Redoble de tambores
Se escenifican estas elecciones catalanas como un choque de trenes. A efectos de política espectáculo, el escenario es el mismo.
Se escenifican estas elecciones catalanas como un choque de trenes. A efectos de política espectáculo, el escenario es el mismo.
El argumentario del independentismo catalán se está emborronando cada día con tintes más y más sombríos.
Pedro Sánchez desgranó en el parlamento, una batería de propuestas de medidas de choque. La respuesta del ministro de Hacienda fue, literalmente: «Mandangas.»
Según La Razón, mientras tanta gente padece estrecheces, Manuela Carmena se ha largado de vacaciones a todo lujo.
El problema del federalismo va mucho más allá de Cataluña, y exige un pacto mucho más pegado al suelo y participativo entre los españoles.
No hay voluntad política porque seguimos inmersos en una sociedad patriarcal, porque la condición de mujer se sigue considerando una minusvalía.
¿Por qué, entre tantos temas diferentes como existen, no hablar también de sexo?
Una nación se sale por los descosidos de las circunscripciones administrativas. Estas, sean del nivel que sean, son algo mucho más mudable, incierto y aleatorio.
Mariano Rajoy despotrica de las ocurrencias de los demás, pero no lo malentiendan; la razón es que a él mismo no hay forma de que se le ocurra nada.
La alcaldesa Manuela Carmena, ese lobo feroz disfrazado de abuelita, se cansó un día de preguntar "pero ¿de dónde ha salido esa barbaridad?".
Alexis Tsipras ha conseguido evitar el Grexit, nada menos. Pero nada más. Ha acabado por ceder, porque el pueblo griego se lo ha pedido.
Pedro Sánchez ha dado el simbólico pistoletazo de salida a la cuestión pendiente de la reforma constitucional con el nombramiento de una “comisión de sabios”.
Leídas desde Atenas, me escandalizan pero no me sorprenden las diatribas unánimes de los medios digitales españoles contra Tsipras.
En los tiempos en los que Jordi Pujol vicerreinaba en Cataluña, en el PSUC abordamos la campaña para unas elecciones autonómicas bajo el lema «Hi ha una altra Catalunya»
Dejad caer a Grecia y caerá con ella Europa, un sueño colectivo hecho añicos en el suelo.