FESTIVAL MAD COOL

The Killers coronan una edición memorable de Mad Cool

Brandon Flowers (Foto: Mad Cool Madrid)

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Emma Vizán

Si algo caracteriza a la banda estadounidense The Killers es su elegancia y estilo sobre los escenarios. Su líder y vocalista, Brandon Flowers, generalmente vestido con camisa y pantalón negros, acompañados de una bonita chaqueta blanca, es uno de esos animales escénicos que se crecen en cada canción y con una capacidad innata para gustar y convencer. No es de extrañar que el Mad Cool los programara como cabezas de cartel para su último día, ya que son uno de esos grupos que no fallan y pueden vender miles de entradas ellos solos. Una banda que no necesita de bases pregrabadas, que no necesita distraer y que apuesta todo a la fuerza de sus hits y su directo.

Bajo los acordes de "My Own Soul's Warning", The Killers salieron a escena para coronar una edición de lujo. 57,120 asistentes se congregaron en el escenario principal para corear la ya mítica estrofa de la canción "Human" (2008): “¿Somos humanos o bailarines?”. Fue un concierto lleno de oficio en el que The Killers brillaron especialmente, y en el que temas como "Somebody Told Me" y "Mr. Brightside" transformaron el recinto en un inmenso karaoke. Y es que el espectáculo que trae Brandon Flowers es de esos que no se olvidan, con una banda en estado de gracia absoluto y que sabe muy bien cómo sorprender a su público. Una muestra de ello fue el momento “improvisado” en el que dejaron subir a un fan para que tocara la batería junto a ellos en el tema "For Reasons Unknown". Evidentemente, el chico había sido elegido con anterioridad, de hecho, suelen escoger a fans en todos los conciertos, pero no por ello fue menos divertido ver a este madrileño debutar en el que probablemente haya sido el mejor día de su vida.

Una banda que no necesita de bases pregrabadas, que no necesita distraer y que apuesta todo a la fuerza de sus hits y su directo

Los americanos no fueron los únicos que brillaron en esta última jornada. A primera hora de la tarde, cientos de seguidores se congregaban para ver en el Escenario Orange a Nathaniel Rateliff & the Night Sweats. La banda de este cantante de Missouri era uno de los platos fuertes del día, y no sería raro que en muy poco tiempo ellos sean el gran cabeza de cartel de cualquier festival. Nathaniel Rateliff es uno de esos cantantes llenos de carisma que seducen a cualquier auditorio, con una voz increíblemente poderosa y con mucho estilo a la hora de moverse sobre el escenario. "Heartless" y "Still Trying" son temas llenos de precisión, por no hablar de su impecable versión de "Dancing in the Dark". Este dandy de la escena no tardará en despuntar.

NathanielRatelif (Foto: Daniel Cruz)

Tras ellos, y en el escenario principal, Avril Lavigne congregó a miles de fans con ganas de escuchar sus temas más famosos como "Here’s to Never Growing Up" o "Complicated". La canadiense, que ya roza los 40 años, llevaba años desaparecida hasta que sacó en 2022 "Love Sux". La verdad es que la que fuera denominada la princesa del Pop Punk ha perdido gran parte de su fuerza y tuvo serios problemas a nivel vocal. Aunque desafinó, levantó bastante entusiasmo su "Sk8er Boi", lo cual nos recuerda que hay público para todo.

Buenos conciertos para dar el broche de oro a una edición de Mad Cool muy bien organizada y en la que definitivamente sus directores han encontrado el rumbo correcto

Más de media hora tarde y con actitud de perdonavidas salieron a escena Bring Me the Horizon. Ya fuera por problemas de sonido o porque les da todo igual a los de Oliver Sykes, lo cierto es que su retraso privó a los miles de espectadores que se reunían de gran parte del setlist. A pesar de ello, su rockmetal revolucionó un poco el recinto y se formaron buenos pogos mientras retumbaba "Kingslayer" o "Can You Feel My Heart". Dejaron con ganas de más y la sensación de que es un grupo que hay que ver en salas más pequeñas.

Avril Lavinge (Foto: JavierBragado)

Buenos conciertos para dar el broche de oro a una edición de Mad Cool muy bien organizada y en la que definitivamente sus directores han encontrado el rumbo correcto. En esta séptima edición se han congregado 220,000 personas en cuatro días, y lo han hecho sin grandes colas y sin problemas de acceso en baños y barras. La reducción de aforo ha sido clave y la colaboración con la Comunidad de Madrid para reforzar el transporte público ha sido totalmente correcta. Queda por ver si esta reducción de aforo se ha debido a un cartel con menos cabezas de cartel que en otras ediciones, o si se debe a una política muy bien definida. Lo que parece seguro es que Mad Cool se ha consolidado en esta edición y que aún nos deparan muchas más ediciones.