AGATHA RAISIN Y EL PELUQUERO MALVADO

Nueva entrega de la dama del 'cozy crime'

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Mónica Grau Seto | @monmislilith

La novela negra durante mucho tiempo fue un territorio masculino, con detectives privados o policías expertos resolviendo crímenes, pero las mujeres detectives fueron ganando su propio terreno en este género, y en parte esto sucedió desde época Victoriana A menudo ellas se ocultaban bajo un aspecto corriente de una ama de casa, criada o anciana, pero  a la vez  estaban dotadas de un don de observación e inteligencia sorprendente. La época y el papel discreto de las mujeres les permitió pasar desapercibidas, y esta las convirtió en detectives capaces de resolver crímenes que ni la propia policía podía resolver.

Un precedente fue Susan Hopley or Circumstancial Evidence de Catherine Crowe, publicado en 1852, presentando a dos detectives de forma circunstancial, eran dos sirvientas llamadas Susan Hopley y Julie le Moine. Tuvieron que transcurrir varios años hasta reencontrarnos con otra fémina investigando, concretamente en 1864, cuando se publicó el título La primera detective (el original era The Female Detective) protagonizada por G y escrito por James Redding Ware (bajo el seudónimo de Andrew Forrester), una obra descatalogada que en 2022 Ediciones Siruela volvió a publicar en España. Otra publicación de la época fue Revelaciones de una señora detective con la viuda Pascal, de William Stephen Hayward, ambos personajes creados por hombres.

En 1893 la escritora inglesa Catherine Louisa Pirkis presentó a la primera mujer de detective de ficción, bajo el título The Experiences of Loveday Brooke, Lady Detective., La  protagonista trabajaba en la agencia junto a su jefe y a diferencia de hombres detectives, ella si podía infiltrarse en el mundo doméstico o en cualquier evento con mayor discreción. Pirkis escribió 14 novelas y publicó relatos en varias revistas y periódicos.

Pero sin duda el nombre más conocido es el de Miss Marple de Agatha Christie, esta anciana de dulce apariencia ha protagonizado trece novelas y ha aparecido en varios relatos cortos, mientras que los lectores más jóvenes han conectado con la adolescente Nancy Drew de Carolyn Keene, y no hace falta hablar de la hacker literaria más conocida mundialmente, sin duda, Lisbeth Salander creada por Stieg Larsson. Las tres referentes tienen también sus versiones cinematográficas y en series.

Actualmente hay muchas novelas con mujeres que son detectives o investigan por su cuenta, muchas veces este tipo de novela negra se enmarca en el denominado “Cosy o Cozy crime”, este subgénero nos presenta crímenes y misterios, siempre en un entorno idílico (un pueblo encantador, un crucero de lujo, paisajes pintorescos...) que son resueltos por hombres o mujeres talentosos, que pueden ser desde un grupo de jubilados o una viuda.

Y en este subgénero destaca sin duda la autora escocesa M.C. Beaton (1936-2019), seudónimo de Marion Chesney; sin duda un referente para muchos escritores que nos deleitan con estas investigaciones y sin duda una mujer avanzada, ya que este 2024 hay una gran cantidad de libros enmarcados en este género.

El personaje estrella que creó Beaton es Agatha Raisin y protagonizó 34 libros, publicados en inglés, pero que se tradujeron en muchos idiomas. Actualmente en  España  la Editorial Salamandra ha publicado 8 libros de la colección, y el más reciente es  Agatha Raisin y el Peluquero Malvado. La saga empezó con el título Agatha Raisin y la quiche letal, así que viendo el buen momento que vive el género no dudéis en redescubrir estas de historias.

La autora pasó de editora de sección de moda en el Scottish Field magazine a encargarse de la sección de crímenes en el Scottish Daily Express, de donde seguro que pudo extraer datos e ideas sobre asesinatos.  Con la maternidad, empezó a escribir novelas románticas y utilizó varios seudónimos como Jennie Tremaine, Ann Fairfax, Sarah Chester… pero finalmente fue esta detective casual y sus investigaciones criminales las que le dieron reconocimiento.

Agatha es una mujer de 53 años, divertida, coqueta e inteligente, sus aventuras se enmarcan alrededor de los campos y pasajes ingleses. Aunque en cada historia hay un crimen, a medida que avanzamos vamos conociendo el entramado de relaciones personales, intereses amorosos y curiosidades de personajes que la rodean.

Ella deja su trabajo como relaciones públicas en la ajetreada ciudad de Londres, de hecho, vende su propia agencia y se traslada al idílico pueblo de Carsely, en un momento vital de cambios, necesidad de hacer amistades y de  encajar. Evidentemente una mente tan activa como la suya pronto se aburre, pero por suerte parece que los asesinatos la persiguen, por lo que de forma amateur decide investigar y entrometerse en todo. Justamente en el primer libro ella es la principal sospechosa de un crimen, por lo que por primera vez deberá demostrar sus habilidades para observar a quienes la rodean. En estos libros las muertes siempre suceden a personas normales y corrientes en escenarios muy cotidianos (un concurso de repostería, un viaje…) y se aleja del glamour de otras historias de detectives, y aquí en parte radica la originalidad.

En este caso y libro número ocho, su vida transcurre con calma en su cottage, con reuniones de té con las vecinas y sin los hombres más importantes de su vida, su vecino James Lacey, el policía Bill Wong y Sir Charles Faith.  Decide cuidarse un poco e ir a la famosa peluquería de John Shawpart, situada en el cercano pueblo de Evesham, algunas amistades le han dado muy buenas referencias y hasta han coqueteado con él, pero hay quien desconfía y le avisa que tenga cuidado con este hombre. El peluquero es muy atractivo y seductor, y consigue recuperar la autoestima de nuestra protagonista, pero como siempre, la muerte no tarda en aparecer y John muere envenenado. A partir de ese momento las clientas habituales serán las sospechosas y Agatha, en medio de la investigación, buscará el arma del crimen y la mano ejecutora.

Lo mejor de la saga es el humor y sarcasmo, con asesinos y víctimas que pueden ser cualquiera, y sobre todo por la creación de un personaje al que es imposible no amar, una urbanita viviendo en un ambiente rural, coqueta y estilosa, que intenta adaptarse en este nuevo terreno. Otro aspecto de Agatha es su poder de observación y los detalles, aunque también suele ser un poco patosa, y como dice James ella “resolvía los casos cometiendo un error tras otro hasta que el asesino se traicionaba”. Es interesante seguir la evolución de Agatha a través de la línea temporal de los libros, donde pasa de recalentar cocina precocinada a aprender a cocinar platos típicos ingleses.

Por lo que los seguidores de estos libros tan amenos y divertidos ya esperan que se publique pronto el próximo libro.  M.C. Beaton falleció hace pocos años, pero Agatha ha venido para hacernos soñar con una vida apacible en la campiña inglesa, pero no exenta de crímenes pasionales y más de diez millones de lectores en el mundo, que no pueden estar equivocados.


M.C. BEATON
AGATHA RAISIN Y EL PELUQUERO MALVADO      
Una nueva entrega de la dama del Cozy Crime.

Ficha técnica:

Título original. Agatha Raisin and the Wizard of Evesham
Autora: M.C. Beaton
Traductor: Vicente Campos González.
Editorial: Salamandra.
Colección: Novela Best Seller.
Serie: Agatha Raisin.
Género: Cozy Crime, novela negra, misterio.

Sinopsis:

Una nueva entrega de la serie sobre Agatha Raisin, la heroína más aclamada del cosy crime. Más de diez millones de lectores en todo el mundo.

Mientras una ola de calor azota la campiña inglesa, Agatha Raisin intenta combatir el sopor veraniego preparando tés para sus vecinas de Carsely, pero lo cierto es que, en ausencia de su deseado James Lacey, que ha abandonado el pueblo sin despedirse, y del joven policía Bill Wong, que está de vacaciones y no se ha molestado en llamarla, y sin la perspectiva de una cita con sir Charles Fraith, se muere de aburrimiento. Entonces, como suele suceder en esos casos, toma una decisión que, si Agatha no fuera Agatha, sin duda lamentaría: se mira al espejo y se descubre envejecida y desaliñada. Incluso unas cuantas canas han aparecido en su melena castaña, tupida y lustrosa. Profundamente contrariada, se aplica un baño de color que le deja el pelo de un llamativo color violeta. Luego, decidida a reparar ese terrible desaguisado por la vía rápida, acude a Evesham, cerca de Carsely, donde le han dicho que hay un peluquero excelente, el señor John Shawpart, con fama de mago de los tintes. Muy pronto quedará claro que éste, además de habilidoso con la tijera, es muy atractivo y seductor, y no sólo tiene planes para su cabellera sino también para su corazón. Sin embargo, ese futuro común se trunca cuando el señor John muere envenenado en su propia peluquería. A partir de ese momento, con la ayuda de sir Charles Fraith, Agatha tendrá que sumergirse en la vida de las mujeres que frecuentaban el salón: ¿quién podría guardar rencor al apuesto peluquero, adorado por un sinfín de clientas que le confiaban todos sus secretos?