domingo. 30.06.2024
Mauricio Wiesenthal

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Torres-Remírez | @jostorresremrez

Cuando un lector se acerca a una novela de la que desconoce todo, se encuentra ante una de las grandes aventuras que puede disfrutar un bibliógrafo ¿Qué deparará la novela? ¿Cuál será el estilo del autor? ¿Cómo conseguirá transportar al lector? ¿Darle 20 páginas será suficiente o se tiene que esperar hasta la última frase para poder juzgar? ¿Será bueno un libro de un autor del que no se ha oído hablar?

Eso me ha ocurrido con “Las reinas del mar” (Editorial Acantilado) del escritor Mauricio Wiesenthal

¿Qué se puede encontrar el lector en este libro? Todo lo que la literatura promete y no deja indiferente a nadie. 

Lo primero que llama la atención es el estilo narrativo de Wiesenthal. Desde que Azorín lo predijera allá por la primera mitad del siglo XX en su ensayo “El cine y el momento”, la narración se ha visto modificada y afectada por la aparición del cine. Los recursos narrativos son totalmente distintos desde que existen las películas. Es la evolución lógica de la novela. Sin embargo, esto no se da en la novela “Las reinas del mar” ¿Significa que estamos ante una escritura arcaica o decimonónica? Para nada. El estilo del autor catalán es de lo más actual y fresco, pero no configura su narración en torno a una acción visual, sino que permite que la propia trama tome el control. Por ello las escenas y los pensamientos son la propia vida que va pasando. 

El estilo del autor catalán es de lo más actual y fresco, pero no configura su narración en torno a una acción visual, sino que permite que la propia trama tome el control

Las referencias que ha tenido el autor no podrían señalarse, pues su estilo es, sin lugar a dudas, único. Su libro tiene lo que todo escritor busca, presencia por sí mismo. Ningún otro autor podría haber escrito lo que Mauricio nos desvela entre estas páginas. Y, sin embargo, cuando se indaga más entre las líneas, se puede observar un sinfín de referencias. Fue Keynes quien dijo que todo aquel que tuviera una idea económica estaba bajo el influjo de las ideas de algún economista muerto, aunque no lo supiera. Lo mismo le ocurre a nuestro autor. 

Quizás el primero que aparece es el popular Stefan Zweig. No tanto por la manera de narrar, sino por la pasión al narrarlo. Esa pasión que se traduce en que el lector sabe que, a pesar de estar leyendo una historia, nunca será suya, sino del autor y que este le ha permitido conocerla. Con “Las reinas del mar” pasa exactamente lo mismo. Por muchos lectores que haya, ninguno tendremos ni voz ni voto en las interpretaciones que se le dé a lo que entre sus páginas acaece. No habrá posibles explicaciones ni interpretaciones. Sólo existirá la de Wiesenthal. 

A la par también recuerda a las nivolas de Unamuno. La acción no parece estar premeditada, sino que viene como la propia vida. Lo que surge, no es porque el autor lo haya decidido así, sino porque el propio protagonista ha decidido pasear hacia la derecha y no hacia la izquierda por el simple hecho de que ha pasado un perro. Cosas, que, aunque parezca alejado de la realidad, es lo más humano posible. No sabemos por qué hacemos las cosas, sólo sabemos que nos hemos sentido tentados a hacerlas y así ha sucedido. 

Es una novela cercana y popular. Ningún lector se va a sentir expulsado de las páginas, sino que se sentirá acogido y bienvenido

También nos encontramos con ese toque “chic”, que sólo un alma artística podría dar. Ese toque recuerda muchísimo a las historias y a la manera de narrar de Mildred Cram. Una de las grandes y olvidadas del siglo pasado. 

Y no podemos olvidarnos de todos los libros, ficción o no, sobre viajes que se han publicado desde siempre. Aunque no nos marchemos a la época medieval con Marco Polo o Ruy González de Clavijo. Sino recordemos aquellos editados en el siglo XIX y principios del XX se pusieron muy moda. Libros que abrían los horizontes. Lo mismo ocurre con este libro.

¿Zweig?¿Unamuno?¿Cram?¿González de Clavijo? A cualquiera puede parecerle que esta novela es de un académico para un público exclusivo y selecto que leen novelas que nadie entiende. Nada más lejos de la realidad. Es una novela cercana y popular. Ningún lector se va a sentir expulsado de las páginas, sino que se sentirá acogido y bienvenido. 

¿Y la trama? Como pueden ver, no he hablado nada de la trama de la novela. Ni lo pienso hacer. No se puede decir nada de lo que ocurre. Pues todo lo que se dijera sería falsear y degenerar lo que el lector puede encontrar ahí. 

Les propongo un primer viaje a su librería de confianza para que se hagan con la novela y una vez la tengan entre sus manos, los viajes no cesarán.  

‘Las reinas del mar’ o la reina de las novelas