miércoles. 28.08.2024
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Imagen: @HoyPalestina

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Llevamos más de diez meses desde que el ataque terrorista de Hamas en Israel desencadenó la respuesta desproporcionada y generalizada de una destrucción total por parte del Estado israelí sobre Gaza, sin olvidarnos del incremento de intervenciones de los militares y colonos armados contra los habitantes de Cisjordania.

El estado de Israel ha desencadenado una guerra de exterminio sobre la población palestina especialmente en Gaza. No hay duda de que nos enfrentamos a un caso de genocidio buscado y planificado desde el Gobierno de Netanyahu para hacer desaparecer del mapa a la población palestina.

Israel está masacrando sin ningún escrúpulo a una población indefensa sometida a una brutalidad asesina

Es evidente que el Estado de Israel no representa al conjunto de los judíos. Pero lo cierto es que un Estado creado por las Naciones Unidas como respuesta al genocidio judío por parte de los nazis, se ha convertido con el tiempo en un imitador de sus antiguos verdugos. Y denunciando incluso a la organización internacional que fue el origen del propio estado israelí.

Hay una diferencia entre el concepto de guerra y la actuación del Estado de Israel que no está librando una guerra. Israel está masacrando sin ningún escrúpulo a una población indefensa sin respetar a nadie; hombres, mujeres, niños y ancianos son sometidos a una brutalidad asesina. Y eso no sólo se efectúa mediante los continuos cambios de ubicación de los gazatíes, haciéndoles deambular continuamente hacia supuestas zonas seguras que después son bombardeadas. Se somete también a la población a la destrucción total, escuelas, hospitales, edificios de viviendas. Todo es bombardeado y a la vez la población se ve sometida a la falta de agua, de alimentos, de las mínimas condiciones sanitarias y humanas de vida.

Hace ya diez meses que asistimos a la eliminación sistemática de la población. Más de 40.000 muertos, un número inimaginable de desaparecidos bajo los escombros. La demolición y destrucción de prácticamente todos los edificios. Los ataques a escuelas, hospitales e instalaciones de las NNUU y de las ONG internacionales, el asesinato de cientos de periodistas y personal humanitario. Nada ha evitado las ansias genocidas del Estado de Israel, cuyo gobierno no oculta la intención de expulsar a toda la población palestina tanto de Gaza como de Cisjordania y construir el Gran Israel.

Frente a ello Occidente calla, o como máximo hace ligeras críticas con la boca pequeña

Frente a ello Occidente calla, o como máximo hace ligeras críticas con la boca pequeña. Es evidente que Israel no se atrevería a llevar a cabo estos crímenes contra la humanidad si no contara con el respaldo de Estados Unidos y de buena parte de los países occidentales, en especial de la Unión Europea. No puede ser más farisea la actitud de muchos gobiernos que critican la guerra de Rusia contra Ucrania, y a la vez callan frente a la eliminación de una población civil por parte de Israel. Un silencio que es culpable y les hace copartícipes de la actuación del Estado de Israel.

Y a la vez son igual de graves las informaciones que algunos medios continúan emitiendo sobre la realidad del día a día en Gaza. No podemos por menos que elogiar la información de TVE 24h y la gran corresponsal Almudena Ariza que, a pesar de todo, parece que no hacen reaccionar a nuestras ciudadanías.

Frente al silencio de los gobiernos y la falta de la toma de medidas enérgicas como el embargo a Israel o la ruptura de relaciones, también se encuentra a faltar una reacción masiva de la ciudadanía.

Es cierto que se han producido manifestaciones, especialmente importantes en Gran Bretaña, y reprimidas en países como Alemania o Francia. En nuestro país ha habido manifestaciones de repulsa, pero debemos asumir que no han sido todo lo numerosas que la situación requiere. Lamentablemente parece que las grandes manifestaciones que se produjeron en el “Régimen del 78”, como contra la entrada a la OTAN, o más cercanas contra la Guerra de Irak, ahora no se han logrado reproducir.

Eso sin duda nos da una imagen preocupante de la capacidad de sensibilización de nuestra sociedad. Algo está fallando en la izquierda y en el conjunto de la ciudadanía cuando la visión permanente del “horror” y de “la ignominia genocida” no nos hace salir a la calle a demostrar el rechazo ciudadano a estas situaciones dignas del mayor de los repudios.

¿Dónde están los partidos políticos, las grandes organizaciones ciudadanas y la movilización de los intelectuales comprometidos con la defensa de los valores de la humanidad?

El hecho de una capacidad reducida de convocatoria de las movilizaciones pese a la dignidad de la ciudadanía que presencialmente participó nos debería hacer reflexionar sobre la salud democrática de nuestro país.

El estado de la salud democrática tiene mucho que ver con la capacidad de indignación frente a situaciones repudiables

El estado de la salud democrática tiene mucho que ver con la capacidad de indignación frente a situaciones repudiables como los graves atentados a los derechos humanos más básicos.

Podemos calificar que lo que está sucediendo en Palestina y más concretamente en Gaza, supera los calificativos de las situaciones más graves que recientemente hemos podido contemplar. El asesinato permanente, la opresión más radical, el sometimiento de más de dos millones de personas a una situación infrahumana creemos que es lo más parecido a lo visto en los campos de concentración nazis.

Por mucho que el secretario general de la ONU se desgañite en sus criticas razonadas a Israel. Por mucho de que ACNUR y las diversas ONG´s humanitarias denuncien la situación cotidiana sobre lo que sucede de forma permanente en Gaza y la Palestina ocupada, nada va a cambiar ante unos gobiernos occidentales que inmutables aprueban la actuación del Estado de Israel.

Solo la movilización de la ciudadanía podría hacernos sentir no responsables de esta situación execrable y radicalmente condenable.

Recordemos cada día lo que está sucediendo en Gaza y Palestina. NO OLVIDEMOS NUNCA LO QUE ESTAMOS VIENDO.

Recordemos a Gaza y Palestina cada día