LIBROS | EDITORIAL HARPER KIDS

‘Lightfall. Los tiempos oscuros’, de Tim Probert

Necesitamos tu ayuda para seguir informando
Colabora con Nuevatribuna

 

Fran Nieto

Aquí está lo bueno y lo malo de leer Lightfall: Los tiempos oscuros, el tercero y más reciente de la serie Lightfall de Tim Probert. Lo bueno: pude ponerme al día con Bea y Cad, los galdurianos, en sus aventuras en el planeta Irpa mientras corren por el país para intentar encontrar el sol. Lo malo: ahora tengo que esperar a que salga el número cuatro para poder ver qué pasa a continuación. 

Unos breves datos acerca del autor antes de pasar a la reseña: Tim Probert es un autor e ilustrador cuyo trabajo se caracteriza por mezclar elementos de magia y aventuras a partes iguales, con una dosis de monstruos y algún que otro dinosaurio suelto. Además de escribir libros, es director de arte en Aardman Nathan Love y trabaja en proyectos para Nickelodeon, Kellogg's, Coca-Cola, Candy Crush y más. Tim vive en Nueva York con su esposa y dos gatos. Los dos primeros títulos de la saga Lightfall, también publicados por Harper Kids, llevan por título La última llama y La sombra del pájaro.

Nos hallamos ante una historia trepidante y maravillosamente dibujada, llena de personajes y criaturas fascinantes

Al igual que ocurría en los dos libros predecesores, nos hallamos ante una historia trepidante y maravillosamente dibujada, llena de personajes y criaturas fascinantes. A veces puede resultar algo confuso, especialmente al principio, pero rápidamente todo cobra sentido cuando los supervivientes de la batalla Rinn corren alocadamente por el planeta en la oscuridad para intentar llegar a la seguridad esperada en Baihle. Deben luchar contra las Sombras y otras criaturas de esa mima oscuridad. Bea y Cad están algo distanciados, ya que Bea está agotada y trata de aprender la magia de hablar con la tierra; plantas y piedras, etc. Cad está abatido porque se culpa a sí mismo por causar la oscuridad y también por su creencia de que podría ser el último de los Galdurianos.

Como ocurría en los volúmenes anteriores, los personajes y el mundo de Irpa, personaje en sí mismo, son las fortalezas de la obra. No solo Bea y Cad, los protagonistas, tienen personalidades excelentemente desarrolladas, sino que los roles de personajes secundarios o incluso pasajeros tienen matices que invitan a intuir mucho más de lo que se muestra. Y todo ello, sin perjuicio de su accesibilidad para los lectores más jóvenes. Además, Bea y Cad, junto con otros amigos, pronto tendrán que separarse del resto de supervivientes, ya que se dirigirán al suroeste, hacia Ciudad del Saber, para intentar encontrar pistas que permitan descubrir la ubicación del Sol, o cómo recuperarlo.

Un libro ideal para cuestionarse qué significa ser un héroe y realizar hazañas heroicas, cómo registra la historia y si siempre podemos confiar en lo que creemos que es verdad

Es una historia muy hermosa y altamente adictiva que se devora en un santiamén. Cad y Bea son personajes maravillosos al igual que Soot, el perro volador, el abuelo, el mago cerdo e incluso el gatito... Ah, y el mago tipo Yoda que le enseña a Bea... ¿Kipp? De todos modos, la obra de arte es súper, oscura cuando es necesario, brillante cuando lo hace y los personajes están maravillosamente presentados.

En definivia, este tercer volumen de Lightfall vuelve a ofrecernos una historia trepidante y conmovedora que nos sumerge en una etapa más tensa e introspectiva en la aventura de nuestros personajes. Un libro ideal para cuestionarse qué significa ser un héroe y realizar hazañas heroicas, cómo registra la historia y si siempre podemos confiar en lo que creemos que es verdad.