sábado. 27.07.2024
Antonio Machado

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Don Antonio Machado cumplió años el viernes, bajo su losa siempre cubierta de flores del pequeño cementerio de Colliure. Protegido por ella, no sabe que ochenta y cinco años después en España se siguen cuestionando los resultados electorales cuando no favorecen al inmovilismo. Que sigue confundiéndose la oposición con la guerra sucia, la discrepancia con el todo vale, el control judicial con un enfrentamiento entre poderes en el que el poder que no ha elegido el pueblo se cree legitimado para ser quien gobierne en lugar del Gobierno. 

No sabe que prosigue la tradición de responder a todos los avances sociales con un rotundo “vivan las caenas” que en cada ocasión se discute y defiende con encarnizamiento, sin pararse a pensar que si hubieran tenido la razón de su parte todas las veces en que la reclamaron seguiríamos teniendo la Inquisición, el voto censitario y a las mujeres con la pata quebrada. Pero no la tenían, y siguen empeñados, don Antonio, en lo que no es otra cosa que mero resistencialismo, un puro retardar una generación, o dos, o tres, si no podemos evitarlo, los beneficios que gozarán sus hijos, a pesar de ellos.

Siguen empeñados, don Antonio, en lo que no es otra cosa que mero resistencialismo, un puro retardar una generación

No sabe don Antonio que si teníamos poco con un nacionalismo ahora tenemos varios, y es tan fácil hablar con los nuevos como con los viejos, porque cuando en las mesas se ponen banderas en lugar de manteles se recorre el camino más rápido hacia la indigestión.

No sabe don Antonio, menos mal, que aquí todo lo que tiene algo que ver con la racionalidad sigue costando mucho, pero mucho, y que ya bien entrado el XXI hay gente que aún prefiere los colegios segregados a los que tienen a los chicos y las chicas juntos, y los hospitales de beneficencia a la sanidad igual para todos. 

Cuando en las mesas se ponen banderas en lugar de manteles se recorre el camino más rápido hacia la indigestión            

No sabe, al otro lado de la frontera, donde reposan tantos españoles a los que debemos tanto, que de todas maneras aquí se sigue dando la batalla, con mucha paciencia, y que al paso de siempre, dos pasos adelante y uno atrás, seguimos avanzando, y ahora son las mujeres de los retardatarios los que les dicen en su propia casa que de la pata quebrada nada, y muchas cosas acabarán marchándose, que nadie tenga duda, por el mismo sumidero de la historia que se tragó a la Inquisición, a los tiranos y a los que no dejaban a la gente vivir como quisiera ni siquiera dentro de su propia casa. 

No le voy a ocultar que está fea la cosa, don Antonio, dentro y fuera de aquí, pero en peores plazas hemos toreado los antitaurinos, así que tenga usted, y tengan también otros, la seguridad de que a pesar de todas las zancadillas la España de la rabia y de la idea que invocó usted hace ya tantos años no va a bajar los brazos. Feliz cumpleaños

Don Antonio