martes. 02.07.2024
Acuerdos de Matignon
Léon Blum, Maurice Thorez, Roger Salengro, Maurice Viollette y Pierre Cot. 14 de julio de 1936. (Wikipedia)

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@Montagut |

En esta pieza nos hacemos eco de uno de los acuerdos más importantes en la historia política, económica y social de la Francia contemporánea.

Los Acuerdos de Matignon se firmaron en el Hôtel de Matignon, que era la sede de la presidencia del Consejo de Ministros en la Tercera República francesa. Aquella firma tuvo lugar el siete de junio de 1936.

La conflictividad social en Francia en esa primavera era muy alta y el Frente Popular acababa de ganar las elecciones. Los empresarios comprendieron que era mejor aceptar negociaciones con los sindicatos bajo el paraguas del Gobierno.

Así pues, llegaron a un entendimiento la Confédération générale de la production française (CGPF), es decir, la patronal, y la Confédération générale du travail (CGT), la principal central sindical francesa, y el Gobierno de Léon Blum.

Se presentó como una alternativa entre la revolución y el fascismo

Los Acuerdos fueron muy importantes, en primer lugar, porque supusieron un punto de referencia en relación con la importancia de establecer pactos sociales a tres bandas más allá de las negociaciones colectivas, y no sólo para Francia sino para el resto de países. Se presentó como una alternativa entre la revolución y el fascismo. Es verdad que pronto llegaría el abismo, pero la idea calaría y sería un puntal para el desarrollo y estabilidad que terminaría por establecerse en Europa al terminar la Segunda Guerra Mundial.

Pero también son relevantes porque establecieron una serie de medidas de hondo calado social. La patronal aceptaba, entre otras cuestiones, los contratos colectivos de trabajo, el derecho a la afiliación sindical, el derecho de huelga, subidas salariales y las vacaciones pagadas, toda una conquista.

En todo caso, y a pesar de que estos Acuerdos son una referencia fundamental, la derecha francesa arremetió constantemente contra el Gobierno del Frente Popular y contra Blum, a través, además, de una campaña de fuerte antisemitismo. Gran parte de esa derecha no terminaría viendo tan mal la llegada de los nazis a partir de 1940.

La izquierda francesa en el poder: los Acuerdos de Matignon