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Francisco Nieto |
Esta es la historia de un dibujante de cómics que compra una casa en las afueras con jardín incorporado. Al cabo de un tiempo decidió transformar el jardín para convertirlo en un remanso de biodiversidad. Posteriormente, amplió dicho jardín comprando un terreno de su vecino.
Nos cuenta los proyectos, métodos, decisiones relativas a su jardín así como todo lo que ocurre durante el proceso de adaptación: aparición de nuevos insectos, reptiles, mamíferos, aves... Asimismo, hay numerosos dibujos de plantas nuevas, esquejes, ensayos... Por eso estamos ante un trabajo moralmente loable y visualmente magnífico. Los dibujos son simplemente magníficos.
Escuchó en la radio que “la biodiversidad se está derritiendo como la nieve bajo el sol” y decidió actuar. El chico supuestamente está empezando y conoce los nombres de las plantas en latín, parece saber qué esquejes tomar y cuáles no. Al caminar reconoce las plantas y logra extraerlas para volver a plantarlas en casa. Es capaz de saber cuáles son "nocivas" y cuáles no, así como reconocer plantas tiradas en centros de reciclaje para robarlas y plantarlas en casa. El chico es parisino y este es su primer jardín. Finalmente, el chico instala un estanque y aparentemente no tiene mosquitos.
Prepárate para ser bombardeado por los hermosos y curativos colores de la increíble obra de arte de Hureau, que te inspirarán a abrazar al próximo insecto que encuentres en tu camino. Hureau te llevará en un viaje íntimo y detallado por su jardín, mostrándote la diversidad de plantas y animales que allí viven. En su jardín hay insectos, pájaros, caracoles y toda clase de criaturas de aspecto extraño, y él no les tiene miedo; no está tratando de deshacerse de ellos. Al contrario, los cataloga, los celebra y espera que se reproduzcan y traigan más vida.
Este libro celebra la naturaleza, la vida y la cooperación. La mayoría de las plantas que Hureau tiene en el jardín fueron un regalo o algo que encontró en el reciclaje. Mucha gente le regaló herramientas que ya no usaban. Para devolverle la vida, no utilizó ningún producto químico ni aerosoles. Los vecinos echaron una mano cuando fue necesario. Y la vida no tardó mucho en florecer.
Si eres un jardinero aficionado, te encantará leer sobre las ideas y soluciones que el autor utilizó en su jardín y quien sabe si podrás reproducirlas en tu propio jardín. Como ser humano, es digno apreciar a personas que se detienen y observan cada insecto con el que se topa, celebrando que están vivos. ¡Necesitamos más gente así!. Estoy muy de acuerdo con el enfoque del autor en su forma de gestionar su jardín, fomentando al máximo la biodiversidad, sin intentar forzar las cosas, sino creando un entorno propicio para la instalación y el desarrollo de todo un ecosistema.
Si al contrario, eres una persona llena de ecoansiedad, sin esperanza, que observa cómo los humanos traemos muerte y destrucción a la naturaleza y la vida que nos rodea, ¡este libro te traerá esperanza porque está lleno de VIDA!
