jueves. 01.08.2024
Chekhov

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Los primeros textos de Antón Chéjov, aquellos cuentos recopilados y presentados en 1886 y 1887, fueron escritos, según todos los indicios, con el fin de acabar con su pobreza y con la de su familia; sin embargo, las obras posteriores del autor mostrarían otras virtudes, conducidas por su indudable interés en el ser humano, aquel que poblaba sociedades y culturas sumidas en multitud de complicadas situaciones. Relatos breves como La señora del perrito (1898), piezas teatrales como La gaviota (1895), El tío Vania (1899) y El jardín de los cerezos (1904) o narraciones más comprometidas (La isla de Sajalín, 1895) nos muestran los difíciles días y las inquietantes noches de las existencias de algunos colectivos y algunas clases sociales.

Chéjov, fallecido el 15 de julio de 1904 (hace 120 años) y autor de una oferta de la que ahora Alba presenta precisamente La isla de Sajalín, mostraría toda su vida un gran interés por lo más dramático y grotesco del ser humano; Alexandre Dumas, hijo, presentaría siempre una inclinación evidente hacia clases sociales menos necesitadas, si bien su obra no estuvo exenta de crítica ni dejó de sufrir los problemas acarreados por la censura. Nacido hace dos siglos, el 27 de julio 1824, Dumas es conocido esencialmente por el alcance de su novela La dama de las camelias (1848) pero es autor de otras obras igual de entretenidas, como El amigo de las mujeres (1864) o La mujer de Claudio, de 1873.

Chéjov, Dumas: literatura popular y atractiva del siglo XIX. Como lo es la del mítico Lord Byron, fallecido el 19 de abril de 1824, igualmente hace dos siglos, creador de diferentes arbolados narrativos pertenecientes a dos mitades: la de Las peregrinaciones de Childe Harold y la de la popularísima conjunción de poemas que conforman Don Juan.

Chéjov, Dumas: literatura del siglo XIX