domingo. 30.06.2024
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Ainhoa Mela | @ainhoacriticas

En esta época en la que vivimos una aparente falta de creatividad en Hollywwod con precuelas, secuelas, remakes y películas biográficas que proliferan por doquier, los estudios parecen haber encontrado en la intensa vida de músicos y artistas la fuente de inspiración para unas películas, la mayoría de ellas, de calidad y éxito modesto.

Freddy Mercury en Bohemian Rhapsody (2018), Elton John en Rocketman (2019), Aretha Frankin en Respect (2021), Whitney Houston en I wanna dance with somebody, (2022) o Bob Marley este mismo año en One love; estos son sólo algunos de los músicos que han visto en los últimos años cómo su vida es llevada a la gran pantalla. Una lista a la que ahora hay que añadir a la artista británica Amy Winehouse cuya célebre, trágica y siempre polémica historia llega a los cines con Back to black de la mano de la directora de 50 sombras de Grey, Sam Taylor-Johnson.

Buscando narrar su corta y meteórica carrera y su compleja vida personal, Back to black prescinde de preámbulos y de la infancia de la artista para situar al espectador directamente en el inicio de la acción: el momento en el que una Amy desconocida capta la atención de una de las discográficas más importantes de Reino Unido con su primera maqueta Stronger tan me, momento que dio paso a la grabación de Frank, un álbum debut aclamado por crítica y público.

Pero cuando la película deja de lado una carrera profesional netamente detallada y entra en escena la vida personal de la artista es cuando el guion, que en sus inicios parecia prometedor, acabada perdiéndose para caer en la más absoluta insulsez. Algo que desconcierta y que resulta del todo inverosímil teniendo en cuenta la vida que nos ocupa.

Y es que a pocas personas les es del todo desconocido que la biografía de Amy Winehouse estuvo marcada por una tormentosa relación nada exenta de escándalos que llenó portadas de revistas y horas de televisión y el abuso de alcohol y sustancias que acabaron con su carrera y su vida de forma prematura. No en vano Amy Winehouse forma parte del trágico club de los 27, compuesto por artistas populares como Jim Morrison o Kurt Cobain que murieron con esa edad, la gran mayoría de ellos como consecuencia del abuso de drogas y alcohol.

Pero para una vida tan convulsa como fue la de Amy Winehouse, Back to black parece en muchos momentos una balsa de aceite. Porque si algo tiene la película es una historia falta de tensión y dramatismo que resulta cada vez más escandalosa con el paso de los minutos, dejando al espectador frío e indiferente.

Y es que el guion del británico Matt Greenhalgh ,encargado de ensamblar para el cine esta historia, si de algo peca es de conformismo, limitándose durante incontables minutos a reproducir hechos públicos de la vida de la artista con miedo a aventurarse en la mente de una Amy compleja y atormentada por sus demonios.

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Así, Back to black lejos queda de la intensidad y oscuridad que envolvió la vida de la artista británica con una protagonista que tampoco consigue dar la talla. Marisa Abela, la actriz que da vida a Amy Winehouse no tenía una tarea sencilla. Trece años despues de su muerte la cara de la cantante sigue grabada en la mente de un público que todavia escucha su particular tono de voz a través de unas canciones llenas de vivencias personales.

Sabedora de ello Marisa Abela lo intenta. Pero poco acierta la actriz al imitar y no hacer suyo al personaje. El resultado: una actuación desbordada de continuas muecas, gestos y expresiones lejos de la naturalidad que dejan una encarnación falta de profundidad y aristas.

Tampoco ayuda el hecho de la actriz se aventura a poner su propia voz en algunas de las canciones de la artista que suenan en la película (algo que en un inicio no estaba planeado). Y es que no son pocas las escenas en las que Marisa Abela imita, con poco éxito, la forma tan particular que tenía la cantante británica de frasear sus letras; momentos que ya han sido objeto de alguna que otra mofa en reino Unido tras el estreno de la película en el país el pasado mes de abril.

Pero ahora, tras un mes y medio de espera, será el público español el que a partir del 31 de mayo podrá adentrarse en la vida y obra de Amy Winehouse con un biopic entretenido, aunque falta de ambición, drama y desgarro y que, lejos de simplismos, pretende hacer justicia a la complejidad de factores (prensa sensacionalista incluida) que nos privaron de una de las mejores voces de su generación demasiado pronto.

'Back to black': un biopic insulso sobre la vida y obra de Amy Winehouse