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En pleno proceso de preparación de un libro sobre la SEAT de 1969 a 1984, coordinado por Silvestre Gilaberte, sobre las importantes acciones desarrolladas en la que era la principal empresa española en aquel momento y la experiencia sindical y política que representaron, he tropezado con este librito, escrito con Manuel Pujadas en 1975 [1], sobre las “elecciones “sindicales” de 1975 convocadas en el marco de la CNS, del sindicato vertical franquista. 1975, es decir hace casi 50 años. En la medida que se empieza a recordar y reivindicar lo significativo de lo vivido hace 50 años, me ha parecido de interés bucear en lo entonces escrito y cuyo índice da una idea ya muy próxima a sus contenidos:
- Dar la palabra a los trabajadores
- Nuevos dirigentes en la larga marcha del movimiento obrero: Manuel Gordillo Sánchez (AEG)
- Aprender desde el poder: María Tobaruela Gárate (Metro).
- La banca al copo a pesar de todo: Alfredo Clemente Conte (Central) y Ángel Alfaro Tanco (Guipuzcoano)
- La victoria obrera nunca es fácil: Francisco Amorós García (Pegaso).
- Los derechos sindicales en la construcción: José M. Bores y Juan Vargas Pérez (Portolés y Cía.)
- El sindicalismo de clase en la pequeña empresa: Josep Cervera Pastor (Establecimientos Maragall)
- Larga historia sindical: Agustí Prats Martí (Medir) e Isabel Zuazo Díez (Serman)
- Baix Llobregat, la experiencia más avanzada del sindicalismo de clase: Juan Ramos Camarero (Siemens) y Pere Caldas Ibáñez (Fama).
- La representatividad obrera se impone: Isabel López López y Antonio Varela das Penas (SEAT)
- La cuestión sindical: Notas sobre el sindicalismo de clase
He redescubierto con interés las historias que nos cuentan estos 13 dirigentes de las importantes movilizaciones obreras, sociopolíticas, de los años 70 del siglo pasado, protagonistas destacados de aquellas elecciones y claros vencedores en la confrontación que significaron con el sindicato vertical, con el franquismo, en definitiva.
Una clara apuesta por construir el sindicato de clase unitario, no necesariamente único. Las elecciones sindicales de 1975 constituyeron sin duda una firme apuesta en este sentido
Y, también, muy ligado a lo anterior, la clara y pública apuesta por la unidad de la clase trabajadora, por avanzar hacia un sindicalismo de clase unitario a partir de “las comisiones obreras”, que en aquellos años habían ido configurándose como una forma de acción y organización de la clase trabajadora. Una clara apuesta por construir el sindicato de clase unitario, no necesariamente único. Las elecciones sindicales de 1975 constituyeron sin duda una firme apuesta en este sentido. Ahí están sus explicaciones.
El posterior desarrollo de los acontecimientos, desde la que no fue la “ruptura” que preconizábamos, desembocó en la reforma-ruptura culminada con la Constitución de 1978, así como con la pluralidad sindical expresada por las diversas Confederaciones sindicales hoy existentes. La unidad de la clase trabajadoratiene hoy posibles itinerarios, distintos de los entonces apuntados, y sigue siendo un necesario objetivo, por lo que me permito apuntar como uno de ellos la “unidad orgánica” de las Confederaciones Sindicales de CCOO y UGT, de tan distinta historia, pero ya sin diferencias estratégicas y casi superadas las de origen y adscripción político-partidaria, partiendo para ello de una bastante consolidada “unidad de acción”. Sus próximos Congresos confederales, en noviembre 2024 el de UGT y en junio 2025 el de CCOO, podrían constituir un buen marco para el impulso de este debate.
Apuntando una cuestión que considero pendiente, una sugerencia a quien corresponda, entiendo que la experiencia de hace 5 décadas, aquella conquista de espacios de libertad, para la organización y la acción de la clase trabajadora, que contribuyeron a la liquidación del franquismo, sigue siendo de indudable interés y no sólo para los historiadores. Y no sólo como emocionado recuerdo.
Demos paso pues a lo escrito hace casi 50 años con el libro digitalizado:
[1] Escrito en julio y editado en septiembre, puesto en circulación a primeros de diciembre, a los pocos días de la muerte del dictador
