jueves. 18.07.2024

Las primarias son para el verano

El día 2 de abril, Zapatero presumía en una entrevista concedida a varios medios internacionales de contar con un apoyo “impresionante” en el PSOE. Y desde luego lo demostró en la reunión del Comité Federal que se celebró ese mismo día. Las opciones estratégicas para manejar la sucesión en el cartel electoral socialista eran varias. Entre los militantes y entre los dirigentes del PSOE se daban opiniones diversas.

El día 2 de abril, Zapatero presumía en una entrevista concedida a varios medios internacionales de contar con un apoyo “impresionante” en el PSOE. Y desde luego lo demostró en la reunión del Comité Federal que se celebró ese mismo día. Las opciones estratégicas para manejar la sucesión en el cartel electoral socialista eran varias. Entre los militantes y entre los dirigentes del PSOE se daban opiniones diversas. Sin embargo, una vez Zapatero estableció su “hoja de ruta”, todo el Partido Socialista lo acató disciplinadamente. Es probable que en la historia del PSOE nunca antes un secretario general haya dispuesto de tanta autoridad.

Efectivamente había alternativas. Había quien pensaba que lo mejor era resolver la sucesión de forma rápida y democrática, para eliminar incertidumbres y afrontar los retos del país y del partido con la garantía de un liderazgo claro y firme. Había, por el contrario, quienes consideraban que lo mejor era aplazar todo el debate sucesorio para evitar imágenes contraproducentes de interinidad. La decisión final de Zapatero ha sido un mix. Anuncia hoy que no concurrirá como candidato a las próximas elecciones, pero traslada en el tiempo la elección del sucesor.

La estrategia marcada conlleva tres “deberes” para los socialistas, que el secretario general remarcó en su alocución al Comité Federal. Primero, perseverar desde el Gobierno para que las reformas en marcha aceleren la salida de la crisis y sitúen al país en la rampa del crecimiento competitivo y capaz de crear empleos. Quedan 365 días de mandato popular para el Gobierno socialista, y Zapatero asegura que no desperdiciará ni uno solo. Estabilidad institucional y determinación política desde el Ejecutivo, ésta es la primera receta.

El segundo encargo consiste en ganar las elecciones del 22 de mayo. Para ello, y a diferencia de lo manifestado por otros dirigentes socialistas, Zapatero no recomienda eludir el debate sobre la política nacional. Según el Presidente, los ciudadanos valorarán el conjunto del “proyecto socialista”, incluido su papel en el Gobierno de España. Es más, Zapatero considera que el trabajo del Gobierno nacional en materia de derechos sociales, por ejemplo, constituye un aval muy positivo para todos los candidatos a las alcaldías y las presidencias regionales en la campaña que se avecina.

La tercera tarea pendiente es la elección del candidato socialista en las elecciones generales del año 2012. Zapatero renuncia aquí a señalar un sucesor. En el PSOE, la garantía contra el “dedazo” no está en la voluntad del secretario general, sino en las normas que establecen un procedimiento democrático de primarias. Y fue el equipo de Zapatero quien propuso tal norma en el último Congreso socialista. Eso sí, el secretario general ha marcado los tiempos. No habrá primarias hasta el verano. Mientras tanto, el partido en su conjunto se conjura para evitar la anticipación de un debate que restaría energías ante el desafío de unas elecciones autonómicas y municipales que no se presentan fáciles.

Tres “deberes” tan necesarios como complejos de cumplir. La derecha no ha tardado en denunciar la falsa interinidad del Gobierno para reclamar elecciones generales e interrumpir el proceso de reformas en marcha. No parece haber digerido bien la noticia. Centró tanto sus baterías en criticar al aún Presidente que, de pronto, se quedó sin discurso. Hoy, la insoportable levedad de la alternativa del PP es más evidente que nunca.

También será difícil situar la atención imprescindible del elector en el escenario político local y regional de cara a los comicios del 22-M, toda vez que, como dice el Presidente, los ciudadanos valorarán el proyecto conjunto del PSOE para España. Se trata ahora de confiar en la madurez democrática de una ciudadanía muy consciente ya de lo que se juega y de lo que se vota en cada cita electoral. Como se ha dicho en estos días, la aplicación del copago sanitario o educativo, como propone el PP, no es cosa del Gobierno nacional, sino de los Gobiernos autonómicos que salgan de las urnas el 22-M.

Y tampoco será fácil evitar que cada frase y cada gesto de cada dirigente socialista en esta campaña se interprete en clave sucesoria, más allá de su voluntad para cumplir el mandato del Comité Federal. Sin embargo, ese es el reto.

En definitiva, había otras opciones, pero toca lo que toca. El Gobierno a las reformas para sacar al país de la crisis. El partido a ganar las elecciones del 22 de mayo. Y los sudores de las primarias, para el verano.

Las primarias son para el verano
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