miércoles. 24.07.2024

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En “Rocanroll, la vida es un…”Walter C. Medina construye un mundo propio, con personajes entrañables y excéntricos a los que les suceden cosas extrañas y a la vez divertidísimas. A través de la odisea de un hombre “normal” que se ve envuelto en peripecias de lo más rocambolescas, Walter C. Medina ha encontrado un tono y un ritmo propios que tensan los frágiles hilos que unen a la risa con el llanto, a la felicidad con la más profunda de las amarguras. En clave de humor (en ocasiones negrísimo), “Rocanroll, la vida es un…” ahonda en el absurdo de la existencia, expone el sinsentido de los mandatos sociales; le quita seriedad a realidades que suelen presentarse como un desafío.

“Rocanroll, la vida es un” es la sexta ficción de humor del periodista y escritor argentino Walter C. Medina

Tal como describe Arturo Serrano en la contraportada de la novela (publicada por Quequén Casa Editora. Argentina) “La invitación es a dar apenas un par de pasos luego de los cuales nos veremos dentro de una trama fascinante, angustiante y humorística al mismo tiempo. En principio pensamos que tal vez estemos por pisar el suelo firme -y frecuentado ya- de los estereotipos del rock. Del rock como un significante infinito, de ese rock que -citando a Pedro SaboridoEs la idea del absolutoEl rock es esto o el rock es esto otro; o el rock ya no es lo que era. El problema es que yo no soy el que era, dando pie a lo que el paso del tiempo y de los años constituyen a una parte central de la novela. Y al caer en esa trampa somos precipitados en realidad a sus mundos subterráneos: de artífices y artistas fallidos o falsos, de cronistas a medio camino, de sabios monolguistas de ginebra y cocaína, de chamuyeros y comerciantes sin negocio. 

En clave de humor (en ocasiones negrísimo), “Rocanroll, la vida es un…” ahonda en el absurdo de la existencia, expone el sinsentido de los mandatos sociales

La perspectiva del narrador protagonista en la figura de Fuentes funciona con una potencia abrumadora que puede asociarse al esperpento y a la ironía de un Juan Filloy, como a la fuerza arltiana de un grito hacia la existencia. Precisamente por momentos del relato -casi como en Roberto Arlt- el fracaso ilumina cierta magia de la vida, solamente revelada a los imposibilitados de aprovecharla. Al mismo tiempo su actualidad: con flechazos disparados hacia la crueldad ultra contemporánea de contextos sociales y culturales que navegan hacia la atrocidad, y que pueden reflejarse aun en el diario de mañana. Guiños, indicios, señales inter y extra textuales hacia generaciones atravesadas por fenómenos culturales, políticos y periodísticos, solo agregan potencia de fuego a esta historia indetenible, perfectamente bizarra que –entre sus tantos instantes cinematográficos- parece revivir (de nuevo pensando en Arlt) ese reclamo y a la vez denuncia que en El Juguete Rabioso sentencia “Dios es la alegría de vivir”. 

El desafío es dejarse marear por esta redacción empedernida cuya poética esconde el extrañamiento que conduce a preguntarse en qué absurdo sueño consiste nuestra existencia; y acaso sonreír ante la imposibilidad de una respuesta.


Arturo Serrano | Director de la Biblioteca de Autores Locales de la Ciudad de Necochea (Secretaría de Cultura). Buenos Aires. Argentina

¿Acaso es la vida un Rocanroll?