martes. 30.04.2024
Tucker
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La teleaudiencia norteamericana ha sucumbido ante el espectáculo xenófobo que noche a noche, y en prime time, Tucker Carlson presenta en Fox News. 

Discípulo de Donald Trump, que en su momento llegó a plantear disparar a las piernas para contener el flujo de migrantes, Carlson, el presentador estrella de la cadena de noticias más vista de los Estados Unidos, ha convertido a su espacio de noticias en el programa más deliberadamente racista de la historia de los noticieros emitidos por cable.

Nacido en San Francisco, California, en 1969, Tucker comenzó su carrera televisiva en 2000 como coanfitrión de The Spin Room junto a Bill Press. En 2001 fue nombrado copresentador de Crossfire, programa en el que inició su acérrima defensa de la derecha estadounidense; prueba piloto de lo que a partir de 2017 se convertiría en práctica habitual en su Tucker Carlson Tonight.

Los más fervientes seguidores de Trump sueñan con convertir a Tucker en presidente de EEUU

Un informe minucioso de la carrera de Tucker Carlson fue publicado esta semana por The New York Times. El artículo hace hincapié en el contenido racista del programa de mayor audiencia en horario estelar de los Estados Unidos. Según el columnista Nicholas Confessore, “Carlson convierte los miedos y agravios de sus televidentes en un arma para crear el que tal vez sea el programa más racista en la historia de los noticieros”.

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La influencia de Carlson abarca un espectro mucho más amplio que Fox y los seguidores de Tucker Carlson Tonight. Tal es así que los más fervientes seguidores de Donald Trump sueñan con verlo convertido en presidente de los Estados Unidos, un deseo expresado a través de cientos de mensajes que la cadena televisiva y el presentador reciben a diario. Su influencia alcanza niveles insospechados; tanto, que su argumentación en directo acerca del “peligro que los inmigrantes representan para la democracia del país”, fue el motivo que impulsó la serie de ataques armados que se sucedieron en la ciudad fronteriza de El Paso en agosto de 2019. “Las elites occidentales están importando votantes inmigrantes obedientes para quitarles el poder a los ciudadanos nacidos en este país”, había dicho Carlson, promoviendo en su programa la teoría del “Gran Reemplazo”. “Los iraquís son monos primitivos semianalfabetos”, manifestó en otra de sus intervenciones televisivas en las que obtuvo un rating mayor al esperado.

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Según la revista Forbes, en el pasado mes de abril Carlson tuvo un promedio de más de tres millones de espectadores por programa, un número que supera ampliamente al resto de programas de noticias por cable en horario estelar. El New York Times analizó el “fenómeno” Tucker Carlson Tonight mediante entrevistas a espectadores, colegas y amigos del presentador. El resultado señala que a lo largo de su ciclo televisivo Carlson ha defendido las corrientes nativistas que atraviesan la política estadounidense, un auge ligado a la transformación de la cadena televisiva y el conservadurismo en Estados Unidos. “La programación de Tucker Carlson abarca una diversidad de pensamiento y presenta varios puntos de vista en una industria donde a menudo se ignoran el pensamiento a contracorriente y la búsqueda de la verdad”, expresó en un comunicado Justin Wells  -productor ejecutivo que supervisa el programa de Carlson-, ante las denuncias por incentivar el odio y el racismo presentadas por diversas entidades.

El refuerzo del nacionalismo blanco y lo que el propio Carlson denomina “amenaza de color”, son los pilares del noticiero más visto en los Estados Unidos. La naturalización del odio racial y la exaltación de la supremacía blanca, calan en una audiencia huérfana de Trump que ya alimenta sus ansias de ver convertido en presidente a este auténtico retrógrado confeso.    

Tucker, el discípulo xenófobo de Trump que arrasa en la Fox News