viernes. 06.09.2024
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Foto: Fundación 1º de Mayo

La Dirección General de Memoria Democrática acaba de notificar a la “Plataforma por un Centro de la Memoria de la Cárcel de Carabanchel” que el expediente en el que se solicitaba la "Declaración de los terrenos de la cárcel como Lugar de Memoria Democrática" ha caducado.

En mi opinión dicha denegación resulta injustificada y muy lamentable ya que, en estos momentos, tras la demolición del edificio de dicha cárcel en 2008, se trataba de significar políticamente un "sitio" de la ciudad, en el que se asentó un centro penitenciario símbolo de la represión, por la dictadura franquista, contra los luchadores contra el fascismo, en las trincheras, bajo la dictadura y los inicios de la transición democrática. Venganza innoble del Dictador: prisión, dolor y muerte de miles de demócratas que hoy reclaman nuestra memoria y homenaje.

Como profesional responsable del documento urbanístico que asumía la demolición del edificio, expuse las razones que apoyaban esta decisión en un artículo publicado en El País de 23 de otubre de 2008: un edificio cuyos valores culturales son discutibles y sobre el que Plan General de 1997 no estableció ningún tipo de protección (ni tampoco el precedente Plan de 1985); un edificio cuyo mantenimiento, por lo demás resultaba incompatible con la implantación de un nuevo hospital de distrito amplia y reiteradamente reclamado por el vecindario.

Hoy, pasados los años, mantengo aquellas razones, teniendo en cuenta el programa del desarrollo inmobiliario propuesto para estos terrenos: un gran hospital de referencia para el distrito de Carabanchel-Latina; un centro administrativo y docente, dedicado a la formación democrática de los funcionarios de prisiones, y un núcleo residencial, con un alto porcentaje de vivienda social (bastante por encima del mínimo legal exigido entonces). Un desarrollo urbano donde lo público dominaba claramente, que se engarzaba con la trama urbana del entorno. Un desarrollo en el que se reservaba un lugar central donde situar un monumento memorial de homenaje a los que en la cárcel que aquí se asentó, sufrieron prisión, tortura y muerte, bajo la dictadura franquista, por el simple y noble hecho de haber sido y ser luchadores contra el fascismo.

Ese carácter memorial bien hubiera podido extenderse a todo el “nuevo barrio”, mediante la Declaración solicitada por la Plataforma arriba mencionada y adosando sobre el nuevo Hospital, que fue el núcleo y la razón que justificó este proyecto, una visible lápida para recordar que, en este sitio, Franco, concluida la guerra civil, mandó construir una cárcel, símbolo de su afán de venganza y castigo de todo demócrata antifascista. Frente al odio y la venganza fascista, curación y salud democráticas.

Y por último, una sugerencia. En momentos en los que resulta cada vez más difícil el acceso a una vivienda digna para la inmensa mayoría de la población madrileña, especialmente para los más jóvenes, los suelos de titularidad pública que fueron patrimonializados tras la desafectación de su anterior destino, deberían servir prioritariamente para la promoción pública de vivienda en alquiler asequible, ampliando significativamente la previsión del Plan Parcial   originario y prohibiendo su venta libre en el mercado.

Contribuir de modo efectivo y no meramente declarativo a paliar el gravísimo problema de vivienda en Madrid, dedicando a ese fin todo o la mayor parte del suelo calificado como residencial en los antiguos terrenos ocupados antes por la Cárcel de Carabanchel, sería hoy por hoy una reivindicación ciudadana legitima y más que necesaria. Así, donde ayer hubo prisión y dolor, mañana podría haber hogares para la libertad y la alegría.

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Lugares de Memoria Democrática: Cárcel de Carabanchel