“Los descendientes del dictador han ocupado ilegalmente un pazo que era de propiedad pública, y eso debe tener una sanción tras la devolución del mismo”, sostiene el colectivo.
Las imposiciones de las Fuerzas Armadas durante la Transición condujeron a una democracia coja, un tanto cínica, y un poco vigilada; pero inmutable y sacralizada como si fuese obra de Dios.
Cuando se ha tolerado durante décadas los símbolos franquistas y la mentalidad militar de salvapatrias, no es extraño que unos ancianos irredentos tengan la tentación de constituirse en grupo de…