viernes. 27.09.2024

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Helen fue una de las artistas más influyentes de la segunda generación de la Escuela de Nueva York. Aparece en Estados Unidos, en los años 1940 una corriente pictórica denominada expresionismo abstracto.

Los artistas que destacan en este movimiento crearon la escuela de Nueva York, de la cual se diferencia la primera generación con Jackson Pollocck, Mark Rothko, Lee Krasner y la segunda generación, de la cual forma parte de manera destacada, Helen Frankenthaler.

Nace en Nueva York el doce de diciembre del año 1928. Fue una pintora expresionista abstracta norteamericana, así como un importante referente de la pintura durante el periodo de postguerra.

Era hija de Marta Lowenstein, que emigró desde Alemania, y de Aldred Frankhenthaler, que era juez del Tribunal Supremo del estado de Nueva York. Helen nació pues en una familia acomodada perteneciente a la elite de Manhattan.

Nacida en una época donde la educación de las niñas estaba sometida a una estricta norma, la artista se dejó fluir y su propia creatividad le marcara el camino. Así es como consiguió destacar como una de las máximas exponentes del expresionismo.

Se empezó a interesar por la pintura desde que era pequeña y, gracias a unos padres que eran abiertos a esta vocación, procuraron que ella tuviera una buena educación en bellas artes.

Se graduó en la Escuela Dalton, donde estudió arte con Rufino Tamayo, pintor mexicano muralista. Se matriculó en el Bennington College del Estado de Vermont en el año 1946, donde conoció al crítico de arte, Clement Greenberg, con quien descubrió a artistas de la primera generación, lo cual resulta clave para el desarrollo de su arte pictórico.

Tuvo una relación sentimental con Clement Greenberg y resultó ser de ayuda para su trayectoria en el mundo de la pintura, además de tener una fuerte relación intelectual con Erich Fromm, Ralph Ellison o Kennet Burke.

También conoció al pintor Paul Feeley, quien fue su mentor artístico y le enseñó todo lo relacionado sobre Picasso y Braque, así como el cubismo.

Granja de otoño, año 1956
Granja de otoño, año 1956

Helen descubrió la producción de otros artistas como David Smith, Willen de Kooning, Franz Kline y, sobre todo, Jackson Pollock, quien le sería de gran inspiración a lo largo de su trayectoria e incluso asistió a una de las exposiciones de él, en el año 1950.

Pasó el verano de ese mismo año, bajo las enseñanzas de Hans Hofmann y viajaría varias veces a Europa, interesada por aprender acerca de la pintura del Quattrocento y los antiguos maestros.

Unos años más tarde, en el año 1953, se estableció en su propio estudio, al que acudieron otros pintores como Morris Louis y Kenneth Noland, quienes fueron de gran ayuda por sus conocimientos como pintores coloristas, para que la trayectoria y formación profesional de Helen fuera decisiva.

La pintora contrajo matrimonio en dos ocasiones. La primera fue en el año 1958 con el pintor Robert Motherwell, del que acabaría divorciándose en el año 1971. Ambos formaron una de las parejas más conocidas y reconocidas en el mundo del arte y de la sociedad de Nueva York de aquellos años. Curiosamente pasaron parte de su luna de miel en España.

El segundo matrimonio fue en el año 1994 con Stephen M. Dubrul, un banquero de inversión que formó parte del gobierno del expresidente, Gerald Ford.

Madame Butterfly
Madame Butterfly

La carrera profesional de Helen comenzó en el año 1950, cuando Adolph Gottlieb eligió su obra “Beach “, para introducirla en una exposición llamada “Fifteen Unknowns: Selected by Artists of the Kootz Gallery”.

Un año más tarde, en el año 1951, se llevó a cabo su primera exposición individual en la Galería Tibor de Nagy de Nueva York, la cual sería incluida en la exposición “9th St. Exhibition of Paintings and Sculpture”. Las críticas describieron a Helen como un gran talento pictórico.

Sin embargo, en realidad su trayectoria se vio lanzada en el año 1952 con una de sus obras más tempranas y que consiguió mayor repercusión: “Las montañas y el mar”, que pintó con veintitrés años cuando regresó de un viaje a Nueva Escocia.

Helen consiguió que una pintura con óleo tuviera el efecto de una acuarela, gracias a que pintó directamente en un lienzo sin preparar de manera que el material absorbía los colores. Diluía mucho la pintura al óleo con trementina o queroseno de manera que el color empapase el lienzo.

Bata de Robinson. Acrílico sobre lienzo. 1974
Bata de Robinson. Acrílico sobre lienzo. 1974

El cuadro “Montañas y mar” es la primera obra en el que se utiliza la técnica de la tela cruda, siendo uno de sus primeros precursores Joan Miró. La técnica de la tela cruda consiste en utilizar pigmentos de colores diluidos para que sean filtrados y absorbidos directamente por el lienzo sin preparación, lo que proporciona un resultado traslúcido que puede recordar al de la acuarela.

Otra característica de esta técnica es que debe trabajarse en el suelo y desde todos los lados para crear campos flotantes traslúcidos. Helen desarrolló esta técnica mezclando colores con trementina o aguarrás para que el pigmento pueda absorber fácilmente las manchas de color en lugar de limitarse a pintar eliminando la pincela gestual que tanto distinguió a los primeros pintores del expresionismo abstracto y que ella misma había utilizado anteriormente.

Tal y como hemos comentado, “Montañas y mar” descubría sus primeras influencias. Sin embargo, estas se extienden por Kandinsky, Joan Miró y Arshile Gorky, entre otros. De hecho, su empleo del lienzo sin imprimación y la unión de pintura y dibujo son una herencia directa de las pinturas en blanco y negro de Pollock realizadas y expuestas en Nueva York en 1951.

Mirando la Luna en un día caliente de verano. Lienzo sobre acrílico. 1987
Mirando la Luna en un
día caliente de verano.
Lienzo sobre acrílico. 1987

A pesar de la abstracción de este cuadro se advierte cierto tono impresionista, casi al estilo Turner, aunque las montañas y el mar no están representadas figurativamente se pueden percibir fácilmente los acantilados de Nueva Escocia.

Después de conocer a Pollock, las obras de Helen dejaron atrás esa clara influencia cubista que obtuvo durante su etapa como estudiante de arte, y experimentó con una nueva pintura novedosa, abstracta y encharcada de pintura.

Usó la técnica del dripping que empleaba Pollock, por lo que se trata de una pintura abstracta en la que la luz y los colores diáfanos de las colinas, rocas y agua enseñan la existencia de equilibrio entre dibujo y pintura.

Esta obra hace que sea uno de los avances más significativos ante el estancamiento del arte americano que existía por este tiempo tras una eclosión de los expresionistas abstractos del periodo entreguerras.

Helen quitó gravedad y condensación a la técnica con las que ellos habían innovando, liderando una pequeña revolución pictórica de la que beberían más tarde otros maestros como Kenneth Noland o Morris Luis, en una especie de fabuloso encadenamiento artístico sin fin.

Empezó a tener una presencia más regular en exposiciones internacionales a partir del año 1959, siendo en este mismo año cuando ganó el primer premio en la Premiere Biennale de París.

Antes de las caravanas. 1958
Antes de las caravanas. 1958

A lo largo de su vida, Helen consiguió diversos premios y fue nominada para otros muchos. Fue galardonada en el año 1986 con el premio de Arte y Cultura de la Ciudad de Nueva York.

Obtuvo la Medalla Nacional de las Artes en el año 2001, entre otros muchos. Recibió numerosos doctorados honorarios, honores y premios y sus obras han sido exhibidas en multitud de galerías y museos de todo el mundo.

Estilo y técnica

La técnica de Helen era muy similar a la de Pollock, el cual siempre fue una inspiración para ella. Sin embargo, el enfoque de la pintora era más moderno. 

Desarrolló un método más personal al que llamó “campo de color” o “abstracción pictórica”, más cercano al paisajismo tradicional chino, que al que se daba en la Escuela de Nueva York entre los años 1940 a 1950. 

Por otro lado, la pintora mezclaba aguarrás diluido en la pintura que derramaba sobre el lienzo para que la tela se impregnara en su totalidad, consiguiendo así una distancia del enfoque gestual y la retórica romántica características del expresionismo abstracto.

Además, el rechazo de Pollock a la pintura realizada en caballete ayudó a Helen Frankenthaler a realizar un proceso mucho más libre.

Fruto de esta liberación, Helen creaba paisajes diáfanos, donde las zonas de color cambiantes a veces resultaban casi trasparentes. Absorbidas por las fibras de algodón, sus pinturas creaban un efecto óptico de profundidad, restando espacio a la perspectiva y manteniendo, aún así, el aspecto de los lienzos planos.

Los trabajos de Helen eran visualmente muy diferentes entre ellos y había gran diversidad, pues no se dedicaba a producir temas en serie. Cada obra que hacía planteaba una idea independiente.

La bahía
La bahía

Fue a partir del año 1960 cuando empezó a emplear pinturas acrílicas, sobre lienzo y papel, trabajando en una amplia gama de medios donde se incluía la cerámica, tapicería, el arte de la litografía y grabados y, con un poco menos de éxito, en la escultura y una vez pasó por el taller-estudio en Londres de Anthony Caro.

Helen es conocida por su gran aportación a la pintura. Esta artista desarrolló también obras escultóricas, grabados e incluso realizó el diseño de escenografías y vestuario para el English Royal Ballet.

Helen se labro un gran respeto en el mundo cultural y tuvo una carrera artística muy valorada en un mundo donde las normas eran impuestas por los hombres.

Su obra se caracteriza por no aplicar las normas cromáticas que hasta esos momentos se entendían como principios nunca cuestionados y siguió arriesgando al despreciar cualquier sensación tridimensional.

Helen aplicó durante toda su carrera artística y decía: “No hay reglas. Así es como nace el arte, como suceden los avances”. Ir contra las reglas o ignorar las reglas. De eso es de lo que tratan los inventos.

Helen falleció a la edad de ochenta y tres años, como consecuencia de una larga enfermedad en su casa de Darien en el estado de Connecticut, siendo reconocida como una figura esencial de la pintura norteamericana posterior a la II Guerra Mundial.


Bibliografía

Frankenthaler, Helen. “After mountains and sea: Frankenthaler 1956- 1959”.
Herskovic, Marika. “New York school abstract expressionists artist choice by artist” 2000. New York School Press.

Helen Frankenthaler: la expresionista abstracta