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Ángel Monedo López |
Plácido Domingo es, sin duda, una leyenda de la música a nivel mundial, reconocido tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Defensor apasionado de la zarzuela, un género que ha promovido y divulgado por todo el mundo, Verona lo recibe una vez más con los brazos abiertos, dedicándole una noche especial: la Noche de la Música Española.
A lo largo de los años, Plácido ha demostrado una entrega inquebrantable a su arte, aunque él mismo ha admitido que su voz no siempre ha estado en su mejor forma. Sin embargo, en esta edición de 2024, su voz resonó con potencia, energía y una entrega excepcional, conquistando una vez más al público que lo admira y que año tras año acude a verlo en la Arena de Verona.
El imponente anfiteatro romano, con sus emblemáticas gradas de piedra y las butacas rojas acolchadas, fue testigo de una velada mágica. La Compañía de Ballet de Antonio Gades acompañó a Plácido en una representación que incluyó la ópera Carmen, demostrando la calidad y la expansión internacional del baile español.
Cincuenta y cinco años después de su primera actuación en Italia, Plácido Domingo regresó al monumental escenario de la Arena de Verona para protagonizar una nueva 'Noche Española'. En esta ocasión, estuvo acompañado por la soprano Saioa Hernández, el tenor Arturo Chacón Cruz y el Ballet de Antonio Gades, con la Orquesta de la Fundación Arena dirigida por el valenciano Jordi Bernácer.
El programa de la noche incluyó una veintena de fragmentos de zarzuelas de compositores como Giménez, Guerrero, Serrano, Soutullo y Vert, Vives, Moreno Torroba, Sorozábal, Chapí, Arrieta y Penella, junto a piezas de Falla, Albéniz y Turina. Al final de la noche, Plácido Domingo expresó su emoción a la agencia Ansa: «¡Qué velada tan increíble! Siempre la llevaré en el corazón. Quiero dar las gracias a todos: a los profesores de orquesta, a las costureras, a los mimos, a los atrezzistas... a todos y al impresionante equipo de dirección de la Arena, con el inestimable trabajo de Stefano Trespidi. La Arena es una máquina enorme, da miedo... y aún recuerdo bien lo pequeño que me sentí en mi debut... ¡hace 55 años! Pero el secreto está en que los engranajes de la Arena están vivos, formados por personas apasionadas por este trabajo, por lo que realmente podemos decir que L'Arena tiene un corazón que late. ¡Y la gente lo siente! El público vive esta emoción».
Plácido Domingo debutó en la Arena de Verona en 1969. Ese verano, interpretó 'Turandot' en una producción dirigida por Pier Luigi Pizzi, junto a Birgit Nilsson como la gélida princesa, estrenada el 16 de julio, el mismo día en que el Apolo XI despegaba rumbo a la luna. También cantó 'Don Carlo', en un legendario reparto que incluyó a Montserrat Caballé, Fiorenza Cossotto y Piero Cappuccilli. Durante más de medio siglo, el artista español ha sido una figura asidua en el festival, tanto como cantante como director de orquesta.
