domingo. 05.05.2024

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No podemos por menos que calificar a la política del llamado “occidente” de “doble rasero” cuando se trata de los problemas políticos en el próximo oriente. 

Los llamados países occidentales, la supuesta salvaguarda de los valores democráticos, aplican una actitud en general hipócrita en lo referente a las situaciones que salpican el conflicto de Palestina

Hemos visto como todos esos países han denunciado y con razón el ataque de bcontra civiles israelíes y lo han calificado como acto terrorista. Sin embargo casi todos han aceptado las exageradas matanzas, el genocidio que está significando las muertes o mejor dicho asesinato de decenas de miles de civiles en Gaza, o los continuados ataques de colones y fuerzas militares israelíes sobre la población palestina en Cisjordania. Los mismos que denuncian la agresión de Rusia a Ucrania callan ante las salvajadas del Estado de Israel sobre la población Palestina.

Los países occidentales, encabezados por EEUU, y sus poderosos medios de comunicación difícilmente pueden ser ejemplos de convicción democrática

EEUU y sus aliados, especialmente el Reino Unido y buena parte de los países de la UE, así como Japón o Australia guardan silencio ante las cotidianas matanzas de población civil palestina. Y sus medios hablan de guerra cuando no es tal sino la agresión de un ejército sobre población civil.

De la misma manera EEUU y otros países continúan suministrando armamento con el que se bombardean a la población civil palestina, a la vez que bloquean en la ONU toda resolución de condena a dicha actuación criminal y genocida.

Asimismo, todos esos países claman al cielo condenando el avisado ataque de Irán sobre Israel, que no causó la muerte de ninguna víctima civil israelí. Pero se olvidaban del previo ataque de Israel a la sede diplomática de Irán en Siria con más de una quincena de muertos. Así como los continuados ataques de represalia de Israel contra Líbano, Siria o Irak.

¿Después de esto como pretende presentarse occidente como defensor de la libertad en el mundo?

Eso si la respuesta israelí sobre Irán se ha visto como algo normal y aceptable. Y se acepta como inevitable el ataque a Rafha pese a los centenares de miles de civiles que allí están refugiados. Eso sí con lágrimas de cocodrilo lamentan la falta de ayuda humanitaria que Israel niega a una población sin alimentos, sin agua y sin medicinas. Y vemos con asombro como Occidente reacciona airadamente ante el asesinato de siete cooperantes de una ONG de un conocido cocinero occidental mientras calla ante la muerte de los centenares de cooperantes palestinos de la UNRWA así como periodistas que informan de la infame invasión sionista.

¿Después de esto como pretende presentarse occidente como defensor de la libertad en el mundo? Cuando respalda sin fisuras la actuación de un estado que práctica el “apartheid “y el genocidio de forma sistemática. Cuando EEUU veta todas las resoluciones de condena del Consejo de Seguridad de la ONU, o cuando Israel incumple todas las resoluciones de la ONU contra sus actuaciones ilegales desde su creación e insulta a esa organización a la que debe su propia existencia como Estado.

No vale la doble vara de medir. A muchos ciudadanos no nos gusta el terrorismo de Hamás que perjudica a la causa palestina. A muchos no nos gusta el régimen despótico de Irán. Pero eso no es óbice para reconocer que los palestinos están siendo masacrados y que Israel inició la confrontación directa con Irán con el ataque a su legación diplomática en Siria.

De la misma forma en Occidente se oculta deliberadamente que quién lideró la ofensiva terrestre contra Estado Islámico en Irak y Siria y lo derrotó fueron básicamente las fuerzas iraníes lideradas por el General Soleimani posteriormente asesinado por EEUU con quien colaboró en la guerra contra el DAESH.

Los medios de comunicación occidentales, salvo contadas y honrosas excepciones cumple a la medida las líneas marcadas por la política de sus gobiernos en estos temas, y continúan presentando al Estado de Israel como un estado democrático porque hace elecciones, sí sin tener en cuenta la discriminación que sufre la población árabe-israelí y sin valorar su actuación en los territorios ocupados palestinos.

La actuación de Estados Unidos y buena parte de los países occidentales en el tema de Oriente Próximo es similar a la adoptada en su momento con la Sudáfrica racista durante décadas. El hecho que fuera un estado anticomunista era suficiente para ser aceptado en el mundo occidental, pese al “apartheid”. Tardaron mucho tiempo en condenarlo, cuando prácticamente ya estaba en definitiva decadencia. Ni las movilizaciones ciudadanas en países como Gran Bretaña o Estados Unidos cambiaron la política de esos países quienes consideraban a la ANC y a Nelson Mandela como peligrosos comunistas.

Lo mínimo que se puede exigir a los gobiernos occidentales es que si son realmente defensores de sus ideales democráticos los defiendan ante todos los gobiernos y no sean consentidores de actuaciones como las de Israel ahora o la de Sudáfrica o la España franquista en su momento. Si se defienden los valores democráticos se defienden en todo momento no sólo contra los que no gustan. 

Los países occidentales, encabezados por EEUU, y sus poderosos medios de comunicación difícilmente pueden ser ejemplos de convicción democrática. Aún queda mucho que mejorar en nuestras democracias realmente existentes.

La hipócrita política de Occidente en Oriente Medio