Ahora todas y todos nuestros políticos institucionales, parlamentarios, andan a la gresca culpabilizando al otro de su fracaso.
Los socialistas señalan que solo la lucha de clases puede ser el germen del socialismo.
Alguien puede pensar que a él que le afecta la caída de las bolsas, un banco alemán o la quiebra de un jeque árabe. Pues afecta y mucho.
¿Es posible en estos momentos la unidad de las izquierdas? ¿Garantiza un partido único la unidad, la democracia interna y la democracia?
El tinglado de la corrupción necesita de empresas corruptoras y corruptas, tanto o muchísimo más que de políticos.
El pensamiento y la acción política de las izquierdas, anda revuelta en una gran confusión, que no facilita la toma de decisión del electorado progresista.
Teníamos muchas expectativas para las elecciones que derribarían a Rajoy. Pero todo eso ahora está desmovilizado, frenado o en silencio.