Tanto el PSOE como C's eran conscientes de que solo con la suma de sus respectivos escaños no había votos suficientes para un pacto de Legislatura.
El grupo de 'trabajadores' que asesoran a Sánchez no cesan en su afirmación de que están trabajando una barbaridad para lograr el pacto a tres.
Desde casi el principio, tras el 20D, Pablo Iglesias se ofreció al líder socialista para hablar y conseguir formar un gobierno de progreso.
La pasividad de un Rajoy yaciente ante la corrupción que anida en el partido que todavía preside, está poniendo de los nervios a todo el mundo.
Si de verdad Sánchez es el hombre que se ha enfrentado a las ‘baronías’ de Ferraz para construir un PSOE virado a la izquierda progresista dialogaría concienzudamente con IU y Podemos.
La labor de gobierno no sería fácil. Desde Bruselas ya se nos viene avisando de las nuevos 'reformas' para este año.
Que Sánchez juzgue las protestas de Pablo Iglesias como "pataleta de niño pequeño" es una muestra de infantilismo propio.
La CUP se ha pitorreado de Mas, de Junts pel Sí y de todos los que esperaban ansiosos la decisión de esta.