viernes. 02.08.2024
Viva la República
Viñeta de Iñaki&Frenchy

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Quisiera conocer/
la dimensión indescriptible/
que transfigura lo imposible en verdadero.

(Silvio Rodríguez)

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La tristeza es quizás
el mejor animal de compañía,
la fiera más doméstica,
pero también la más hambrienta.

(Francisca Aguirre)

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Concepto de empatría

La idea de empatría me invita a definir el amor a España por un sentido de pertenencia basado en el interés por la calidad de vida de los españoles, su igualdad, la calidad de su educación y su sanidad públicas, el respeto a los cuidados de vivir en comunidad, la solidez de sus derechos cívicos y laborales. Y me resulta muy extraño que se declaren nacionalistas y patriotas los que se dedican a evadir riquezas a paraísos fiscales, bajar impuestos equilibradores y degradar los servicios públicos y la igualdad de la ciudadanía.

(Luis García Montero)


No me gusta la Tauromaquia ni en su versión cultural, ni en la otra más popular, “lúdica” y salvaje. Me desagrada las Procesiones Religiosas (Católicas, o no) con o sin palio, con flores o sin ellas a María, las peinetas, las saetas y las puñetas de ciertos jueces que llevan ases en la manga puñetera. Detesto los desfiles militares, sus pasos marciales, su testosterona a flor de piel –puede incluso olerse -; más bien yo soy de los que el día de la Fiesta Nacional me quedo en la cama igual (Georges Brassens). Tampoco son de mi cuerda los días de puertas abiertas de los Cuarteles, las exposiciones de armas y utensilios bélicos a niños y mayores, las piruetas y exhibiciones del Ala 14. Una de las cuestiones que más me subyugan es ¿cuándo se va a proceder a jubilar a la cabra de la Legión?

Rechazo la Monarquía Borbónica, esa dinastía que nos tocó en la tómbola de la Historia desde la Guerra de Sucesión (1.700) y que ha dado sobradas razones, a lo largo de su trayectoria para, como poco, ser destinada al baúl de los recuerdos. ¡Menudo personal y, eso que se han moderado un poco, porque les va la Corona en ello! Demasiado boato, pompa y postín. Eso sí, el bribón sigue regateando en aguas gallegas y, además estoy seguro que el Emérito (tenemos cuatro coronas, dos princesas, dos infantas y demás familia real con la que componer una Corte y una baraja española), aunque vive desde el año 2020 en Emiratos Árabes Unidos, ¡toma ya exilio dorado!, no pasa calor ninguno. ¿Cuánto nos costará ese rubro? Será para ruborizarse.

Y digo yo, no es por zaherir, si soy capaz de elegir y revocar al Presidente de mi Club de Rugby (Alcobendas, para más señas), porque se me priva de la elección y derogación de la continuidad de la Dinastía Borbónica (referéndum) y el sufragio (plebiscito) de quien es o será la Representación de la más alta Magistratura de mi País. Bueno, pero ese ya otro terreno más escabroso y, al parecer, intocable.

Abomino de los curas pederastas sin castigo penal ni administrativo. Estoy harto de las inmatriculaciones fraudulentas de la Iglesia Española, 34.961 bienes desde 1998 (fincas, iglesias, templos y otras dependencias complementarias) y, para colmo, me fastidia las famosas X que hay que colocar, absurdamente, en las Declaraciones de Hacienda. Sin olvidar las promesas y declaraciones de autofinanciación hechas desde 1979 y que siguen durmiendo el sueño de los Justos. Se calcula que el Estado se gasta aproximadamente 250 millones de euros, que cada año ingresa a la Iglesia católica para financiar el culto el clero y el proselitismo religioso de la Conferencia Episcopal española, con los correspondientes adelantos mensuales a cuenta de varios millones de euros, como consecuencia del porcentaje de quienes señalan la casilla del IRPF, se detraen del monto total del Impuesto de la Renta”.

Me cansa tanta proliferación de voluntad política e ideológica, privatización neoliberal, de Escuelas Privadas y Concertadas – los únicos conciertos que me gustan son los que disfruto en la Auditorio Nacional –, dinero público que debería servir para ampliar, mejorar y promocionar la Escuela Pública Laica, la de todos. La que no tiene crucifijo, niñas y niños estudian juntos, y se educa a los pequeños ciudadanos en los conocimientos, habilidades y valores democráticos, además de en el espíritu crítico y la ausencia de discriminaciones de cualquier naturaleza.

Rechazo la Semana Santa, El Corpus Cristi, la Navidad, excepto la Fiesta de los Reyes Magos, por razones fácilmente comprensibles; ¡ah se me olvidaba: el mazapán me encanta!

Me fastidia esa idea tan extendida y asumida por todos, de poder tomar cañas y comerse una paella a partir de las 00:00 horas. Alguna vez, los españoles, deberíamos poner en cuestión nuestras costumbres y formas de vida. ¡Por favor, el ruido, el sonido a unos decibelios desmedidos! Lo mismo, encontrábamos algunas excentricidades perjudiciales para los seres humanos. No digamos nada del “botellón” y las toneladas de basura, en las calles, después de festejos y algarabías sin tino.

Me desagrada el Flamenco y el zapateado y no sé bien por qué. Necesito algún tipo de examen cultural para conocer este rechazo tan singular. José Saramago, el Nobel portugués, decía que menospreciaba el Fado (expresión musical prolongada en el tiempo), porque estaba estrechamente ligado a la Dictadura Salazarista.

Me subleva la discriminación laboral de los empleos peor pagados y más duros, desde el punto de vista de la exigencia física. La tendencia a menospreciar a quienes realizan trabajos comunitarios irremplazables, en plena precariedad y abuso de sus condiciones de vida y de trabajo. ¡Venga, digamos la verdad, nuestro racismo más que larvado, nuestra aparofobia contra el indigente, el que no tiene nada; ítems más las discriminaciones de clase social (clasismo)!

No iré jamás, en las condiciones actuales, al Valle de los Caídos; ya me sobra con los cientos de miles de compatriotas abatidos con infame saña desde valles, cunetas, muros de cementerios y demás lugares de memoria histórica; ahora, conocida por arte de birlibirloque de nuestra derecha extrema y la extrema derecha-, a ésta última me es difícil también considerarla paisanos míos; pero lo son -, en el eufemismo: concordia. Obviamente, el cementerio de Mingorrubio, en el Pardo; convertido en un parque temático de la Dictadura Franquista, con todos sus personajes finados que jugaron un papel esencial en el Régimen; no es una de las excursiones previstas por mi parte.

La Puerta del Sol, es del sol, el calor es insoportable sin sombra posible. Kilómetro 0 de la ignominia. En la sede de la Casa de Correos se desempeña como Presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid; la excelentísima señora Doña Isabel Ayuso. Antiguamente, antes de nuestra bendita Constitución, miles de conciudadanos sufrieron, en lo que se conocía como Dirección General de Seguridad (DGS), de muerte, secuestro, tortura, humillaciones, conculcación de los Derechos Humanos básicos y detenciones sin seguridad jurídica alguna.

No busquéis allí, en la Casa de Correos, antigua DGS, ninguna referencia a esos desafortunados que por ella pasaron y sufrieron. Aduce, la excelsa Presidenta, que no podemos colocar placas que conmemoran hechos que no nos unen, sino que nos separan. Es decir; que nuestros conciudadanos, admirados residentes del lugar, que lucharon por la Libertad, la Democracia y el respeto por un País mejor y más humano desunen, crean discordia. Si meditara un poco, admitiría que ella, democráticamente elegida debe su puesto legítimo actual, en parte, a esas gentes que se jugaron el pellejo.

Siento abyección por los beneficios impresionantes (impresentables) de las grandes empresas, los “lanzamientos” desahuciados, las/os trabajadoras/os pobres, las tasas de suicidio entre la gente joven, la vergüenza de una distribución de la riqueza, la gentrificación y otros “desastres” que pueden fácilmente justificarse con aquello de “pero hombre, eso es el mercado”, mientras se toca una campanita en la Bolsa.

Para terminar, aborrezco el “furbor” esa obscena canallada de cantidades estratosféricas en el “deporte rey” de élite. Vuelan los millones de euros, a golpe de talón. Competiciones que siempre ganan los mismos, porque “fichan” a todo futbolista excelente que se mueve por las inmediaciones, nunca mejor dicho, del área. A todo esto, las “cosas” andan misturadas: grandes empresas, empresarios de festín, dineros de monarquías árabes que quieren salvar su insalvables sus rostros espectrales, intereses inmobiliarios, dineros de derechos de imagen, pasta de retransmisiones televisivas exclusivas. En fin, el delirio y otra vez la testosterona de que somos los mejores. Gol, VAR, árbitros, trabajadoras/es pobres que transfieren sus magras rentas a especuladores sin piedad.

Bueno, yo he metido toda esta argamasa para unir ladrillos, bloques y piedras. El caso es que yo al final lo que, simplemente, quiero decir, ahora se lleva mucho, lo siguiente:

YO SOY REPUBLICANO ESPAÑOL, REPUBLICANO ESPAÑOL, REPUBLICANO ESPAÑOL.

Un patriota de pacotilla