lunes. 19.08.2024

Sociedad febril

La fiebre o el dolor son elementos sintomáticos que nos advierten de que algo en nuestro cuerpo no funciona bien; en muchos casos por factores exógenos. Del mismo modo, una huelga general nos advierte de que el cuerpo social no está en buenas condiciones. Y no lo está porque, entre otras cosas, el Gobierno de España ha aplicado medidas agresivas en la relación social más frecuente, como es la laboral.

La fiebre o el dolor son elementos sintomáticos que nos advierten de que algo en nuestro cuerpo no funciona bien; en muchos casos por factores exógenos. Del mismo modo, una huelga general nos advierte de que el cuerpo social no está en buenas condiciones. Y no lo está porque, entre otras cosas, el Gobierno de España ha aplicado medidas agresivas en la relación social más frecuente, como es la laboral. El epíteto de agresivas es conocido que fue proclamado por el propio Ministro de Economía. La reforma laboral afecta a múltiples aspectos: intermediación, negociación colectiva, contratación, despido, formación, salarios, movilidad geográfica, sector público, conciliación… Por mucho que algunos hayan expresado que es un vuelta de tuerca más, no lo es; estamos en otra dimensión que rompe con la anterior. Desnuda de garantías sociales al trabajador e intenta debilitar a sus organizaciones, los sindicatos. No nos equivoquemos, los sindicatos son necesarios porque la fuerza de los trabajadores está en su organización.

Son muchas las huelgas generales en las que he participado, básicamente por mi edad, y ésta a mi modo de ver tiene una característica especial a las demás. No porque fuera la primera que se hace a un Gobierno en tan poco tiempo de ejercicio institucional, ni cien días lleva. Sino, básicamente, porque esta movilización ciudadana fue antecedida por otra. La que se produjo en Asturias y Andalucía el domingo pasado. El sentido de la respuesta ciudadana el domingo y ayer jueves fue el mismo. Una parte muy significativa y amplia de la sociedad, sino mayoritaria, ha contestado que este no es el camino. Las políticas públicas no pueden obedecer a los dictados de los intereses minoritarios de una parte de la sociedad. Las políticas públicas deben ser compensatorias en términos de equidad y se deben realizar buscando el consenso social. Por ello, sorprende que habiendo negociado y acordado la patronal y los sindicatos un modelo de negociación colectiva para el año en ejercicio, el Gobierno de España lo haya dinamitado.

Hoy es el día después. El Gobierno de España deseará rápidamente pasar página. Es más, hoy presenta el proyecto de Presupuestos. Pero más allá de los discursos oficiales, seguro que el Gobierno de España ha tomado nota de lo que ocurrió el domingo y de lo que pasó ayer. La política se nutre de la sociedad y nadie es políticamente tan ciego para no darse cuenta de la contundente respuesta social. La huelga general como acto de movilización ciudadana que es, ha sido útil.

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