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El Mapa de Chillida. Una obra de David Marto, creada desde el amor y la admiración

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Pablo D. Santonja | @datosantonja

Eduardo Chillida (1924-2002) fue uno de los escultores más influyentes del siglo XX, conocido por su habilidad para transformar conceptos abstractos como el vacío, el espacio y la materia en obras de arte tangibles y poderosas. Nacido en San Sebastián, España, Chillida es famoso por sus monumentales esculturas de hierro y hormigón, que exploran la relación entre el material y el entorno, así como por sus profundas reflexiones filosóficas y estéticas sobre la naturaleza de los límites, el espacio y el tiempo.

Antes de dedicarse a la escultura, Chillida tuvo una breve carrera en el fútbol, jugando como portero para la Real Sociedad de San Sebastián. Sin embargo, una lesión lo obligó a abandonar el deporte y a centrarse en sus estudios. En 1943, se trasladó a Madrid para estudiar arquitectura, una formación que influyó profundamente en su enfoque escultórico posterior. Su carrera arquitectónica, no obstante, fue breve, y en 1947, Eduardo dejó la universidad para dedicarse por completo a la escultura.

En 1948, Chillida se mudó a París, donde tuvo su primer contacto significativo con el arte de vanguardia. Durante su estancia en la capital francesa, trabajó en yeso y terracota, y comenzó a exponer sus primeras obras. Sin embargo, pronto se sintió atraído por materiales más robustos, como el hierro, que se convertirían en su principal medio de expresión.

Todo ese recorrido lo podemos vivenciar a través de los ojos de Marta en “El Mapa de Chillida”, un equivalente a “road-movie” que rinde homenaje al artista y a la familia, en una obra intimista escrita y dibujada por David Marto, un toledano enamorado del arte. “Siempre me ha gustado la relación entre el arte y el cómic”, nos comenta. “Me gusta mucho Chillida desde siempre, y me llamaba la atención los especiales que sacaban el Museo del Prado o el Reina Sofía, e investigando para un proyecto más personal mío, caí en ello”. El resto es historia, comenzando a producirlo en 2021 hasta ver la luz en el centenario del nacimiento del escultor este 2024.

David Marto dibuja con cariño la trayectoria de Chillida a través de sus esculturas por todo el mapa español, cerrando esta dulce historia con un amplio dossier que amplía con datos la vida y obra del artista, junto con curiosidades al estilo “making of”.

La obra también rinde homenaje a la familia, y a la cultura transmitida de generación en generación, con una gran dedicatoria a la familia y en especial, a “Lubi”,  la tía del autor, que sirve como pretexto de esta historia.

En la novela que nos ocupa, principalmente existen dos personajes: Marta y Chillida, en este viaje en solitario lleno de pensamientos y reflexiones, que trata la  experiencia del duelo, el homenaje al abuelo, buscando un punto catártico del trayecto, que al final, necesita ser compartido.

Un concepto clave en la obra del escultor es el tratamiento del vacío y el espacio. Chillida a menudo hablaba del "vacío" como una parte activa y fundamental de sus esculturas. A través de las formas que tallaba, doblaba o moldeaba, permitía que el espacio circundante entrara en juego, creando un equilibrio dinámico entre masa y vacío. David Marto recoge esa idea de vacío dentro de sus personajes, que ansían llenar de alguna forma, a través del viaje, del afecto, o del recuerdo.

“El mapa de Chillida” es sin duda una obra creada desde el amor, con un trabajo innegable a la hora de dibujar la arquitectura de estas obras, con una trama que coge de la mano al lector y le lleva a viajar por todas las ciudades de España, parándose en explicar y entender la obra y filosofía de Eduardo Chillida.