lunes. 19.08.2024

¿Democracia agónica?

La libertad y la democracia que tanto ansiamos en los momentos sangrientos y represores del dictador la obtuvimos no hace demasiado tiempo y de forma imperfecta. Pero el poder expresar nuestras ideas sin miedo y sí con fuerza y alegría, mucha alegría, nos satisfizo y no poco. Habíamos reconquistado el mundo.

La libertad y la democracia que tanto ansiamos en los momentos sangrientos y represores del dictador la obtuvimos no hace demasiado tiempo y de forma imperfecta. Pero el poder expresar nuestras ideas sin miedo y sí con fuerza y alegría, mucha alegría, nos satisfizo y no poco. Habíamos reconquistado el mundo.

El Partido Popular, heredero directo del franquismo, y la jerarquía católica que tantas muertes bendijo en nombre del señor y tantos palios desplegó para albergar a los asesinos, nunca vieron con buenos ojos aquella imperfecta transición en que la izquierda manifestó una gran benevolencia. Demasiadas tropelías quedaron en el olvido en pro de la unión hermana de aquellas dos Españas que jamás debieron resquebrajar su alma única.

La insaciabilidad de esa derecha ultra, póngase los disfraces que quiera, está procurando desde siempre no soltar el timón ni el dinero de los españoles. No acepta que hayamos dejado de ser sus esclavos y que tengamos el privilegio de pensar por nosotros mismos para discernir entre lo que nos gusta y lo que despreciamos.

No quiere esta derechona que compartamos los mismos hospitales, los mismos colegios. Teme verse contaminada por los que no son de su 'clase'. Y, a la vez está amedrentada ante el creciente número de gente 'normal' que está desempeñando brillantemente su profesión en puestos destacados y de responsabilidad.

Por eso Esperanza, Cospedal y los que las siguen han recortado en Sanidad y en Enseñanza públicas. Querrían aniquilarnos. Son conscientes de nuestras capacidades y de nuestros arrestos. Saben que no les tenemos miedo. Intuyen que nos estamos dispuestos a aceptar las humillaciones que antaño urdieron contra nuestros padres. Lo saben. Lo que hace falta es que se lo crean de verdad.

También se le ve el plumero al partido en el Gobierno. Su aquiescencia en forma de abstención ante la despreciable intentona -y va la tercera- del PP por controlar los informativos de RTVE, le va a pasar factura. Y debe saber que nosotros, el pueblo con inquietud por los servicios públicos de todos y para todos, somos su sustento con nuestros votos. Este tipo de derechización es inaguantable. No es eso por lo que luchamos y tanto esfuerzo e ilusión entregamos.

Cuando la información es sesgada, manipulada, mendaz, la gente que solo se informa a través de este medio audiovisual queda a merced, como títeres, de los poderosos. Lo estamos viendo en Valencia con Canal 9 y en Madrid con tele-esperanza. Ahora se pretendía en el Ente público estatal. No se ha conseguido. Pero si el PP lo ha intentado tres veces no nos quepa duda de que es este uno de sus principales objetivos después del 20-N.

Para evitar la adormidera general debemos mantenernos en alerta y bien despiertos. Acabar con la libertad y con la democracia puede resultar demasiado fácil cuando se utilizan estas artimañas.

No olvidemos a los 'grandes' en TVE en la 'era aznariana': MAR, Isabel San Sebastián, Antonio Jiménez ("El gato al agua"), Carlos Dávila (La Gaceta) y el sin par Alfredo Urdaci, condenado por manipulación informativa. ¿Recuerdan lo dicho cuando el 11-M?

Ahora ya se habla desde el PP de la inmediata destitución de una muy buena periodista, Ana Pastor. María de los Dolores siente todavía en sus entrañas la pena por no verse venerada en la entrevista -absolutamente correcta- de esta periodista en TVE. Después de Ana Pastor caerán todos aquellos profesionales que no estén dispuestos a vender su honradez personal y profesional. Y no pasará nada, pues quedan demasiados paniaguados desvergonzados dispuestos a situarse en la pantalla que invade la intimidad de nuestros hogares.

¿Democracia agónica?
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