martes. 23.07.2024

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Nació en Anglés pueblo de la provincia de Girona, el dieciséis de diciembre del año 1908. Su primera infancia transcurrió en su pueblo pero a la edad de los nueve años se traslado a Madrid donde su familia trasladó su residencia.

  1. Periodo 1924 - 1941
  2. La II Guerra Mundial y exilio
  3. Etapa mexicana
  4. Su obra

Su padre era Rodrigo Varo y Zejalvo, que era un ingeniero librepensador estudioso de la lengua esperanto, y muy preocupado por las cuestiones sociales y amante de la mineralogía, siendo su origen del pueblo de Cabra.

Su madre era Ignacia Uranga y Bergareche, que era nacida en Argentina y su origen era de padres vascos. Remedios era la segunda de tres hermanos, siendo los otros dos varones, Rodrigo y Luis.

María de los Remedios Alicia Rodriga Varo y Uranga llevó su nombre más popular, Remedios, debido al nombre de la patrona de la localidad gerundense de Anglés que es la Virgen de los Remedios a la que su madre veneraba, ya que era muy religiosa, y a la que se encomendó prometiendo ponerle el nombre de la patrona si el parto iba bien, dado que había perdido anteriormente a dos hijos a causa del tifus.

Remedios tuvo una vida enfermiza con problemas cardíacos y mostró desde pequeña una natural inclinación por la pintura.

La influencia de Anglés en la obra de Varo se debe a la implicación del padre de Remedios en la vida local que le llevó a ser uno de los fundadores de la Cooperativa Local Anglesense de signo esperantista “Libera Popolo”.

A los ocho años, después de que su familia se trasladara a Madrid, María fue enviada a una estricta escuela católica para niñas, donde se evadió con libros de aventuras de Julio Verne y Alejandro Dumas.

Las rígidas rutinas escolares con sesiones de oración, confesiones, costura en grupo y cosas por el estilo, la impresionaron tanto que servirían de base para algunas de sus obras más famosas “Bordando el manto terrestre”.

Varo pintó sus primeros cuadros a los doce años. Un cuaderno de bocetos con retratos de miembros de su familia demostró su habilidad para captar el parecido. A los quince años fue aceptada en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, donde habían estudiado Pablo Picasso y Salvador Dalí. Se graduó en el año 1930.

Empieza pintando cuadros que reflejan la vida de Anglés. El cuadro “Icono” del año 1945, donde se refleja el perfil de la montaña de Santa Bárbara en Anglés; “Homo Rodans”, del año 1959, con la típica rueda de los canales de riego de Anglés o “El Alquimista”, del año 1955, donde aparece el típico taburete de tres patas de tejedora, así como el suelo de las típicas entradas noble de las casas de la calle Mayor de Anglés donde vivió su infancia.

La profesión de Rodrigo Varo obligó a la familia a desplazar su residencia. Primero al Marruecos español y en el año 1917 a Madrid, donde Remedios recibió una instrucción básica en colegios católicos y posteriormente se formó artísticamente.

Ahora vamos a ver las distintas etapas de su vida y obra.

Periodo 1924 - 1941

A los quince años, alentada por su padre, ingresó en la Academia de San Fernando convirtiéndose en una de las primeras mujeres estudiantes de la academia. En este periodo compartió tertulias y vivencias en la Residencia de Estudiantes con personajes como García Lorca y Dalí.

Participó en una exposición colectiva organizada por la Unión de Dibujantes de Madrid en el año 1930 y ese mismo año, al finalizar sus estudios, se casó el seis de septiembre con un compañero de la Academia, Gerardo Lizarraga, en la iglesia de San Vicente de San Sebastián y se establecieron en la capital francesa París durante un año.

Retornó a España en el año 1932y se estableció en la Barcelona republicana, en el barrio de Gracia, donde tenía su casa y su estudio, en la plaza de Lesseps, desarrollando su trabajo también como dibujante publicitaria. Vivió intensamente el clima político libertario y creativo de Barcelona.

Compartió el estudio con el también pintor surrealista Esteban Francés en el año 1935, quien la introdujo en el círculo surrealista de André Breton. Ese mismo año, rompería su relación sentimental con Gerardo Lizárraga. En el mes de julio del año 1935, Marcel Jean llegó a Barcelona con Óscar Domínguez.

Todos ellos realizaron preciosos cadáveres exquisitos, dibujos colectivos empezados por un participante del juego, tapados y continuados por el siguiente jugador dando como resultado collages sorprendentes. El mismo año expuso sus dibujos en Madrid junto con Josep Lluis Florit y entre sus pinturas se encuentra el cuadro “Composición”.

Se integró en el grupo surrealista catalán Logicofobista, que pretendía representar los estados mentales internos del alma, utilizando formas sugerentes de tales estados. Durante su colaboración con este grupo, Remedios Varo pintó “L’Agent Double”, obra que anticiparía su estilo personal.

Participó en una histórica exposición Logicofobista de la librería Catalònia de Barcelona en mayo del año 1936. Durante guerra civil española, se posicionó del lado de la II República.

En este período y durante su apoyo activo a los republicanos, conoció en el año1936 al poeta surrealista francés, Benjamín Péret, afiliado al POUM, que llegó a Barcelona para luchar en la guerra y considerado en las crónicas de la vida de la artista como su gran amor.

Péret y Remedios huyeron a Francia en el año 1937, aunque lo hicieron por separado, siendo ella acompañada por Esteban Francés, pisando España por última vez, y reuniéndose con su pareja en París, residiendo por segunda vez en la capital francesa, donde ambos permanecieron hasta la invasión nazi del año 1941.

Señala Isabel Navarro que a Remedios “Le encantaba unirse a los bohemios surrealistas para fotografiarse vestida de torero, vender pasteles en la calle o mandar cartas a desconocidos cuyos nombres elegía al azar en el listín telefónico, uno de sus “actos surrealistas” favoritos.

Participó en la Exposición Internacional del Surrealismo en Tokio en el año 1937, y su obra “Le desir” del año 1935, que fue reproducida en el número 10ª de la revista surrealista de Francia Minotaure.

Asimismo, participaría en las exposiciones de París y Ámsterdam. Colaboró en viñetas para el “Diccionnaire abrégé du surréalisme” y varias de sus obras se reprodujeron en las revistas “Trajectoire du Rêve y Visage du Monde”. Realizó las tareas de locutora, traductora de conferencias para latinoamericanos.

La II Guerra Mundial y exilio

Su marido Péret fue encarcelado por negarse a participar en la II Guerra Mundial mientras que las tropas nazis invadían París. Remedios también fue encarcelada, aunque nunca quiso hablar del asunto.

Fue puesta en libertad y marchó con un grupo de amigos a la Francia de Vichy, primero a Canet-Plage, para más tarde trasladarse a Marsella, donde convivía con más artistas e intelectuales refugiados, en la Villa Air-Bel, mientras esperaban un visado para salir del país.

Gracias a Varian Fry, perteneciente al Comité de Salvamento de Urgencia, ubicado en Nueva York y que facilitaba la salida de artistas e intelectuales, en octubre del año 1941 consiguieron llegar hasta la ciudad de Casablanca en Marruecos.

Permaneció un mes en el país magrebí, ya que el veinte de noviembre del año 1941 partieron hacia México a bordo del barco Serpa Pinto, llegando en diciembre, donde gracias a la política del presidente Lázaro Cárdenas de acogida de refugiados políticos, pudieron desarrollar una actividad laboral.

Hasta su exilio definitivo causado por la invasión nazi de París durante la II Guerra Mundial, destacaba por el empleo de una figuración con tintes escabrosos. Posteriormente pintara con una iconografía más cercana al terreno de lo fabuloso y ahí incluye la alquimia y el esoterismo.

Etapa mexicana

En la Exposición Internacional del Surrealismo en México del año 1940, se había ya exhibido uno de sus cuadros llamado “Recuerdo de la Walkyria”. Ya establecidos en México, Péret y Remedios se integraron en un círculo de amigos y artistas entre los que se encontraban César Moro, Esteban Francés, Gerardo Lizarraga, Leonora Carrington, Octavio Paz y Eva Sulzer, quien fue una importante mecenas de los artistas exiliados.

Durante la década del año 1940, Remedios realizó diferentes trabajos artesanales, de decoración y publicidad entre los que se encuentran una colaboración con Marc Chagall en el vestuario para el ballet Aleki que se estrenó en el Palacio de Bellas Artes.

El diez de mayo del año 1946 se casó por lo civil con Péret en Cholula estado de Puebla, para obtener un pasaporte con el que viajar por Sudamérica.

Se separó de Benjamin Péret en el año 1947, quien retornó a París, aunque Varo mantuvo el contacto con el poeta apoyándolo económicamente y acompañándolo en su lecho de muerte en el año 1959.

Gracias a sus contactos anteriores y a sus actividades en México, Remedios partió ese año a Venezuela, donde realizó estudios microscópicos de mosquitos como parte de la campaña de salubridad antipalúdica, donde además pudo reencontrarse con su madre y su hermano Rodrigo, que trabajaba como médico en el país.

En Venezuela, además de su trabajo de ilustradora entomológica, pudo continuar enviando carteles publicitarios para Bayer, así como trabajar un corto lapso para el instituto de malariología [1] venezolano.

Regresó a México en el año 1949, donde continuó con su labor de ilustradora publicitaria. Se casó de nuevo, esta vez con el político refugiado austriaco Walter Gruen en el año 1952, devoto de su obra, que la convenció para que se dedicase exclusivamente a la pintura y le proporcionó la estabilidad, y con quien permaneció hasta su fallecimiento.

Presentó al público sus trabajos en el año 1955 en una primera exposición colectiva, en la galería Diana de la ciudad de México, seguida al año siguiente de una exposición individual.

Remedio Varo que ya tenía más de cuarenta años, dio el salto a la fama con una exposición colectiva en el año 1955, en la que mostraba cuadros que trataban del subconsciente, lo místico y lo metafísico. Muchas veces, la protagonista se parecía a Remedios.

Durante su estancia en México, conoció a artistas como Frida Kahlo y Diego Rivera, pero estableció nexos de amistad más fuertes con otros intelectuales en el exilio, en particular con la también pintora surrealista británica Leonora Carrington. Su amistad será fundamental para ambas tanto en la obra pintada como la escrita.

Destacó durante la época del muralismo mexicano, no como muralista sino con sus pinturas exhibidas en diversas instituciones mexicanas, entre ellas en el Instituto Nacional de Cardiología, donde se exhibe la pintura “Retrato del Dr. Chávez” del año 1957, en homenaje al médico mexicano, Ignacio Chávez, cardiólogo de la pintora.

La vida de Remedios se vio rodeada de misticismo, sus temas de interés iban desde la teoría psicoanalítica hasta la alquimia, tal como se expresa en múltiples cuadros suyos.

Un servicio al que tuvo acceso fue a la práctica del psicoanálisis, de hecho, el misticismo en sus pinturas estaba influido por el psicoanálisis de Sigmund Freud, Carl Jung y Alfred Adler. Resulta claramente visible en el cuadro “Mujer saliendo del psicoanalista” del año 1960, del cual, en una carta a su hermano menciona lo siguiente:

Esta señora que sale del psicoanalista arrojando a un pozo la cabeza de su padre como es correcto hacer al salir del psicoanalista. Lleva otros desperdicios psicológicos en el cesto: un reloj, símbolo del temor de llegar tarde, etcétera. El doctor se llama Dr. FJA (Freud, Jung, Adler).

Hasta el final de su vida no consiguió vivir de la pintura. Siempre realizó trabajos artísticos de supervivencia, sobre todo como ilustradora publicitaria. También pintó instrumentos musicales y muebles; realizó los decorados de la película “La aldea maldita”, del director Florián Rey. Falsificó por encargo cuadros de Giorgio de Chirico y diseñó trajes y tocados para teatro y ballet junto a Leonora Carrington y Marc Chagall.

Estando ya estable en México desarrollaría en su totalidad el estilo y la personalidad artística con los que alcanza el reconocimiento al conjunto de su trabajo pictórico tanto en tierra latinoamericana como en Estados Unidos.

Este periodo supones la consagración y la llegada del éxito artístico y económico, que se vieron acabados pro la muerte de Remedios en plena madurez. Dejó de tras de sí una obra de gran narrativa y pureza, con un trabajo minucioso lleno de diversidad temática y logrando llevar al surrealismo a una de sus más elevadas manifestaciones.

Falleció el ocho de octubre del año 1963 en la Ciudad de México de un infarto de miocardio. En su estudio se encontraba la última obra que pintó, “Naturaleza muerta” y el boceto del que sería su siguiente cuadro, “Música del bosque”. Fue enterrada en el Panteón Jardín.

A su muerte, André Breton escribió: “El surrealismo reclama toda la obra de una hechicera que se fue demasiado pronto”.

Su obra

Remedios Varo está considerada una artista de la alquimia dedicada a hacer revivir mundos que en su pintura surgen de los cuentos de hadas del inconsciente. Destaca su precisión en pinceladas únicas y la forma de diluir la pintura para conseguir un efecto de capas brillantes, es más que magistral.

Remedios siempre pintaba con una buena proporción y escala, y hacía bocetos preliminares con mucho cuidado. A veces tardaba meses en completar una sola pequeña pintura.

Destaca en la recuperación de su memoria la periodista cultural e investigadora española Mercé Ibartz. La obra de la pintora es vasta y compleja con un estilo característico y fácilmente reconocible.

Hay una gran influencia paterna que marcara su impronta con las enseñanzas de dibujo técnico, mientras tiene una síntesis entre simbolismo surrealismo y fantasía, junto a las teorías entre simbolismo, surrealismo y fantasía, junto a las teorías freudianas acerca de la complejidad de inconsciente, alimentarán su originalidad.

En su obra aparecen con frecuencia figuras humanas estilizadas realizando tareas simbólicas, en las cuales se tienen a la vez elementos oníricos y arquetípicos. De su obra, “Ascensión al monte análogo” del año 1960 la artista comenta:

“Como veis, ese personaje está remontando la corriente, solo, sobre un fragilísimo trocito de madera y sus propios vestidos le sirven de vela. Es el esfuerzo de aquellos que tratan de subir a otro nivel espiritual”.

Su obra completa está teñida de una atmósfera de misticismo, plasmado en las figuras representativas del mundo secular moderno. Su pintura está puntualizada por un marcado interés por la iconografía científica, por ello años después las obras de la pintora han sido retomadas cada vez con más frecuencia en la literatura de divulgación.

Sus lienzos están realizados con la minuciosidad de un orfebre y reflejan la unidad cósmica y las interconexiones entre diferentes planos de la realidad: la materia y el espíritu, el mundo animal, el humano y el vegetal.

Otro de sus grandes temas, que fascinó a los surrealistas, es el de la mujer maga, más ligada al inconsciente que los hombres y dotada de poderes superiores. Su originalidad reside en que la emplaza en el en ocasiones tan denostado ámbito doméstico.

Remedios Varo es de las primeras mujeres artistas en introducir y popularizar su trabajo en México, gracias a sus relaciones personales con otras artistas que radicaban allí, como la pintora británica Leonora Carrington, con quien conservó una buena amistad, y otros miembros de la élite artística e intelectual mexicana de mediados del siglo XX.

Sus cuadros, muchos de los cuales están conservados en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México, han sido expuestos en numerosas ocasiones como exposiciones temporales.

Junto con la obra de otras mujeres surrealistas se presentaron cuadros populares de Varo en “In Wonderland”, llevada a cabo en el Museo de Arte Moderno a finales del año 2012 y principios del año 2013.

Su obra ha tenido un gran impacto en el mundo del arte especialmente en México, el país que la acogió y donde la imagen de Remedios Varo se ha popularizado. En España a pesar de algunos homenajes en Barcelona en el año 2008 su obra es todavía poco conocida.

Walter Gruen, su viudo, donó en el año 2000, la colección de obras de Remedios Varo al Museo de Arte Moderno de México. La mayoría de estas obras fueron legalmente compradas a coleccionistas privados que a su vez las habían adquirido legalmente en galerías. Fueron declaradas monumento artístico mexicano el veintiséis de diciembre del año 2001.

Cabe señalar que, en vida, la pintora vendió o regaló la mayoría de sus obras, aduciendo que lo que más le importaba era el proceso creativo, no las obras en sí; las cuales, al dejar de pertenecerle, dejaron también de ser, de acuerdo a la ley, parte de su herencia.

En muchas de sus obras, Remedios trató de eliminar el papel de la mujer como un objeto de deseo masculino. Con estas premisas las convierte en brujas, alquimistas y otros seres espirituales. Todas ellas aparecen en mundos místicos que mezclan realidad y la imaginación.

Si hubiera de haber una característica, una sola con la que valorar la obra y la forma de estar en el mundo de Remedios Varo, sería sin dudar la libertad.


Bibliografía

Andrade, Lourdes. “Remedios Varo: las metamorfosis”. 2002. Tercera edición. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes: Dirección General de Publicaciones. México, D.F.
Diego, Estrella de. “Remedios Varo”. 2007. Fundación Mapfre. Madrid.
González Madrid, María José; Rius Gatell, Rosa. “Remedios Varo. Caminos del conocimiento, la creación y el exilio”. 2013, Eutelequia.
Kaplan, Janet A. “Viajes inesperados, el Arte y la vida de Remedios Varo”. 1999. Ediciones Era. México.
Margarit, Meritxell y Figuereda Cairol, Pere (2008). Petita història de Remedios Varo. Editorial Mediterrania. Madrid.
Nonaka, Masayo (2012). “Remedios Varo”. 2012. RM Verlag, S.L. 
Magnolia Rivera y José Antonio Gil (2015). “Remedios Varo. El hilo invisible”. 2015. Siglo XXI Editores/UANL. México.
Rivera, Magnolia. “Trampantojos. El círculo en la obra de Remedios Varo”. 2005. Siglo XXI Editores. México.


[1] Es una enfermedad causada por un parásito Plasmodium, el cual es trasmitido por la picadura de un mosquito infectado. Sólo el género anófeles del mosquito transmite la malaria. Los síntomas de esta enfermedad pueden incluir fiebre, vómito y/o dolor de cabeza.

Remedios Varo y Uranga, la surrealista