jueves. 27.06.2024
Jessica Chastain y Peter Sarsgaard

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Celín Cebrián | @Celn4

Dirigida por el mexicano Michael Franco y protagonizada por Jessica Chastain, Peter Sarsgaard, Merritt Wever, Elsie Fisher, Brooke Timber, Jessica Harper y Josh Charles, la película sigue a Sylvia, una trabajadora social que lleva una vida simple y estructurada, la cual da un vuelco cuando Saúl la sigue hasta su casa desde una reunión de exalumnos del instituto. Aquí se abre la puerta del pasado y, a medida que avanza el relato, comienza una historia increíblemente dura pero, al mismo tiempo, positiva, que discurre por un camino emocional lleno de barro por cuya intimidad han transitado esas personas y sobre el que han guardado silencio durante mucho tiempo, hasta que alguien se rompe por dentro. 

Jessica Chastain y Peter Sarsgaard son dos fortalezas que se apoyan el uno en al otro, dos actores geniales, excelentes, antes, durante y después, y que seguramente lo serán siempre. 

Una historia increíblemente dura pero, al mismo tiempo, positiva, que discurre por un camino emocional lleno de barro

La protagonista está dedicada a su hija y el trabajo, acude a las reuniones de Alcohólicos Anónimos, hasta que un día todo salta por los aires. Vuelven los fantasmas, los abusos, la adolescencia, el pasado. Y entonces comienza un drama fascinante, lleno de sensibilidad y generosidad, en el que dos personas heridas, vulnerables, se tratan con una delicadeza tan extraordinaria como extraña. 

La película ganó la Copa Volpi del Festival de Venecia al Mejor Actor. La información nos la facilita el director lentamente, de forma gradual, con tal que las piezas vayan cuadrando y, sobre todo, se puedan justificar ciertos comportamientos de los personajes. Quizás sea el filme más redondo   de su director, con unas actuaciones inolvidables, sin dejar de hurgar en el interior de cada en la búsqueda de ese registro emocional que conmueva al espectador.

Es una película independiente, tanto es así que los actores llegaron a prestar parte de su propia ropa y, en ocasiones, hasta se maquillaron ellos mismos

Ella es una madre soltera que lleva sobria 13 años; él padece demencia y pérdida de memoria. Lo que no impide que haya secuencias cargadas de emociones, con la cámara quieta y sin sermón alguno de por medio. Es una película independiente, tanto es así que los actores llegaron a prestar parte de su propia ropa y, en ocasiones, hasta se maquillaron ellos mismos. No estamos en una metrópolis radiante, sino en una Nueva York cotidiana, de colores fríos. También podríamos pensar que con esa puesta en escena lo que se busca es la lágrima fácil y el premio de cualquier concurso. Pues no. Jessica Chastain y Peter Sarsgaard interpretan a sus personajes de forma sorprendentemente reservada, apoyados por un sutil trabajo de cámara, que evita en gran medida los primeros planos. Me parece honesto hasta el cansancio en los rostros de los protagonistas y una actuación desprovista de toda vanidad.

Al ver esta película, uno puede preguntarse: "¿Podemos escapar de nuestras sombras?” Esa es la historia que nos cuenta: la fortaleza que hay en el ser humano para dejar atrás el pasado y reconstruir el presente desde la anda, incluso desde la miseria personal. Y qué mejor manera de hacerlo que echar mano de una fábula romántica construida con personajes rotos e instalada en la realidad, una realidad que nos la va contando con detalles, a veces mínimos, del día a día, gota a gota… y así vamos entrando en una espiral de inseguridad, de incertidumbres, de gente débil que se encierra en su guarida, en un mundo claustrofóbico, sin que haya un atisbo para la esperanza. Pero luego todo surge, fluye, incluido el amor, y la química entre los actores, porque la vida sigue y las piezas comienzan a encajar y, donde antes había oscuridad, ahora hay luz.

‘Memory’ toca diversos temas que van desde el abuso, la violencia, la recuperación   hasta el poder redentor de la intimidad sexual

Como dice su director: "Soy el productor de todas mis películas porque así mantengo el control total y puedo decidir. Y aunque escucho mucho a todo el mundo, hago lo que creo que debo hacer, porque para mí el cine es una expresión personal. Más dinero de las productoras significa menos libertad". 

Memory toca diversos temas que van desde el abuso, la violencia, la recuperación hasta el poder redentor de la intimidad sexual, pero también de lo que proclama su título, la memoria, y cómo esta se acumula a lo largo de la vida para formar una identidad, una memoria poco fiable, con   recuerdos difusos, porque la memoria siempre nos invita al debate, pero sin recurrir al sentimentalismo, sino todo lo contrario, es un estudio conmovedor de cómo cada uno de los dos protagonistas intentan mantener algún tipo de relación entre ellos a pesar de todas las dificultades e inconvenientes. 

Y así llegamos a la secuencia final, que es maravillosa.

'Memory', oro líquido entre las manos "con su blanca palidez"