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Pablo D. Santonja | @datosantonja
En el inmenso abanico que representa la ciencia ficción, ha vuelto con más fuerza y presencia el nombre de Frank Herbert, el visionario detrás de ‘Dune’. Publicada por primera vez en 1965, ‘Dune’ no solo se erige como una de las novelas influyentes del género, sino que también ha trascendido las barreras de la literatura para convertirse en un fenómeno cultural que sigue cautivando a nuevas generaciones de lectores y creadores en pleno 2024.
‘Dune’ transporta a los lectores a un futuro distante, donde la humanidad ha colonizado innumerables planetas, creando un imperio galáctico gobernado por intrincadas alianzas y traiciones políticas. En el centro de esta vasta red de poder se encuentra Arrakis, un planeta desértico que, a primera vista, podría parecer un páramo inhospitalario. Sin embargo, Arrakis es el hogar de la "especia", una sustancia de valor incalculable que otorga longevidad y poderes psíquicos, además de ser esencial para la navegación espacial.
‘Dune’ no solo se erige como una de las novelas influyentes del género, sino que también ha trascendido las barreras de la literatura para convertirse en un fenómeno cultural
El joven Paul Atreides, heredero de la Casa Atreides, es enviado con su familia a gobernar Arrakis, un honor que pronto se revela como una trampa mortal orquestada por sus enemigos. A lo largo de la novela, Paul se transforma de un noble protegido a un líder mesiánico entre los Fremen, los nómadas del desierto que han adaptado sus vidas a las duras condiciones de Arrakis. La historia de Paul es, en última instancia, una exploración de la profecía, el destino y las repercusiones del poder absoluto.
Lo que diferencia a ‘Dune’ de otras obras de ciencia ficción es su profundo enfoque político. Además, "Dune" explora el poder de la religión y la manipulación política. Los Fremen creen en una profecía de un salvador que les llevará a la libertad, una creencia que Paul y su madre, Lady Jessica, explotan para sus propios fines. Este aspecto de la historia plantea preguntas inquietantes sobre el uso de la religión como herramienta de control y el peligro de los líderes carismáticos que manipulan la fe para obtener poder.
Desde su publicación, ‘Dune’ ha generado secuelas escritas por Frank Herbert, cada una ampliando y profundizando en el universo que creó. Parte de esa expansión del universo llega su adaptación a novela gráfica de la mano de su hijo Brian Herbert, que junto a Kevin J.Anderson, plantean una adaptación a modo de homenaje del trabajo patero. Raúl Allén y Patricia Martín rematan esta obra con su estilo de dibujo y color, creando una atmósfera que tal vez ayude a acercar esta obra a las personas más perezosas del material original.
Lo que diferencia a ‘Dune’ de otras obras de ciencia ficción es su profundo enfoque político
Aun así, si el material original no es del gusto del consumidor, nos llega “Dune, la novela gráfica oficial de la película”, una adaptación gráfica basada en la película "Dune" de Denis Villeneuve, que a su vez está inspirada en la novela de Frank Herbert.
La novela gráfica sigue de cerca la narrativa de la película y proporciona una interpretación visual del épico universo de ‘Dune’. Con un estilo artístico que captura la atmósfera y el tono de la película, se centra en la historia de Paul Atreides, su familia, y los conflictos en el planeta desértico de Arrakis.
Sin duda, uno de estos elementos para coleccionistas, que siguen de cerca la estela de Denis Villanueve y aprovecha el tirón de la cinta, como parte más de su merchandising.
Además de adaptar los eventos de la película, la novela gráfica ofrece detalles visuales adicionales que enriquecen la comprensión del mundo de Dune, incluyendo el diseño de personajes, paisajes y tecnología. Es una excelente opción para los fanáticos que buscan una experiencia inmersiva adicional y para aquellos interesados en ver cómo se traduce la rica narrativa y el complejo universo de Dune en el formato gráfico.
Si me dieran a elegir, me quedaría con la primera opción, pues mana de la experiencia original del autor, y se permite ser más imaginativo que la adaptación de la película, que al fin y al cabo, ya hemos visto en pantalla, para dar su espacio al material original. Aun así, no está de más ver las increíbles ilustraciones de Stellan Skarsgård caracterizado como el barón Vladimir Harkonnen.
