viernes. 16.08.2024

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Vicente I. Sánchez | @Snchez1Godotx

Tras el éxito de Océano Negro, el guionista Martin Quenehen y el dibujante Bastien Vivès regresan con La reina de Babilonia, retomando al mítico personaje de Corto Maltés, creado por Hugo Pratt. Aunque no es una continuación directa de su obra anterior, el nuevo cómic incluye múltiples guiños narrativos y elementos que conectan ambas historias. Esto sugiere que los autores franceses podrían seguir ampliando las aventuras de este icónico marino en futuros trabajos.

Corto Maltés: La reina de Babilonia no solo destaca por su propuesta narrativa, sino también por su importancia en el contexto personal del dibujante Bastien Vivès. Este es su primer trabajo publicado después de enfrentar falsas acusaciones de incesto y pornografía en su obra, lo que resultó en numerosas cancelaciones, incluyendo su participación en el prestigioso festival de cómic de Angulema. Vivès ha defendido repetidamente su libertad creativa, afirmando que sus obras son completamente ficticias y desligadas de la realidad. Por lo tanto, Corto Maltés: Reina de Babilonia no solo es un excelente cómic que continúa las aventuras del personaje creado por Pratt en 1967, sino también un símbolo de la libertad de expresión.

‘Corto Maltés: Reina de Babilonia’ no solo es un excelente cómic, sino también un símbolo de la libertad de expresión

En cuanto a la trama, la historia se sitúa en Venecia, en octubre de 2002. Corto está acompañado por Semira (nombre que hace referencia a la legendaria reina asiria), una mujer enigmática que, al igual que él, oculta muchos secretos. Juntos planean un robo a unos traficantes de armas. Sin embargo, tras una traición dolorosa y sangrienta, Corto se embarca en una nueva aventura que lo llevará por Sarajevo, Estambul y el desierto de Irak.

Quenehen y Vivès presentan una historia con un tono serio y casi onírico, narrada a través de episodios breves y deliberadamente incompletos. Lo que destaca de esta aventura es su sutileza y belleza, ya que invita al lector a completar la historia en su propia mente. No es que no haya una trama clara en Corto Maltés: La reina de Babilonia, pero todo está envuelto en un halo de misterio y ensueño que a menudo desvía la atención de la narrativa principal.

En esta obra lo verdaderamente importante son los personajes y cómo los presentan los autores. Siguiendo la esencia que Hugo Pratt definió, la historia está llena de seducción, aventuras y de personajes históricos que realmente existieron. Un ejemplo es Ismet Bajramović, más conocido como Ćelo, una figura controvertida de la guerra de los Balcanes, que oscilaba entre héroe y villano. Ćelo estuvo involucrado en tráfico de armas y drogas, pero también jugó un papel crucial en la defensa de Sarajevo durante el asedio de 1992. Otro personaje notable que aparece en la obra es Gina Haspel, directora de la CIA entre 2018 y 2021, y una figura clave en la invasión de Irak por parte de EE.UU. en 2003.

El trabajo artístico, en blanco y negro, es absolutamente maravilloso, con cada viñeta cuidadosamente elaborada

Sin perder la esencia aventurera y seductora de Corto Maltés, Quenehen y Vivès han logrado revitalizar y expandir sus aventuras al siglo XXI, un desafío que no era fácil tras la muerte de Hugo Pratt en 1995. Es evidente que esta obra está inspirada por el amor y la admiración hacia el original, algo especialmente notable en el dibujo. Vivès ha recreado a un Corto Maltés muy realista en el que todas sus emociones son palpables. El trabajo artístico, en blanco y negro, es absolutamente maravilloso, con cada viñeta cuidadosamente elaborada. Los contrastes entre sombras refuerzan la sensación de estar inmersos en un recuerdo.

Norma Editorial nos ofrece una cuidada edición en cartoné, que incluye en su parte final una serie de bocetos que muestran el fascinante proceso creativo de Martin Quenehen y Bastien Vivès. Desde aquí, solo podemos esperar que continúen brindándonos más de las maravillosas aventuras de Corto Maltés.

Vuelve Corto Maltés en ‘La reina de Babilonia’