martes. 06.08.2024
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Maestro Espada.

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Susana Gutiérrez |

Son las cuatro de la tarde del domingo 28 de julio escenario San Simón SON Estrella Galicia. Hace calor, demasiado para ser Galicia. A la izquierda el mar y de fondo la playa de Redondela con gente en bañador y tablas de bodyboard. Hay barcos recreativos a pie de la isla, parece que se han acercado mucho a escuchar. Alrededor del escenario festivaleros de variadas edades buscando la sombra. Un escenario dentro de un islote, un espacio único.

Es un festival sin masas, coqueto, al que cada día entran 800 personas a la isla de San Simón, no más. Sensación familiar. Intriga por lo que va a suceder. Maestro Espada, el grupo de la escena murciana liderado por los hermanos Álex y Víctor Hernández, programados a las cuatro, empieza su concierto. Esto suena bien, suena muy bien. 

La pequeña isla de San Simón, ubicada en la Ría de Vigo, fue el incomparable paraje durante tres días para acoger variadas propuestas de música experimental. Las emociones que ya de por si provocan la música se potencian por el tipo experiencia propuesta: un festival al que llegas en barco con un cartel secreto al cuál se accede una vez desembarcas en la isla. No sabes que vas a ver, ni reconoces prácticamente ningún nombre, las expectativas se multiplican, el ambiente es cálido y repleto de amor a la música.

Maestro Espada deslumbraron con su propuesta libremente inspirada en el universo del folklore murciano, que como ellos mismos explicaron al público, ha sido todo un redescubrimiento en su fascinación por el mismo, tesoros ocultos que a ritmo de psicodelia, distorsión, electrónica y buenos arranques de batería y guitarras eléctricas que mezclados con instrumentos tradicionales, nos deleitaron muy gratamente. La noticia es que publican su primer álbum en septiembre producido por Raül Refree, al igual que sus singles adelantó “Estrellica”, “Murciana” y “Mayos”. El pensamiento es que con un directo tan potente y una propuesta tan hermosa, seguro que van a llegar con su música a muchos más rincones del país y del mundo. Un maravilloso descubrimiento.

Brïdghe Chaimbeul
Brïdghe Chaimbeul.

Antes de que llegara Maestro Espada, otras joyas asombraban, una pena que a primera hora hubo que elegir entre dos propuestas tan distintas como interesantes: Brïdghe Chaimbeul, la joven escocesa que maravilló con su peculiar y sutil mezcla de su gaita con la electrónica y sintetizadores, tocando canciones tradicionales de la Isla de Sky o las Highlands. Y la música de la palestina Haya Zaatri, que emocionó con sus ritmos entre el triphop, el pop y la electrónica y la reivindicación coral por una Palestina Libre. Un poco después María Reis, entre el indie, la piscodelia y el post rock, nos acercaba con sus sonidos de riffs potentes y ritmos envolventes evocando el rock alternativo de los años 90.

Otro de los grandes aciertos del Festival fue Wil Butler y las Sister Squares, que se marcaron un concierto muy pop, dinámico, divertido, muy festivalero, con sus aires a Arcade Fire (no en vano Will Butler es un ex miembro de la famosa banda y por ello una de las grandes apuestas del Festival) y algo de coreografía, que fue una auténtica delicia.

Las otras propuestas, más bailables y que el público disfruto mucho, fueron Lapili, Afrorrack y Kabeaushé, un viaje desde Ciudad Real, Uganda y Kenia, por diversos ritmos desde el reguetón feminista y combativo a la electrónica pura, la percusión africana y el hiphop.

En resumen, una experiencia única donde dejarse deslumbrar por los sonidos, sus rarezas, las diversas formas de exprimirlas y el paisaje. Para amantes de la música y las islas pequeñas.

Que el rock n´roll ilumine tu corazó.

'Maestro Espada': revisar el folklore a ritmo de psicodelia y distorsión