CINE EN LA INDIA

Bollywood, la industria cinematográfica más grande del mundo

Ram Charam y N. T. Rama Rao Jr. en un momento del baile 'Naatu Naatu'.
La principal característica del cine indio a lo largo de su historia es que sus películas se ven como obras de moralidad donde el bien juega contra el mal un papel destacado.

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Celín Cebrián | @Celn4

Imaginemos por un momento el estribillo que cantada Madonna en aquella canción titulada Hollywood (American Life, 2003), en la que la reina del pop le hacía un homenaje a la ciudad de sus sueños, ese lugar donde todo es posible, la meca del cine, cerca de la ciudad Los Ángeles, en California. Por el contrario, poco sabemos de otra industria bien diferente que se encuentra nada más y nada menos a 13.973 kilómetros de distancia, en la India, donde desde hace un siglo existe un gran movimiento cinematográfico y cuyo nombre surge de un juego de palabras entre Hollywood y Bombay: Bollywood.

El cine es tan importante en la India que forma parte de la cultura del país con más de dos mil largometrajes nuevos cada año, traducidos a más de veinte idiomas, superando con creces al propio Hollywood. De todas estas películas, la mitad se producen en los estudios de Bollywood en el norte de Mumbai, muchas de ellas llegando a ser grandes éxitos de taquilla, ya que cuentan con una audiencia de unos 3.600 millones de personas, que vienen a ser más de la mitad de la población mundial.

La clave detrás del éxito de Bollywood es el llamado formato “masala” (literalmente “especia”). Los directores y productores se dieron cuenta de que, para atraer a las masas de las aldeas de todo el país, las películas tenían que incluir un poco de todo: melodrama, comedia, acción, violencia, música, danza, trajes llamativos y romance. Por lo tanto, las tramas tendían a seguir las líneas familiares que, generalmente, involucraban a un héroe, un inconformista que luchaba contra las injusticias y que, a pesar de tener todo en contra, siempre acababa ganando la partida y encima se casaba con la chica que amaba. También temas donde intervenía la religión en contra de la moralidad o aquellas otras que iban de rupturas familiares… Pero lo cierto era que el cine hecho en la India no reflejaba en ningún momento la realidad del país, ya que su finalidad era otra: la evasión del espectador.

En 1913 se estrenó la primera película producida en la India, titulada Raja Harishchandra, un largometraje mudo y en blanco y negro que sentó las bases del desarrollo de esta industria. Pero no es hasta 1920 cuando comienza a consolidarse el resurgimiento con la creación de varias compañías y la formación de directores que apostaron por contar historias que le llegaran a la gente. Así fue como comenzó a despegar el cine de Bollywood en los años cuarenta, después, en el 1955, con Pather Panchali, el filme que recibió el Premio al Mejor Documental Social en Cannes… Desde entonces, la industria bollydense ha sido imparable, con temáticas diversas, que van desde las adaptaciones del poema épico Ramayanay hasta Noches Blancas de Dostoyevski (titulada Saawariya, 2007), o Grandes Esperanzas de Charles Dickens (Fitoor, 2016), o versiones de Orgullo y Prejuicio… Pero, ¿qué es lo que hace especial este tipo de cine? La idea que nosotros tenemos del cine de Bollywood es una idea muy lejana a la realidad. Nosotros pensamos que se trata de unas cuantas películas exóticas con nombres difíciles de pronunciar…, y ya está. Pero no es así, ya que su valor cultural es inmenso. Para empezar, no todo cine hecho en la India es cine de Bollywood, ya que hay cine por regiones en el que influye la cultura y la lengua autóctona. También debemos de tener claro que no todas las producciones son exitosas o de buena calidad.

Lo primero que llama la atención son los números musicales, con esos escenarios y esas vestimentas exuberantes que llevan tanto las actrices como los actores. Lo segundo, la manera de abordar la historia: una película se cuenta por conflictos y con un tono distinto cada uno. Y de todo ello lo que suele salir es un cine melodramático que se guía por la sensibilidad de la época. Es más, el erotismo, el romance, incluso el heroísmo se muestra a través de símbolos, de tal modo que a veces nos cuesta entenderlo en Occidente. Un claro ejemplo es que no hay desnudos ni secuencias sexuales (los besos en la boca, son muy recientes). Todo el coqueteo y los juegos amorosos se representan a través de guiños, o a través del color de la vestimenta, o según la disposición de las prendas en las mujeres, o atendiendo al peinado de su cabello…, y por supuesto ese ritual se escenifica y se apoya con la letra de las canciones.

Toda estética de Bollywood se sustenta en la fusión entre el pasado milenario, su multiculturalidad, la atmósfera mágica, casi mítica, y religiosa, y la modernidad, la cual llega con los tiempos de la colonia británica, que más tarde se afianza con la entrada de tendencias culturales de América y Europa, a lo que sumar las influencias de Japón y China. El resultado es un mundo de infinitas posibilidades cinematográficas. Un cine pensado para el público nacional, sediento de entretenimiento. Y este mundo que nos puede parecer tan lejano, tiene sus influencias también en nuestra cultura más reciente, sobre todo los decorados y el vestuario, visualmente tan atractivos. Eso de llevar joyas en la cabeza, o los espléndidos colores de los saris, las faldas, los velos y los turbantes… Los pasos de baile.. De tal manera que hasta Beyonce y Colplay han utilizado algunos de estos elementos en sus performances. Pensemos en Hymn for the Weekend… O las propuestas de Katy Perry en Legendary Lovers. Respecto a las influencias en el cine …, recordemos Moulin Rouge (2001) de Baz Luhrmann… Y ni qué decir de Slumdog Millionare (2008)… Y hemos de saber que son frecuentes las colaboraciones entre artistas de Bollywood y de Hollywood, puesto que las estrellas del cine hindú han ido ganando protagonismo, incluso más que sus películas, hasta tal punto que algunos son parte de la cultura de la India y tienen un estatus de “iconos divinos”, y es muy común verlos en campañas de publicidad. Es más, su salario ha pasado a ser más elevado que el de los actores de Hollywood.

Ir al cine en la India es toda una experiencia cultural. Las películas modernas están enfocadas al público joven y sus tramas son más actuales. Pero algo que tenemos que tener claro es que una película en la India es larga…, bastante larga. Por lo menos tres horas. Y que, aunque no lo entendamos, no tenemos por qué estar en la butaca en silencio y sin pestañear. Al contrario: en el cine se acude a pasar un buen rato. Por lo tanto, podemos bailar, gritar, reír y disfrutar de alegría.

Muchos indios quieren visitar España gracias a una película de Bollywood que fue rodada en la fiesta de la Tomatina de Buñol. Fue un éxito en todo el país. Además fue la primera película india en la que cantó una española. El filme se llama Zindagi na milegi dobara (¡Sólo se vive una vez!).

Desde Bombay es posible visitar los estudios de Bollywood y realizar una excursión. Hay que tener en cuenta que el tráfico suele ser denso. También si queremos o decidimos ir al cine, todo dependerá de la ciudad en la que nos encontremos. Así, si estamos en Bombay, el cine más mítico de la ciudad es el Cine Colaba. En Delhi el Delite Cinema. En Jaipur encontramos el Cine Raj Mandir.

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Por último, antes de concluir, voy a hacer un somero repaso de las distintas industrias de cine que hay en la India, aparte de Bollywood.

Tollywood, es la industria de Telegu, que ha dado algunos de los cineastas más talentosos, como Rama Naidu, Dasary Narayana Rao y Brahmanandam.

Bhojiwood, comenzó en la década de los años sesenta. El bhojpori es una lengua bihari hablada en el noroeste de la India, además de hablarse en Guyana, Surinam, Fiyi, Trinidad y Tobago, Mauricio y Sudáfrica, pero sobre todo en el estado de Bihar, la parte norte de Jharkhand.

Pahariwood, se refiere al cine Dogri, un idioma utilizado en la zona de Jammu, Himachal Pradesh y Northern Punjab. Es una industria más pequeña de todas las mencionadas hasta ahora.

Dhollywood/Gollywood, es el cine gujarati, que existe desde el 1932 y ha producido más de mil películas.

Sandalwood, es la industria cinematográfica de Kannada y la quinta más grande de la India. También se conoce como Chandanavana. En Karnataka hay más de mil salas de cine de pantalla única y es toda una experiencia asistir al estreno de una película protagonizada por Puneeth Rajkumar, el actor más conocido.

Mollywood, una industria que se desarrolló en Malayalam con el apoyo del gobierno de Kerala y una de las principales de la India.

Ollywood, que tiene su sede en Cuttack, Odhisa.

Pollywood, existe en Punjabi desde los años veinte del siglo XX y es una de las más desarrolladas. Con la película Carry on Jatta 2, recaudó más de 60 millones de rupias.

Kollywood, es el cine tamil y la segunda industria cinematográfica de la India. No hay palabras para explicar la locura que se vive ante el lanzamiento de cualquier película hindú.

Deccanwood, es el cine de Deccani, que tiene su sede en Hyderabad y está enfocado al público que entiende el idioma Dakhini. Es relativamente nuevo.

La principal característica del cine indio a lo largo de su historia es que sus películas se ven como obras de moralidad donde el bien juega contra el mal un papel destacado.