lunes. 02.09.2024

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En California (EE.UU.) se han producido hace un par de semanas unos hechos que han inquietado a las familias de los niños que son trasladados en autobuses escolares a sus colegios. Y es que en dos ocasiones -en un caso tres personas y en otro veinte- inmigrantes indocumentados han intentado abordar sendos autobuses escolares para subir a ellos y realizar el trayecto que les introdujera, desde lugares próximos a la frontera mexicana, en California, eludiendo así el riesgo de controles, más abundantes en las proximidades de la frontera. Todo ello sin que se produjera ningún acto de violencia ni de secuestro.

Estos hechos, que han alterado el funcionamiento ordenado del servicio de transporte escolar, han generado un intento de revuelo instigado por la cadena Fox, que ha magnificado los incidentes, con objeto de influir en el ánimo de las familias en medio del proceso de campaña electoral, para poner en el primer plano el problema de los inmigrantes indocumentados como si se tratara de un peligro de seguridad pública.

Estos hechos, que han alterado el funcionamiento ordenado del servicio de transporte escolar, han generado un intento de revuelo instigado por la cadena Fox

Las autoridades policiales están investigando los hechos, y han dado la orden a los conductores de los autobuses escolares de no detenerse en la parada en la que detecten la presencia de inmigrantes, con posible intención de utilizar estos autobuses para escapar de los controles.

Es evidente que unos hechos aislados no pueden convertirse en categoría. Y que sería exagerado y contraproducente que los autobuses escolares aparecieran escoltados por la policía de manera permanente.

Lo que sí pone de manifiesto es que el problema de la inmigración, que sufren los Estados Unidos, lo mismo que sufren los países europeos de frontera, es algo que se debe afrontar con eficiencia, controlándolo humanitariamente en la misma frontera, y evitando que se convierta en un problema inquietante para la población. Los Estados Unidos son históricamente un país de inmigrantes, y lo va a seguir siendo mientras existan las tremendas e injustas desigualdades en los países de su frontera sur. Y lo que queda claro con ello es que no han logrado dar con una adecuada política que le dé un tratamiento justo al problema, que resuelva un problema humano de esta envergadura, y que permita regularizar adecuadamente la entrada en el país y el acceso ordenado a puestos de trabajo.

Los Estados Unidos son históricamente un país de inmigrantes, y lo va a seguir siendo mientras existan las tremendas e injustas desigualdades en los países de su frontera sur

Por otra parte, también queda patente la necesidad de que los conflictos que pueda generar esta falta de tratamiento adecuado del problema no incidan en el funcionamiento de servicios sensibles como es el del transporte escolar que, aunque se hayan desarrollado sin acto alguno de violencia ni intimidación sí pueden generar ansiedad y producir traumas entre los menores.

Unos hechos de estas características, que casi se pueden calificar como anecdóticos, cobran más importancia cuando se producen en un país como los Estados Unidos, donde presumen de ser el país más avanzado del mundo. Y choca que se produzcan estas contradicciones y deficiencias. 

Deficiencias en EEUU en el trato a los inmigrantes y en el transporte escolar