'Fitópolis', de Stefano Mancuso
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Francisco Nieto |
Libro ameno muy recomendado para todos aquellos que posean un mínimo de conciencia social. El ensayo está dividido en ocho capítulos, y de entrada hay que afirmar que el título probablemente sea un poco engañoso, ya que tan sólo en los dos últimos capítulos el concepto de "Fitopolis" realmente se pone de relieve, y así el lector debe esperar hasta el final para comprender lo que realmente significa Mancuso con esta idea. Es ahí donde se profundiza en el concepto, dando ideas más concretas sobre cómo aplicar este modelo de ciudad verde sostenible.
Unos datos mínimos sobre el autor: Stefano Mancuso es director del Laboratorio Internacional de Neurobiología Vegetal (LINV) de la Universidad de Florencia, donde es profesor titular. Se desempeña como director científico de la Fundación para el Futuro de las Ciudades, es miembro fundador de la Sociedad Internacional para la Señalización y el Comportamiento de las Plantas y es académico emérito de la Academia de Georgofili. Autor de numerosos libros traducidos a más de veinte idiomas, ha publicado obras como 'El increíble viaje de las plantas' (2018), 'La nación de las plantas' (2019) y 'La planta del mundo' (2020) con Laterza.
Mancuso nos describe la ciudad como un verdadero ecosistema urbano, un ente con su propio metabolismo
Su lectura es muy interesante y nunca banal. Mancuso nos describe la ciudad como un verdadero ecosistema urbano, un ente con su propio metabolismo (y es precisamente sobre éste sobre el que debemos actuar para reducir la huella ecológica de las ciudades), sometido a procesos evolutivos que afectan a cada uno de sus componentes (animales , plantas y los propios hombres). El tratamiento puramente teórico va acompañado de ilustraciones, ejemplos de ciudades virtuosas actuales y comparaciones con el contexto urbano del pasado.
Para Mancuso, modificar nuestros sistemas urbanos es un imperativo apremiante ante los cambios a los que tendremos que adaptarnos en los próximos años, debido a los condicionantes que nosotros mismos estamos induciendo en el clima global. Citando al autor: "Lo que necesitamos para afrontar los próximos años con mayor confianza son ciudades generalistas basadas en plantas, construidas según una organización descentralizada y generalizada".
Este es el modelo básico que nos propone Mancuso, el modelo modular y no especializado que caracteriza a las plantas y que a los animales nos cuesta entender. Las ciudades del futuro que describe son en realidad muy similares a las ciudades del pasado, con carreteras sostenibles, capaces de absorber agua y reducir la formación de islas de calor, la emisión de polvo fino y el consumo de energía. Mancuso nos insta, por tanto, a ser ciudadanos conscientes, a no esperar a que las administraciones estén preparadas para hacerlo, porque ya no podemos permitirnos el lujo de esperar ante lo que prevemos muy pronto.
También es muy interesante el apartado referido a las noticias de la evolución o adaptación de algunas especies cuando empezaron a compartir espacios urbanos con nosotros. Al final del libro uno no puede evitar preguntarse por qué no estamos haciendo ya lo que aquí se plantea de forma clara y diáfana. Después de todo, en casi todas las ciudades de cierto tamaño las calles del centro histórico han sido peatonalizadas y cerrada al tráfico de vehículos desde hace años, así que, ¿por qué diablos no hemos plantado todavía hileras e hileras de árboles en todas estas calles?
Un libro que fomenta el cambio y pretende abrir los ojos de quienes piensan que las cosas pueden seguir así durante mucho tiempo. Una buena lectura, en general.