viernes. 30.08.2024
El vehículo Guernica, de La Nueve, en el desfile por los Campos Elíseos tras la Liberación de París
El vehículo Guernica, de La Nueve, en el desfile por los Campos Elíseos tras la Liberación de París

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Manuel Ruiz Robles | A primeros de julio llegué al aeropuerto parisino de Orly procedente del aeropuerto internacional de Málaga, cuyo nombre, Pablo Picasso, honra la memoria del  genial pintor malagueño; comunista para más señas, pues nunca ocultó su forma de pensar: “Ingresé en el partido comunista como el sediento que va a la fuente a beber agua fresca”.

Tras mi estancia en la progresista y más bella ciudad del mundo, he podido seguir en directo la apasionante segunda vuelta de las elecciones legislativas en Francia, que dio la victoria al Nuevo Frente Popular -una amplia coalición de izquierdas que incluye a los históricos partido socialista y partido comunista francés- al grito de ¡No pasarán! en castellano; aunque, eso sí, con acento francés.

En estos días se ha celebrado también el 80 aniversario de la liberación de París. He tenido el honor de asistir a algunos de los actos oficiales presididos por la Alcaldesa de París, que sin ser tan brillantes como los del 75 aniversario, han revestido gran solemnidad, impregnados de la  pasión del momento político que vive Francia. 

El discurso de alcaldesa Anne Hidalgo, en homenaje a los españoles de La Nueve y de la Resistencia, fue enormemente aplaudido y coreado con el histórico ‘No pasarán’

He podido constatar el cariño que el pueblo de París manifiesta por su alcaldesa, la gaditana Anne Hidalgo, cuyo discurso, en homenaje a los españoles de La Nueve y de la Resistencia -que liberaron París de las garras del nazi-fascismo-, fue enormemente aplaudido y coreado con el histórico “No pasarán”. 

Fue muy visible la presencia de autoridades españolas en los actos de homenaje a La Nueve -entre ellas el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática de España, Ángel Víctor Torres y el embajador de España Victorio Redondo- aparentemente felices y orgullosos junto a Ana, entre banderas ondeantes de la II República y  cánticos como el de ¡Ay, Carmela!, o el impresionante himno de la Resistencia. Un importante acto que me emocionó y llenó de esperanza. 



“La Nueve”, compañía perteneciente a la división del general Leclerc, estaba formada principalmente por españoles: socialistas, anarquistas, aunque también  del POUM catalán y algunos comunistas. La Resistencia, principal fuerza liberadora de París, a la que apoyó La Nueve, estaba comandada por el legendario coronel Rol-Tanguy, en la que militaban muchos republicanos españoles, mayormente comunistas. 

Es obvio que la bandera bicolor -monárquica y de la dictadura- no podía, de ninguna de las maneras, hacer su aparición en tal acto, pues es la que portaban en sus enseñas los militares españoles de la División Azul, que juraron obediencia y fidelidad al genocida a Adolf Hitler, en el frente del Este, durante la II Guerra Mundial. Es decir, una de las banderas del enemigo, derrotado por el Ejército Rojo en la batalla de Stalingrado, batalla decisiva para la victoria en Europa de las fuerzas aliadas.  

No pude evitar el recordar a mi padre, combatiente cenetista, en el Madrid del “No pasarán”, asediado por las tropas nazi-fascistas del general genocida Francisco Franco. También vino a mi memoria mi tía Encarnación, hermana de mi padre, que vivió el éxodo y el horror de “La Desbandá”, por la carretera costera de Málaga a Almería, mientras eran criminalmente cañoneados por buques de la Armada, sublevados contra el gobierno legítimo de la II República española. 

Me ha indignado leer en estos días un artículo publicado en el diario ABC del martes 13 de agosto. Se trata de un libelo en defensa de los criminales de guerra responsables del horror de “La desbandá”. Esta firmado por un almirante de la Armada que formó parte del gabinete de la ministra socialista Carmen Chacón

Manuel Pardo de Donlebún un demócrata de verdad, y no de boquilla, como el almirante autor del libelo, posiblemente constitutivo de una infracción de la Ley de la Memoria Democrática

Por si ello no bastase, ese sinuoso almirante intenta descalificar y humillar al presidente de la Asociación de Memoria Militar Democrática (AMMD), a la que tengo el honor de pertenecer.

Un almirante camaleónico, no muy diferente de los franquistas emboscados en la Armada -o de los franquistas emboscados en la judicatura y otros ejércitos- que ahora pasan por demócratas, cuando ignoran el sentido de la palabra democracia, que significa literalmente poder del pueblo

El capitán de navío Manuel Pardo de Donlebún, por más que le pese al citado “ex almirante”, sigue siendo capitán de navío de la Armada, como atestigua su tarjeta de identidad militar que, al igual que en la de él, consta que está en situación de retiro. Eso sí, es demócrata de verdad, y no de boquilla, como el almirante autor del libelo, posiblemente constitutivo de una infracción de la Ley de la Memoria Democrática.

Sirva esta breve crónica de mi paso por París como modesto desagravio de mi camarada y amigo Manolo Pardo, en señal de amistad. 


Manuel Ruiz Robles | Capitán de Navío de la Armada (retirado). 

¡No pasarán!