domingo. 30.06.2024
Foto de Marcos López
Foto de Marcos López.

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Vicente I. Sánchez | @Snchez1Godotx

“30 años en la frontera” fue el título del concierto que el músico y antropólogo Raúl Rodríguez ofreció en el Teatro Fernán Gómez de Madrid, dentro del Festival Música en la Villa 2024. Con su trío, formado junto a Juanfe Pérez (bajo) y Jimmy González (batería), y con la colaboración especial de sus principales maestros y referentes (Kiko Veneno, Martirio y Javier Ruibal), fue una noche especial en la que el artista sevillano, que actualmente presenta su nuevo disco "La Razón Eléctrica", pudo analizar su interesante carrera.

Con motivo del concierto, tuvimos la oportunidad de hablar con este amante y estudioso de la música, quien ha desarrollado una importante trayectoria artística. No olvidemos que viene de una familia de gran linaje musical; sus padres, Martirio y el médico y también músico Juan Rodríguez ‘Tacones’, le inculcaron una gran pasión por la música desde pequeño.

Vicente I. Sánchez | Felicidades por el concierto. Se notó que vives la música de una manera muy especial.

Annabel H. Beltrán (1)
Annabel H. Beltrán.

Raúl Rodríguez | Fue posiblemente el día más feliz de mi trayectoria. Un día en el que pude comprobar que es posible hacer una carrera de 30 años sobre los escenarios, haciendo únicamente la música que me gusta. He tenido muchas experiencias tocando con mucha gente, pero nunca me metí en ningún proyecto que no me atreviera a afrontar, que no me lo creyera. Es importante porque demuestra que se puede vivir haciendo lo que uno ama, si uno es capaz de amar lo que hace.

Vienes de una familia de gran tradición musical. Ser hijo de Martirio y de Juan Tacones tiene que marcar.

He tenido mucha suerte de estar en un entorno muy artístico, en el que siempre se ha valorado la creación por encima del negocio. Creo que es muy valioso lo que hicieron mis mayores, abriendo puertas desde el flamenco y la copla, desde la música más tradicional hacia músicas más contemporáneas. Enrique Morente decía que era necesario traducir la tradición, una frase que siempre me ha gustado mucho. Creo que mis mayores han sido un modelo en esto y yo trato de continuar en esa misma labor. Desde mi primer disco en 1994 con mi primer grupo, Caraoscura, hasta mi último disco, "La Razón Eléctrica", he hecho solamente lo que me gusta. Me siento satisfecho.

Has formado parte de las bandas de Kiko Veneno y Javier Ruibal. Que estuvieran contigo en el concierto tuvo que ser un placer.

Son gente con la que he trabajado de manera muy activa. Por ejemplo, estuve muy involucrado en Veneno, quizás el grupo en el que más he tocado. Con Kiko podríamos decir que aprendí el oficio. Es como cuando un niño es bético y luego juega de titular en el Betis. La realidad es que yo crecí con Veneno, con Pata Negra, y después he participado en muchos proyectos y con muchos artistas, como por ejemplo con mi madre, con la que sigo muy activo. Con Javier Ruibal también he trabajado mucho y tenemos una relación muy cercana. Fue un orgullo máximo que los tres estuvieran conmigo.

¿Cómo te defines como artista?

Yo soy un artista de frontera. Estoy en la frontera entre el solista y el acompañante

Yo soy un artista de frontera. Estoy en la frontera entre el solista y el acompañante. Puedo ejercer ambos roles y creo que es muy importante saber acompañar a otros y comprender el esfuerzo que implica llevar adelante un proyecto de otro. Además, al acompañante también le viene bien ponerse en algún momento como solista y al mando de algún proyecto para ver que no es nada sencillo estar delante. Son dos trabajos muy diferentes, con energías distintas.

También soy fronterizo porque, por un lado, soy músico y, además, me interesa la investigación antropológica. Esta doble faceta me ha permitido llevar una doble condición muy interesante, ya que soy sujeto que estudia y, al mismo tiempo, objeto de estudio. Me encanta ver el desarrollo que tiene la música popular y el papel de la creatividad dentro de la tradición. Al mismo tiempo, mi propia carrera me sirve como estudio etnográfico para explicar cómo sucede eso. Llevo 30 años haciendo trabajo de campo.

Precisamente, tu estudio en antropología ha marcado tu forma de entender la música. ¿En qué momento social nos encontramos?

Creo que estamos en un momento de mucha experimentación en muchas direcciones

Creo que estamos en un momento de mucha experimentación en muchas direcciones. Hay cierta confusión, porque en el campo de la música tradicional estamos entrando en un momento extraño. Como se están utilizando los mismos ritmos en todo el planeta, se está perdiendo un poco la especificidad de las tradiciones. Antes, cada pueblo tenía su canto y su ritmo particular, influido por el contacto con los demás, pero muy definido. Ahora, quizás estamos en una música excesivamente global que se parece mucho en todos lados: sonidos, rítmica, melodías, mensajes… Hay una homogeneización cultural a nivel global, impulsada por el desarrollo de las nuevas tecnologías y redes sociales. La comunicación digital está trayendo muchas cosas interesantes, pero también nos lleva hacia una homogenización en la que todo el mundo canta el mismo tono de soniquete. Es peligroso porque genera la ausencia de una conciencia cultural. La música deja de pertenecer a las personas y pasa a pertenecer más al mercado. Son momentos de transición muy interesantes para el análisis.

Foto Annabel H. Beltrán
Foto Annabel H. Beltrán

¿Qué grupos te gustan?

Tengo mucha amistad y trato mucho con un grupo que me encanta, Los Estanques. Son gente muy joven, en la treintena, tocan muy bien. Son muy creativos, con un tratamiento muy bueno de las letras. Hemos colaborado en varias cosas. Me acerqué a ellos por pura admiración y me encantó su música. Nació una bonita amistad.

Habrá un momento en el que el gusto por la música elaborada por máquinas decaiga y que la gente joven se interesará de nuevo por tocar instrumentos con pasión. Tocar un instrumento te convierte en un pequeño superhéroe de barrio.

Tu labor en la antropología musical también te ha llevado a desarrollar un nuevo instrumento, el Tres Flamenco. ¿Puedes explicarnos cómo surgió?

El Tres Flamenco es un instrumento que es una mezcla entre la guitarra flamenca y el tres cubano, instrumento central del son cubano. Yo ya tocaba guitarra flamenca y era muy aficionado a la música cubana desde principios de los 90, cuando empezaron a venir Compay Segundo, el Guayabero y otros soneros similares a Europa. De alguna manera, intuí que había un fuerte contacto entre esa música y la música andaluza. Fui investigando en paralelo, mucha investigación histórica y antropológica, y terminé identificando que existe una música del Caribe afro-andaluz, con mucha influencia americana, africana y andaluza. Así pensé que el tres cubano podría tener desarrollo en el flamenco, así que empecé a introducirlo poco a poco en el flamenco de Morón de la Frontera, que era lo que más me gustaba. Terminé formando una banda llamada Son de la Frontera, con la que trabajé muchos años y sacamos varios discos, un grupo esencialmente flamenco en el que ya estaba dentro el tres cubano.

El Tres Flamenco es un instrumento que es una mezcla entre la guitarra flamenca y el tres cubano, instrumento central del son cubano

Poco a poco, fui organizando la construcción y el diseño de un instrumento nuevo junto al lutier jerezano afincado en Sevilla Andrés Domínguez durante 4 años, hasta dar con este prototipo particular que fusiona muchas técnicas. Esto me colocó en una posición muy linda, ya que al ser un instrumento nuevo no tiene legislación vigente, no hay nada que no se pueda hacer, no hay escuela que romper, lo cual permite experimentar y tomar cosas de un lado y otro. Es un instrumento que me lleva por delante, yo soy el tocado. Tengo en ocasiones la sensación de que el que manda es él y que yo voy con la correa intentando dominarlo. Me permite poner en pie ideas propias de un instrumento nuevo. Permite viajar y hacer desde flamenco muy tradicional hasta música india, oriental, blues, rock… No necesito pasaporte para viajar.

Los instrumentos son los que crean los géneros. Yo, con este Tres Flamenco, tengo la impresión de que, de alguna manera, está creando un género nuevo. No sé qué nombre tiene ni me voy a esforzar en buscarlo, simplemente me dejo llevar en este viaje.

Gracias por ayudarnos a entender la música actual.

Annabel H. Beltrán (2)
Annabel H. Beltrán.

Próximos conciertos:

12 y 13 con Martirio en el Recoletos Jazz, Madrid

14 conferencia en Valencia

15 concierto en Valencia dentro del Festival Fronteras

Raúl Rodríguez: "Tocar un instrumento te convierte en un pequeño superhéroe de barrio"