HISTORIA DE LAS CIVILIZACIONES

La cultura Hongshan o Hung-shan

La Diosa de Hongshan de arcilla con ojos de jade, en el Museo Nacional de China.
Los últimos hallazgos muestran indicios del comienzo de una sociedad civilizada en la cultura Hung-shan.

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En el noreste de China, la cultura Hongshan fue precedida por la cultura Xinglongwa entre los año 6200 al 5400 a. C., la cultura Xinle del año 5300 al 4800 a. C. y la cultura Zhaobaogou, que puede ser contemporánea de Xinle y un poco más tarde.

El período de la cultura Hongshan coincide con el de la cultura Yangshao posterior, que forma parte de la sociedad matrilineal. Sin embargo, ha habido ciertos hallazgos que dan cuenta de que la cultura Hongshan muestra indicios del comienzo de una sociedad civilizada.

Introducción

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En el pasado se decía que el origen de la civilización china se encontraba en las llanuras centrales, y que la cultura al norte de la Gran Muralla había sido influenciada por ella, pero el descubrimiento de artículos de jade y de un conjunto de objetos rituales es algo muy inusual y, en consecuencia, ha despertado una gran curiosidad tanto dentro como fuera del país.

El descubrimiento de un altar, un templo y una serie de tumbas de la cultura Hongshan representa el mayor nivel de desarrollo cultural prehistórico en el norte de China, y los albores de la civilización china de 5000 años. El templo y el altar son las edificaciones de carácter ritual más importantes para adorar a los antepasados y al cielo.

El nombre se originó en el yacimiento arqueológico de Hongshanhou ubicado en el distrito de Hongshan, prefectura de Chifeng, descubierto por el arqueólogo japonés Torii Ryuzo en el año 1908, y excavado extensamente entre los años 1924, 1930 y 1935 por Kosaku Hamada y Mizuno Seiichi. Fue una cultura neolítica basada en la agricultura. Las figuras humanas y otros objetos de bronces desenterrados en estas ruinas son preciosos y valiosos.

Segundo lugar del sitio arqueológico de Niuheliang. Imagen tomada de 'China hoy' (1).

La cultura Yangshao del río Amarillo existió al mismo tiempo que la cultura Hongshan. Estas dos culturas interactuaron entre sí. Unas excavaciones descubrieron, entre otros restos Hongshan, el primer dragón de la cultura china, esculpido sobre jade en el año 1971.

En la frontera que une el sureste de la Región Autónoma de Mongolia Interior con la provincia de Liaoning se encuentra la ciudad de Chifeng. Al noreste de la localidad fluye el río Yingjin, en cuya orilla se erige una montaña roja conocida por los naturales de esta zona con los nombres de Wulan Hada, cuyo significado es “la montaña roja”.

Torso femenino, 3500 a. C. Wikipedia

El origen de sus nombres procede de una leyenda que narra cómo, en un pasado remoto, nueve diosas violaron las normas celestiales, lo que causó la cólera de Xi Wangmu, la reina madre de Occidente.

Las diosas, angustiadas por las consecuencias que sus actos podían acarrearles, derramaron de forma inconsciente un bote de colorete rojo mientras se maquillaban. La mayor parte de la sustancia acabó esparcida por la orilla del río Yingjin, por donde acabaría formando los cimientos de nueve montañas rojas.

Lo más mágico de esta bonita leyenda es que el maquillaje cayó en una zona en la que, a lo largo de 200.000 km2, ha permanecido escondida durante siglos una multitud de tesoros de un valor incalculable, capaces de describirnos con gran fidelidad cómo era la vida durante los inicios de la civilización china. Son los vestigios que legó para la posteridad la conocida como cultura Hongshan.

Originada entre 5.000 a 6.000 años atrás, en el periodo neolítico, Hongshan fue una civilización agrícola. Unas excavaciones realizadas en Chifeng en el año 1971, revelaron un hallazgo que asombró al mundo: el primer dragón de la cultura china.

El dragón es una pieza de jade de color negro y verde, alargada y con una forma transversal ovalada de entre 2,3 y 2,9 cm de diámetro. Presenta una postura que imita a una letra C de unos 26 cm de longitud, muy parecida a los caracteres que representaban a la palabra “dragón” en los huesos oraculares.

Cerámica de la cultura Hongshan. Museo de Mongolia. (Wikipedia)

Cuenta con una cabeza de tamaño relativamente pequeño, los labios extendidos ligeramente hacia afuera, como si estuviese dando un beso al aire, pero con la boca bien cerrada. La nariz finaliza en una forma achatada, aunque levantada en la punta, y lleva esculpidos dos agujeros para dar forma a los orificios de la nariz.

Tiene en el rostro dos ojos saltones en forma de rombo. Sobre la nuca le nace una crin ondulada cuya punta mira hacia adelante. En la espalda cuenta con dos agujeros paralelos, uno arriba y otro debajo, que permiten colgar al objeto de una cuerda.

La excavación del dragón de jade de Hongshan fue un hallazgo de una repercusión sin precedentes

La excavación del dragón de jade de Hongshan fue un hallazgo de una repercusión sin precedentes, pues confirmaba la veneración profesada desde sus orígenes, en China, a los tótems con forma de dragón.

Los arqueólogos sostienen que su figura no procede directamente de la apariencia de un animal, sino que es el resultado de la unión de las características de distintas especies.

Se cree que cuenta con cuernos de ciervo, cabeza de camello, boca de burro, ojos de tortuga, orejas de toro, escamas de pez, bigotes de gamba, abdomen de serpiente y patas de águila, aunque existen otras teorías que tratan de explicar desde otras perspectivas sus rasgos zoomorfos.

Vista lateral de la estatua de la diosa de Hongshan.

Se encontró en el yacimiento también una figura conocida como el “cerdo-dragón de jade”, un animal con cabeza de cerdo y cuerpo de serpiente del que, muy probablemente, habrían evolucionado los tótems con forma de dragón.

Además de confirmar hasta cierto punto el origen del animal mitológico, el cerdo-dragón de jade también es una prueba fehaciente de la enorme extensión del territorio que ocupaba la civilización china en sus orígenes y de su tendencia para absorber elementos de culturas diferentes.

Numerosos documentos describen multitud de tótems con forma de osos, dragones, tortugas, nubes o pájaros, relacionados con el emperador Amarillo. Todos estos motivos han sido hallados en los ingenios que dejó como legado la cultura Hongshan.

Además de los objetos de jade, también es digno de mención un rostro femenino modelado en arcilla al que se le ha atribuido el nombre de la diosa de Hongshan y cuya imagen ha llegado a ser considerada como la Venus de Oriente.

Numerosos documentos describen multitud de tótems con forma de osos, dragones, tortugas, nubes o pájaros

A principios de la década de los años 1980, un grupo de investigadores halló en el sitio arqueológico de Niuheliang, en el que se encuentran restos de finales del periodo primitivo de la cultura Hongshan, el rostro completo de una diosa anterior mente explicada.

Cuenta con un tamaño muy similar al de una persona real, un semblante color rojo bermellón, los pómulos resaltados, una frente redondeada, una nariz chata y un mentón pronunciado. Presenta los rasgos faciales comunes de los mongoles, muy cercanos a los que distinguen en la actualidad a los habitantes del norte de China.

Ornamento de jade.

En la cuenca de los ojos tiene incrustadas dos bolas de jade, puro y cristalino, que le aportan una mirada repleta de expresividad. Lo más notorio es que, junto al rostro, se encontraron fragmentos de cuerpos de varias diosas esculpidos en arcilla de colores cuyo valor artístico es comparable al de la Venus de Milo hallada en Occidente.

Durante su excavación, los arqueólogos se quedaron atónitos al descubrir que, a través de las cavidades de uno de los brazos de arcilla, se podían distinguir los huesos a la perfección, por lo que se especula que las imágenes podrían ser fieles representaciones del cuerpo humano de aquella época.

El descubrimiento de los fragmentos de arcilla de la diosa de Hongshan recuerda a Nüwa, madre de la civilización china

Dichos fragmentos no solo serían una obra de arte, sino también un modelo perfecto y de enorme valor para etnólogos e historiadores. Al fin y al cabo, son cuerpos femeninos que han sobrevivido a más de 5.000 años de historia, para revelarnos con detalle cómo era el físico de quienes habitaron China en tiempos tan remotos.

El descubrimiento de los fragmentos de arcilla de la diosa de Hongshan recuerda a Nüwa, madre de la civilización china y responsable de engendrar con barro a su pueblo.

Cuenta la leyenda que Nüwa, además de utilizar el barro para concebir al ser humano, también dio forma a infinidad de instrumentos musicales y herramientas, instauró el matrimonio y, después de que el cielo comenzara a derrumbarse poniendo en peligro la supervivencia de los seres que ella había creado, lo reconstruyó usando piedras con sus propias manos.

El dragón de jade en forma de C de la cultura Hongshan.

Por consiguiente, hay quien opina que debería ser ella la diosa adorada en los mitos y leyendas de todas y cada una de las etnias, pues es la principal responsable de la protección de la humanidad.

La Diosa de Hongshan se encuentra envuelta en el enigmático poder de la tradición y los mitos modelados en arcilla y memoria, originada entre los años 5.000 a 6.000 años a.C., en el periodo neolítico.

De Niuheliang al Templo del Cielo

A unos tres kilómetros al sur de la Ciudad Prohibida en Beijing, se ubica un complejo de edificios ceremoniales. Se trata del famoso Templo del Cielo, el lugar donde los emperadores de las dinastías Ming y Qing realizaban ceremonias de adoración al cielo cada solsticio de invierno.

En el otoño y el invierno del año 1983 se descubrió la tumba de piedra de Niuheliang y posteriormente el sitio del templo de la diosa

El complejo ceremonial tiene una larga historia. El concepto arquitectónico conformando por un altar de tres pisos, un cielo redondo y un piso cuadrado, además de la disposición a lo largo de un eje central donde el templo se ubica al norte y el altar al sur, para rendirle culto al cielo y a los antepasados, se remonta al antiguo reino de Hongshan hace 5500 a 5000 años.

En el otoño y el invierno del año 1983 se descubrió la tumba de piedra de Niuheliang y posteriormente el sitio del templo de la diosa. Estas dos estructuras, más un altar en el sitio de Dongshanzui, a 30 kilómetros de distancia, forman la tríada “altar, templo y tumba”. Se trata de las reliquias dejadas por el pueblo Hongshan en la cuenca del río Daling, donde llevaron a cabo importantes ceremonias de sacrificio.

La agricultura

Vasija de cerámica cilíndrica pintada, cultura Hongshan. 4700 al 2900 a. C.
Museo Nacional de China, Beijing.

De manera similar a la cultura Yangshao, la cultura Hongshan cultivaba mijo. Los análisis de isótopos revelaron que el mijo contribuía hasta el 70% de la dieta humana en el Hongshan temprano y hasta el 80% en el Hongshan tardío.

Este hecho nos sorprenderá mucho, pues mientras la cultura Liangzhu el producto que era la base de su alimentación era el arroz, ahora nos encontramos con la civilización Hongshan es el mijo.

Pero esto no debe de extrañarnos, pues actualmente China tiene un doble alimento básico. Mientras en el sur, en la cuenca del río Yangtsé el alimento básico es el arroz como era en la civilización Liangzu, en la zona norte en torno al río Amarillo se cultiva mayoritariamente el trigo.

Los Elementos básicos de enterramiento

Los elementos funerarios de Hongshan incluyen algunos de los primeros ejemplos conocidos de trabajo con jade. La cultura Hongshan es conocida por sus dragones cerdo de jade y dragones embrionarios. Las figurillas de arcilla, incluidas las de mujeres embarazadas, también se encuentran en todos los sitios de Hongshan. Se encontraron pequeños anillos de cobre.

La religión

Humanoide/dragón del cultura Hongshan. (2)

El sitio arqueológico de Niuheliang es un complejo ritual único asociado con la cultura Hongshan. Los arqueólogos han descubierto un complejo de templos subterráneos, que incluía un altar, y también mojones en Niuheliang. El templo fue construido con plataformas de piedra, con paredes pintadas. Humanoide/dragón del cultura Hongshan

Se le ha dado el nombre de Templo de la Diosa debido al descubrimiento de una cabeza femenina de arcilla con ojos incrustados de jade. Era una estructura subterránea de un metro de profundidad. En sus paredes se incluyen pinturas murales.

Dentro del Templo de la Diosa hay figurillas de arcilla tan grandes como tres veces el tamaño de los humanos de la vida real. Las figuras extremadamente grandes son posiblemente deidades, pero este fenómeno religioso no se da en ninguna otra cultura china.

La existencia de redes comerciales complejas y arquitectura monumental como son las pirámides y el Templo de la Diosa, apuntan a la existencia de una jefatura en estas comunidades prehistóricas.

Olla de cerámica con forma humana, estimada entre 4.000 y 5.000 años de antigüedad. (3)

También se descubrió cerámica pintada dentro del templo. Se han desenterrado más de 60 tumbas cercanas, todas construidas de piedra y cubiertas por montículos de piedra, que a menudo incluyen artefactos de jade.

También fueron descubiertos en lo alto de dos colinas cercanas, con tumbas escalonadas redondas o cuadradas, hechas de piedra caliza apilada. Enterradas en el interior había esculturas de dragones y tortugas. Se ha sugerido que el sacrificio religioso podría haberse realizado dentro de la cultura Hongshan.

El desarrollo de la civilización china

Algunos arqueólogos chinos ven la cultura Hongshan como una etapa importante de la civilización china temprana. Se piensa que la cultura Hongshan ejerció una influencia en el desarrollo de la civilización china primitiva.

Se creía que la región donde se desarrolla la cultura Hongshan era un total desierto durante el último millón de años

Se creía que la región donde se desarrolla la cultura Hongshan era un total desierto durante el último millón de años. Sin embargo, un estudio del año 2015, encontró que esta región disponía de ricos recursos hídricos junto a lagos y bosques profundos que existieron desde hace 12.000 años hasta hace 4.000 años.

Se transformó en desierto por el cambio climático que comenzó hace aproximadamente 4.200 años. Por lo tanto, la gente de la cultura Hongshan pudo haber emigrado al sur, al valle del río Amarillo hace aproximadamente 4.000 años e introdujo sus elementos culturales característicos a la civilización china primitiva.

La evidencia arqueológica descubierta en el sitio Miaozigou, en la zona norte de la cultura Yangshao del río Amarillo, provoca que se especule que la cultura Yangshao es el origen de las lenguas sino-tibetanas, demostró las influencias culturales de Hongshan.

Esta cultura también puede haber contribuido al desarrollo de asentamientos en la antigua Corea. Sin embargo, la cultura Hongshan también se usa comúnmente en la pseudohistoria coreana.

Wikipedia.

Feng Shui

Tal como lo sugiere en los primeros sitios de la cultura Yangshao, los sitios de la cultura Hongshan también proporcionan la evidencia más antigua del feng shui. La presencia de formas redondas y cuadradas en los centros ceremoniales de la cultura Hongshan sugiere una presencia temprana de la cosmografía gaitiana “cielo redondo, tierra cuadrada”.

El feng shui primitivo se basó en la astronomía para encontrar correlaciones entre los humanos y el universo.

¿Por qué Surge la civilización Hongshan?

Hace al menos 8000 años se formaron tres grandes grupos étnicos en el norte de China. Aquellos que confeccionaron la cerámica con vetas de cuerda vivían en el curso medio del río Amarillo, principalmente en la cuenca del río Weihe; los que crearon la cerámica con vetas de zigzag vivían principalmente en el oeste de Liaoning; mientras que el grupo que había confeccionado la cerámica más simple se encontraba en el curso inferior del río Amarillo, al este de las montañas Taihang.

La cultura y la civilización Hongshan son el resultado del encuentro, el intercambio y la integración entre estos tres grupos.

La cultura Hongshan se convirtió en una sociedad civilizada hace más de 5000 años

Durante decenas de miles de años, el antiguo reino de Hongshan experimentó un desarrollo cultural sólido y, a la vez, mantuvo estrechos intercambios con la cultura circundante de Yangshao, que se encontraba principalmente en la llanura del norte de China.

La convergencia de las culturas del norte y del sur de China no solo fue una fuerza motriz para que la cultura Hongshan se convirtiera en una sociedad civilizada hace más de 5000 años, sino que también contribuyó como cimiento para la formación de la unidad pluralista de la civilización china.


BIBLIOGRAFÍA

Allan, Sarah. “La formación de la civilización china: una perspectiva arqueológica”.
Chang, Kwang-chih. “La arqueología de la antigua China”.
Nelson, Sarah Milledge. “La arqueología del noreste de China: más allá de la Gran Muralla”.

(1) China Hoy
(2) Instituto Confucio
(3) Spanish People Daily