde se quemaban ofrendas, que consistían sobre todo en alimentos como peces y moluscos, algodón, cuarzo, mechones de cabello y otros objetos. 

También se enterraban con carácter votivo estatuillas de arcilla previamente rotas, y conglomerados de vegetales.

Fin de Caral

Todos los asentamientos de la cultura del Caral en el valle de Supe fueron abandonados hacia el año 1800 a.C. Se ignora las razones exactas, pero se presume que fue a consecuencia de eventos naturales, como terremotos y el fenómeno de El Niño, que obligaron a los pobladores a emigrar a otros lugares.

Pirámide Mayor de Caral, imagen aérea tomada desde el satélite Perusat-1
Pirámide Mayor de Caral, imagen aérea tomada desde el satélite Perusat-1

Se han hallado indicios de fuerte actividad sísmica en diversos templos monumentales, como en la Huaca de Sacrificios de Áspero y el Templo Piramidal Mayor de Caral. 

Muestran grandes grietas y desniveles entre los pisos que posteriormente fueron cubiertos por nuevas construcciones. Esos sismos debieron ser de una magnitud de 7 a 8 grados en la escala de Richter.

Sin embargo, lo que más afectó fue uno o varios eventos catastróficos de El Niño, caracterizados por lluvias torrenciales y desbordes de ríos, que causarían sin duda un gran colapso en la economía agrícola, al quedar convertidas en ciénagas y pantanos las zonas dedicadas al cultivo. 

También los vientos inusitados de El Niño ocasionarían grandes tormentas de arena que cubrirían los campos de cultivo del valle de Supe.

Los pobladores se verían así obligados a emigrar a otros lugares donde construyeron sin duda nuevos asentamientos y aplicaron sus tecnologías. Coincidentemente, surgieron por esa época otros templos y centros administrativos en los valles costeros cercanos a Caral, así como más al norte y en la sierra. 


Bibliografía

Carlotto Caillaux, Víctor Santiago; Shady Solís, Ruth; Manosalva Peña Daysi; Velarde Loayza, Karint Teresa; Pari Pinto, Walter. “Geología de la Ciudad Sagrada de Caral”. 2011. INGEMMET. Boletín, Serie I: Patrimonio y Geoturismo.
Ikehara, Hugo; Rodríguez, Gonzalo; Guerrero, Ricardo; Pease, María Elena. “Culturas antiguas del Perú: Chavín. Un gran centro ceremonial andino”. 2015. Editorial Septiembre S.A.C. Lima.
Kaulicke, Peter; Castro Pérez, Raúl. “El Perú Antiguo I (9000 a.C-200 a.C.). “Los períodos arcaico y formativo”. 2010. Empresa Editora El Comercio S.A. Lima.
Rodríguez, Gonzalo: Guerrero, Ricardo; Pease, María Elena. “Culturas antiguas del Perú: Caral. Hacia la primera civilización de América”. 2015. Editorial Septiembre. Lima.
Shady, Ruth. “Caral-Supe, la civilización más antigua de América”. 2006. Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe / Instituto Nacional de Cultura. Lima.
Shady, Ruth; Cáceda, Daniel. “Áspero, la ciudad pesquera de la civilización Caral”. 2008. Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe / Instituto Nacional de Cultura. Lima.
Shady, Ruth; Cáceda, Daniel; Crispín, Aldemar; Machacuay, Marco; Novoa, Pedro; Quispe, Edna (2009). “Caral. La civilización más antigua de las Américas: 15 años develando su historia”. 2009. Zona Arqueológica Caral-Supe / Ministerio de Cultura del Perú. Lima.


[1] Es una antigua técnica constructiva desarrollada por la civilización del Caral que permitía construir viviendas antisísmicas.
[2] Técnica estructural que utiliza tramas pares envolviendo entre ellas los hilos de urdimbre. También llamada encordelado y apareado.
[3] Árbol semicaducifolio densamente ramificado con corteza escamosa, erguido, copa medio abierta y raíz profunda, llega a medir hasta 5 m. En algunas ocasiones se presenta como árbol recto de un solo tronco y alcanza hasta 10 metros. 
[4] Especie distribuida por toda la cuenca amazónica. Es un caracol de tamaño grande que puede superar los 15 centímetros de longitud. Es de hábitos terrestres, vive en el interior del bosque, entre la hojarasca y la vegetación arbustiva. Presenta un caparazón alargado en forma de cono, de consistencia dura y gruesa, de color variable, del gris oscuro al pardo claro. Su carne es apreciada por los pobladores locales. Como todos los caracoles es hermafrodita.
[5] Spondylus es un género de moluscos de la familia Spondylidae que se encuentra en el Océano Pacífico, desde el Golfo de California hasta el Golfo de Guayaquil. Tuvo importancia en la historia prehispánica debido a su comercio intenso y su relación con los cambios en las corrientes marinas, razón por la cual era un objeto muy valorado y se convirtió en parte de los rituales religiosos aborígenes.
[6] El curaca era el jefe político y administrativo en el mundo andino precolombino, en varios niveles jerárquicos
[7] Es una forma tradicional de comunidad social originaria de la región andina, especialmente entre Quechuas y Aymaras. El aillu era un grupo de familias que se consideraba de un descendiente de un lejano antepasado común,3​ con un territorio con límites precisos.
[8] Los geoglifos son figuras dibujadas en laderas de cerros o en planicies, usando la técnica de adición de piedras con tonalidades oscuras de origen volcánico a manera de mosaico, para contrastar sobre un fondo más claro característico de los desiertos o retirando la capa superficial del terreno, generalmente más oscura debido a la oxidación, para dejar visible el fondo más claro.
[9] Es una piedra vertical alargada considerada sagrada y con múltiples simbolismos en la cosmovisión andina. Por lo mismo, las huancas eran objeto de culto y se les dedicaban rituales y ofrendas. Esta piedra colocada en la parte más alta de una chacra se denomina chacrayoc;

La civilización y cultura desaparecida del caral