domingo. 30.06.2024
El rey de OPAS
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Anda el pez grande, BBVA, tratando de comerse al chico, Banco de Sabadell (BS). En fin, nada nuevo, ni en ecología, ni en economía. En este último terreno, el hecho se conoce como fusión por absorción, pero, al final, del pez chico, no suele quedar ni las raspas.

No es la primera vez que el BBVA se apresta a darse este festín. Ya lo intentó, sin éxito, hace cuatro años y, ahora, vuelve a la carga. Esta vez, parece que se lo ha tomado más en serio. Primero, ha ido por las buenas, tratando de convencer a los 14 consejeros del BS de que se avinieran a convencer a sus accionistas de que canjearan varias de sus acciones, por una del BBVA. Lo que pasa es que, solo ofrecía 3 puestos en el nuevo consejo y, claro, había 11 consejeros del Banco de Sabadell que se iban a quedar compuestos y sin sillón.

Anda el pez grande, BBVA, tratando de comerse al chico, Banco de Sabadell (BS). Nada nuevo, ni en ecología, ni en economía

Como eso no ha colado, el BBVA se ha arremangado y va a librar el segundo round por las malas. Se llama OPA hostil y consiste en pasar de consejeros y tratar de convencer directamente a los accionistas del BS de que apostaten de sus creencias catalanistas y abracen la fe vasca.

Claro que, decir que el Banco de Sabadell es catalán, es como que un club de futbol, propiedad de un grupo inversor de Abu Dabi, con entrenador español y jugadores de todo el planeta, se llame Manchester City. Ahora que, la denominación de origen la conserva el BS porque muchos de sus consejeros son catalanes.

Pero, hablemos de OPAS. Una oferta pública de adquisición de acciones (OPA) se produce, como su nombre indica, cuando alguien quiere adquirir las acciones de una sociedad mercantil que cotiza su valor en bolsa. Puede ser amistosa, cuando hay acuerdo inicial entre administradores, u hostil, en caso contrario, como el actual, en el que el Consejo de Administración del BS se va a oponer con uñas y dientes a que se produzca esa fusión. Aunque, enfrente, tienen a un especialista en OPAS.

Es el BBVA una institución financiera hecha a base de incorporar letras a su sigla. A la B del Banco de Bilbao se unió en un primer momento la V del Banco de Vizcaya (que, hay que recordar que ya se había comido previamente a Banca Catalana y al Banco de Alicante) y, más tarde, la A de Argentaria. Y, ahora, va a por la S del Banco Sabadell. Si se les da tiempo, pueden acabar con el abecedario.

Las autoridades reguladoras están, por motivos de solvencia y de seguridad, pero también de facilidad en su tarea inspectora, inclinadas a la concentración bancaria

Y, no siempre, en ese proceso, es fácil distinguir entre una OPA amistosa y otra hostil. Por ejemplo, la fusión entre el BBV y Argentaria empezó siendo amistosa y terminó como terminó. Recordemos que se había pactado que el primer presidente del nuevo BBVA fuera Francisco González y el vicepresidente, el del Bilbao Vizcaya, Emilio Ybarra. Pues bien, una vez fusionados, el presidente, por un asuntillo de unos cuantos millones, muchísimos para usted y para mí, pero pocos para un banco como ese, denunció al vicepresidente y los consejeros procedentes del Bilbao Vizcaya que se fueron, naturalmente, a la calle y camino de los tribunales. No me extrañaría que los consejeros del Sabadell hayan recordado ese episodio a la hora de tomar su decisión.

También el BBVA tiene experiencias en operaciones hostiles de acoso a su Consejo de Administración. Fue cuando SACYR, un accionista importante del banco, trató de hacerse con el poder. Entonces hizo falta que su presidente, Francisco González se defendiera por tierra, mar y aire. Y Villarejo, claro.

Porque, en esto, como en la baraja, no siempre pintan oros. A veces, hay que sacar otras cartas, como espadas y bastos y, otras pintan opas. Nadie dijo que acumular fichas bancarias fuera a ser fácil. Si no, todo aquel que tiene vocación financiera tendría una. Las autoridades reguladoras están, por motivos de solvencia y de seguridad, pero también de facilidad de realizar su tarea inspectora, inclinadas a la concentración bancaria. Es cierto que la competencia se resiente en el terreno corto, ya que, cuando en muchos pueblos solo queda una sucursal bancaria, no hay más competencia que la que pueda encontrarse on line. Pero hay que tener en cuenta que el mundo es de los jóvenes y el hecho de que muchas personas mayores no hayan entrado en el mundo digital, se compensa porque tengan nietos que les puedan sacar del apuro informático.

Me extraña que el BBVA se haya tirado a la piscina sin comprobar, no solo si había agua, sino la temperatura, salinidad y grado de acidez de la misma

Y, como en un mundo sin fronteras para el dinero, manda la ley del más fuerte (hay que recordar que fuerte, dice el diccionario que es el que tiene fuerza), el nacionalismo económico aboga por que los bancos sean capaces de competir con los de otros países. A pesar de que, luego, puedan tener como principales accionistas a fondos de inversión internacionales y consejeros delegados turcos. 

Ahora queda hacer pronósticos sobre cómo acabará esta OPA. Parece que, además de la voluntad de accionistas y administradores del Banco de Sabadell, cuenta la opinión de varias entidades, el Banco Central Europeo y dos o tres comisiones nacionales españolas, la del Mercado de Valores y la de la Competencia, además de la del Gobierno de España. Naturalmente, varias de ellas son “objetivas” y, sólo, la del Gobierno debería incorporar criterios políticos. Pero, me extraña que el BBVA se haya tirado a la piscina sin comprobar, no solo si había agua, sino la temperatura, salinidad y grado de acidez de la misma.

Por ello, yo no recomendaría a nadie hacer apuestas sobre el resultado final del asunto. Más raro era que el BBVA fuera a diseñar el urbanismo de la ciudad de Madrid y ahí le tienen en la Operación Chamartín.

El rey de OPAS