2/3/13
Erótica
Sabe el ambiente a puñales. Porque los puñales brillan, destilan sangre caliente y salen de la herida dejando atrás el dolor del vientre descerrajado. Y uno, que va camino del amanecer, del primer café de la mañana, del trabajo o la oficina del paro, se topa de frente con ese olor acerado, con ese sabor de doble filo que chorrea por las paredes. Son los puñales colgados, avisos de oscuras tumbas.
Fue en otros tiempos la erótica.