Necesitamos tu ayuda para seguir informando
Colabora con Nuevatribuna
@Montagut5 |
La masonería se asocia a la construcción y a la arquitectura en sus ceremonias, mitos, ritos y rituales, pero, sobre todo, a través de sus símbolos. Cierto es, porque un masón es un obrero, que tiene que llevar mandil y guantes, trabaja con escuadra y compás, así como con el cincel, el buril y está pendiente de la plomada, siempre con su piedra bruta, midiendo con la regla, pasando la llana, todo para construir su propio templo y el general. Pero la masonería, tan rica en recoger mitos, leyendas y tradiciones de las distintas culturas, reelaborándolos con su propia visión, se hizo también con un sinfín de símbolos vinculados a la naturaleza, tanto terrestre, como marítima, como del aire y del cosmos. En masonería hay, por lo tanto, junto con las herramientas muchos alimentos, distintos minerales y metales, plantas, frutos y flores, animales de toda condición, elementos, colores y sustancias, distintas partes de la anatomía humana, fenómenos atmosféricos y cuerpos celestes.
Hemos pretendido ayudar al conocimiento de esta simbología en un libro, en el Diccionario de Símbolos Masónicos. Entre la escuadra y el compás, editado por Editatum en su colección Biblos.
El simbolismo masónico es una forma también de sabiduría
En la obra hemos priorizado los significados relacionados con la masonería simbólica, siendo más cautos en relación con el filosofismo, los altos grados, con el fin de preservar, en cierta 23 medida un ámbito que tiene mucho de descubrimiento y de intensa experiencia personal. Por otro lado, hemos intentado vincular los símbolos con las tradiciones previas porque de ese modo adquieren significados. Este Diccionario intenta, en consecuencia, ser un ejercicio de síntesis sobre los símbolos, pero intentando no vulgarizar la riqueza que la simbología masónica presenta. Los símbolos son un instrumento fundamental en el trabajo masónico. Su sentido alegórico ejemplifica las virtudes a alcanzar, los fines de la Orden, sin olvidar el enriquecimiento cultural que suponen los mismos, precisamente por recoger un acervo histórico impresionante. En un mundo cada día más prosaico el símbolo, así como su conocimiento e interpretación, nos permiten, sin lugar a dudas, trascender ese mundo cotidiano, y ayudar en hacernos más humanos.
El simbolismo masónico es una forma también de sabiduría. Así la masonería sería una especie de ciencia de la moral a través de los símbolos, desde el mismo momento de la iniciación, que es clave para todo masón, y siempre desde su personal y libre forma de interpretarlos. En realidad, podemos afirmar que todo en masonería es símbolo. Los masones deben dedicar toda su vida a su estudio y su interpretación, con el fin de encontrar la verdad.
El símbolo es también un método de autoconocimiento, que permite encontrar respuestas sobre las preguntas que los seres humanos venimos haciéndonos desde los tiempos de las Cuevas de Altamira, es decir, sobre quiénes somos, qué somos o a dónde vamos. La masonería es una invitación a trabajar sobre esos símbolos y sobre esas preguntas, aunque no tenga el monopolio en estas cuestiones. Es un método sofisticado, complejo, pero, sin duda, apasionante para crecer, a través de la lectura, insistimos, de los símbolos.
Algunos símbolos son muy importantes y han recibido más atención que otros en esta obra, además de que puede existir más información sobre los primeros, pero no podemos negar tampoco las propias inquietudes o preferencias de este autor, aunque se haya intentado presentar una obra global, procurando no olvidar símbolos.
En todo caso, apelamos a la benevolencia de los lectores tanto en relación con la cuestión de las afinidades del historiador que les escribe, como en el caso de los olvidos y errores, fruto de la propia naturaleza humana que es, sumamente, imperfecta. Esperemos que este manual les ayude a acercarse sin perjuicios al universo masónico, en su diversidad y en su interés por comunicar valores a través de los símbolos. Si, además, se consigue que ustedes, amables lectores y lectoras, intenten indagar más y con mayor profundidad nos sentiremos muy satisfechos.
En todo caso, leer es un disfrute y más si hablamos de conceptos que van más allá del utilitarismo reinante y casi asfixiante de nuestra sociedad actual.
