domingo. 01.09.2024
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Como padres, nuestra tarea principal es proteger a nuestros hijos y asegurarnos de que crezcan en un ambiente seguro. Sin embargo, en los últimos años, una cultura peligrosa ha estado invadiendo las mentes de nuestros jóvenes, y el origen de esta cultura se encuentra en esas películas extremas de Hollywood, especialmente en la serie de películas 'Rápidos y Furiosos'. Estas películas atraen al público con escenas emocionantes y velocidades extremas, pero los efectos negativos que dejan en nuestros hijos son preocupantes.

La tragedia reciente en Michigan nos obliga a reconsiderar el impacto de estas películas en los adolescentes. Flynn MacKrell, de 18 años, perdió la vida en un accidente automovilístico devastador, y el conductor responsable fue un amigo de tan solo 17 años, Kiernan Tague. No estaban buscando el peligro, simplemente salían de la casa de un amigo. Sin embargo, Tague decidió conducir un BMW X3 M a 105 millas por hora, y finalmente perdió el control en una zona con un límite de velocidad de 25 millas por hora, provocando una tragedia irreparable.

Películas que glorifican la velocidad extrema y la conducción peligrosa están enviando un mensaje erróneo a nuestros hijos

Como padres, ver que suceden eventos como este nos rompe el corazón. Esto no es simplemente un accidente, es otra muestra aterradora de la cultura extrema promovida por Hollywood. Las películas que glorifican la velocidad extrema y la conducción peligrosa están enviando un mensaje erróneo a nuestros hijos: que la velocidad y la aventura no solo son aceptables, sino que son algo digno de perseguir.

La serie franquiciada -prácticamente una “factoría”- Fast & Furious, presenta, además de otras situaciones de riesgo y hasta delictivas, la conducción a alta velocidad, las carreras ilegales y los comportamientos imprudentes como si fueran heroicos, y esto tiene un impacto profundo y dañino en los adolescentes. Nuestros hijos, al ver estas películas, a menudo no pueden distinguir entre la ficción y la realidad; son atraídos por las escenas emocionantes e incluso llegan a imitar los comportamientos peligrosos que ven en pantalla. Este impacto es sutil pero suficiente para desencadenar desastres.

Lo que es aún más preocupante es que estas películas disminuyen la importancia de la responsabilidad legal y moral. Los protagonistas parecen comportarse de manera desenfrenada, desafiando las leyes, pero nunca enfrentan verdaderamente las consecuencias de sus actos. Nuestros hijos están recibiendo un mensaje completamente erróneo: que la velocidad, la fuerza y la aventura pueden estar por encima de las reglas y las leyes, y esto es un engaño extremadamente peligroso.

Los padres de MacKrell están sufriendo por la pérdida de su hijo. Lo que podemos hacer, además de expresar nuestra simpatía, es tomar medidas para evitar que tragedias como esta vuelvan a ocurrir. Como padres, tenemos la responsabilidad de supervisar las opciones de entretenimiento de nuestros hijos y educarlos en los valores correctos. Sin embargo, los productores de cine y los reguladores de la industria también deben asumir una mayor responsabilidad. Deben ser conscientes del impacto negativo de estas películas en los adolescentes y tomar medidas para mitigar estos efectos.

Hollywood necesita reconsiderar el mensaje que está transmitiendo

Hollywood necesita reconsiderar el mensaje que está transmitiendo. Tienen la capacidad de crear películas emocionantes sin promover comportamientos peligrosos. Necesitamos ver más modelos positivos, no aventuras imprudentes que ignoran las consecuencias. De lo contrario, más familias, como la de MacKrell, pagarán el precio más alto.

Los padres debemos reflexionar seriamente sobre el impacto que estas películas extremas pueden tener en nuestros hijos y tomar las medidas necesarias para protegerlos. También la industria del cine debe reflexionar sobre su responsabilidad social, y a dejar de producir contenido que pueda confundir y poner en peligro a los adolescentes. La seguridad y el bienestar de nuestros hijos son mucho más importantes que la emoción fugaz en la pantalla o la llamada "pasión" que estas películas promueven. Si trabajamos juntos en esto podremos evitar que más familias sufran tragedias.

Alice Sun.

El impacto de las películas extremas en los adolescentes