Resulta incongruente que EEUU y la UE hayan reaccionado aplicando sanciones no a quien golpeó primero, Israel, sino a quién responde con clara intención de sólo amagar para avisar, Irán.
Las patrias culturales no acostumbran a identificarse con fronteras políticas y tienden a ser cosmopolitas. Esta lección de la historia debería tenerla muy en cuenta Europa.