domingo. 30.06.2024

Ainhoa Mela | @ainhoacriticas

El pasado 2021 las noticias sobre una pandemia en pleno apogeo tuvieron que compartir espacio en las portadas con una revolución en Wall Street que amenazó a los mercados mundiales durante días y cambió el modo de invertir. Hablamos del caso de Gamestop, una pequeña empresa de videojuegos al borde de la quiebra cuyas acciones pasaron a convertirse de la noche a la mañana en las más cotizadas de la bolsa estadounidense, haciendo perder millones a las grandes élites financieras.

Cómo fue esto posible es lo que nos narra “Golpe a Wall Street” la nueva película del director australiano Craig Gillespie quien tras sus éxitos “Cruella” y “Yo, Tonya” regresa a la gran pantalla para contarnos cómo un grupo de ciudadanos ordinarios confiaron en las recomendaciones del youtuber Keith Gill e invirtieron masivamente en una empresa a la que llevaron a lo más alto de la bolsa estadounidense. 

La película trata una historia aparentemente difícil de entender para un público al que la jerga bursátil le puede quedar muy lejos

De una forma entretenida y desenfadada, la película trata una historia aparentemente difícil de entender para un público al que la jerga bursátil le puede quedar muy lejos. Pero gracias a una trama simplificada, Craig Gillespie consigue mantener la atención del espectador introduciéndole en una especie de lucha entre David y Goliat. Por un lado, la película se afana en mostrarnos lo comunes que eran aquellos pequeños inversores que hicieron perder grandes cantidades de dinero a las grandes corporaciones del país. Enfermeros, dependientes mileuristas o simples estudiantes, todos se movieron no por decisiones estratégicas sino por la confianza que tenían en un “gurú” financiero que decidió apostar su dinero a una empresa irrelevante del mercado y animó a sus seguidores a hacer lo mismo. En una nueva muestra del poder de las redes sociales, que acercan desconocidos y crea lazos de proximidad a través de una pantalla, personas corrientes hicieron tambalear los cimientos de un sistema enfrentándose a un Goliat representado por las compañías multimillonarias dueñas de la Bolsa, quienes se afanaron por restablecer el “status quo”, ese en el que los ricos siempre ganan. 

Con un estilo que a veces se acerca a un “falso documental”, el largometraje intercala escenas de la película con videos reales de noticias, reportajes televisivos y comisiones de investigación. Craig Gillespie huye de un montaje alterno que podria crear más confusión a un espectador más atento al fondo de la historia y a no perderse en medio de un vocabulario a veces demasiado técnico; por el contrario, el director opta de manera acertada por contar la historia a través de un montaje lineal con el que los acontecimientos se suceden en la película en perfecto orden cronológico. Todo ello le permite al espectador seguir paso a paso los meses que llevaron a una crisis nunca vista y a no perderse en la maraña de repercusiones que este hecho tuvo, las cuales no fueron sólo mediáticas, sino también políticas y económicas.

El largometraje intercala escenas de la película con videos reales de noticias, reportajes televisivos y comisiones de investigación

Políticos y periodistas aparecen como si fueran actores más de una película que ya cuenta de por sí con un elenco espectacular lleno de rostros conocidos. Desde el actor Paul Dano a quien recientemente hemos visto como padre de un joven Spielberg en “Los Fabelman”, pasando por el cómico Seth Rogen (Pam y Tommy)hasta America Ferrera cuyo proyecto más reciente “Barbie” ha batido récords; todos ellos se unen para contar esta historia que lejos de ser pretenciosa sólo busca, entre pinceladas de crítica y humor, hacer entender hasta los públicos menos familiarizados con la bolsa y sus vocablos. 

En una hora y media escasa y muy agradecida en los tiempos que corren donde priman los largometrajes que superan las dos horas, Craig Gillespie consigue explicar de manera clara, atractiva e ingeniosa un evento de la historia más reciente que puso en jaque el mercado estadounidense, llevando a los espectadores una película que si bien no será recordada como una de sus mejores sí es una de esas que merece la pena ver.


Golpe a Wall Street (Dumb Money): Estreno en cines en España: 6 de octubre

Golpe a Wall Street