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Francisco Nieto |
Esta maravillosa historia fue escrita inicialmente para un público objetivamente infantil, pero cualquiera que la lea puede llegar a disfrutarla igual porque está muy bien escrita. Una aventura absorbente, inteligente e imaginativa basada en la ciencia con la que la autora ha vivido. El viaje emocional está igualmente bien explorado y revelado. Y la probable manera en que el mito y la leyenda nos llevaron a la religión se hace realidad aquí de manera inteligente. La protagonista principal es Tuuli, una niña de doce años, justo en la edad en la que su tribu ya no la trata como a una niña. Estamos en la época de la prehistoria donde coexistían cromañones y neardentales. Tuuli demuestra coraje, hace preguntas, explora su entorno y se pregunta por el mundo que la rodea mientras lleva a cabo sus tareas durante el viaje hacia un sitio más cómodo.
El libro es necesariamente una obra de ficción, ya que no hay una historia escrita del período en el que se desarrolla. Pero el conocimiento que Alice Roberts tenía de esa época, su investigación, su amplio conocimiento de los artefactos descubiertos, los sitios arqueológicos y la fisiología humana, todo ello aporta información a la historia para darle vida de una manera que la hace absolutamente plausible. Su uso del lenguaje es adecuado para la edad de los lectores potenciales, sin ningún tipo de condescendencia y con el suficiente desafío como para ayudar a los lectores jóvenes a desarrollar un vocabulario más amplio.
El mundo que crea Roberts es interesante y accesible. El lector puede identificarse fácilmente con los personajes. Y este es seguramente el objetivo: subrayar que son tan humanos como nosotros. La profesora también tiene un mensaje sobre la naturaleza de la humanidad que desea mucho que el mundo escuche y esto también explica su público objetivo. La trama es bastante simple y la narración es clara y concisa, pero no a costa de los detalles científicos. La profesora Roberts es una experta en el campo de la evolución humana y todos los detalles de la vida de nuestro joven héroe encajan con lo que sabemos actualmente sobre la vida de los primeros cazadores-recolectores.
Una duda que nos planteamos después de haber leído la novela es hasta qué punto la autora ha echado mano de la imaginación en los pasajes que no se pueden demostrar de manera científica. Nos referimos por ejemplo a aquellos en los que atisbamos que la tribu a la que pertenece la protagonista está particularmente liberada en cuanto al género. ¿Se trata quizás de una visión del siglo XX de cómo nos hubiera gustado que fuera nuestro estado de inocencia? Simplemente no lo sabemos...
En definitiva, nos hallamos ante un libro que me encantaría ver ubicado en todas las bibliotecas escolares, e incluso utilizado junto con los libros de texto como una ayuda para comprender ese período prehistórico que lentamente estamos empezando a conocer más plenamente. De hecho, si hubiera podido leerlo a la edad adecuada, bien podría haber decidido seguir una carrera en arqueología en lugar de la ruta que tomé. Esta es una historia que a muchos niños les encantará leer por sí mismos o que un adulto atento les lea.
Unos breves apuntes biográficos sobre la autora para concluir: Alice May Roberts es una anatomista, osteoarqueóloga, antropóloga física, paleopatóloga, presentadora de televisión y autora inglesa. Roberts estudió medicina y anatomía en la Universidad de Cardiff, donde se licenció en Medicina y Cirugía (MB BCh) en 1997, tras haber obtenido una licenciatura intercalada en Ciencias en Anatomía. En 2008 obtuvo un doctorado en paleopatología en la Universidad de Bristol. La autora ha llevado la ciencia haciéndola accesible a un amplio mundo con su tratamiento sensato y empático de los hechos históricos.
