Las elecciones generales son el último frente para frenar un retroceso histórico que nos llevará de golpe cuarenta años atrás, ya sin disimulo, sin falsas vergüenzas, sin derechitas cobardes.
De aquí al próximo 23J solo nos queda pedir perdón y esperar de la clemencia del electorado que nos otorgue una muerte política digna, antes de que la derogación del sanchismo acabe también con esa…