OPINIÓN

Más movimientos

Bancada socialista en el Congreso de los Diputados.
Gobernar, gobernar hacia la izquierda, recuperar derechos.

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La legislatura se despereza. Con el tiempo los chicles demuestran su capacidad máxima de extensión -tirar de Venezuela da para unas semanas, no para unos meses- y el riesgo de que el globo al reventar pringue la cara: los supuestos casos judiciales no avanzan, y el asunto de la amnistía ha entrado en la vía burocrática.

Así que toca presentar propuestas. Después de haber dicho que iba a gobernar desde las comunidades autónomas -sin que se haya visto otra cosa que obstrucción al Estado-, y de anunciar que iba a gobernar desde el Senado  -sin que se haya visto… nada-, ahora el Partido Popular anuncia con notoria arrogancia que va a gobernar desde la oposición. Pero lo que es digno de mención es que presenta en el Congreso una serie de propuestas legislativas que parecen robadas de Ferraz una noche de otoño. De hecho, parece ser que ya se ha levantado cierto alboroto interno, porque no se ve claro que a los votantes del PP les guste que les canten “Mamá, quiero ser socialista” como próximo himno de campaña. Dado el poder autonómico y municipal del que disfruta, si la derecha pone en práctica en los territorios en que gobierna todas esas medidas de conciliación que ha presentado en el Parlamento con la única intención de que el Gobierno las derribe va a tener que cambiar o de colores o de electores. En fin, si sus propuestas son un reconocimiento de que las soluciones están donde están, bienvenido sea.

Es ingenuo pensar que las cosas suceden en otro sitio. El mundo en que vivimos se ha convertido en un enorme 'aquí'

Más importante es que quienes sí gobiernan también presenten iniciativas parlamentarias, estas sí de profunda importancia. El movimiento de presentar ahora la reforma de la ley mordaza, que tanto tiempo llevaba esperando, es en sí mismo una declaración de intenciones. Gobernar, gobernar hacia la izquierda, recuperar derechos. Y de paso poner de manifiesto quiénes son partidarios de avanzar y quiénes echan de menos los olvidados tiempos en que Rajoy y Artur Mas tenían como enemigo común a la gente que se manifestaba en las calles contra sus políticas de destrucción social. Va a haber muchas cosas que votar además del techo de gasto y los presupuestos, y por tanto muchas oportunidades de ver qué vota cada uno. A veces, el alboroto de las declaraciones tapa el trajín de los despachos… que es donde se escriben las leyes, no en las tribunas de los mítines.

Entretanto, se acerca el día en que Teresa Ribera pasará de vicepresidenta del Gobierno de España a vicepresidenta de la Comisión Europea, y habrá que ver si su reemplazo es solo un reemplazo, o la ocasión de un cambio de Gobierno que dará muchas pistas de por dónde va a ir un 2025 en el que, para nuestra desgracia, gran parte de las líneas las están dibujando fuera de España, y las trazan con sangre. Es ingenuo pensar que las cosas suceden en otro sitio. El mundo en que vivimos se ha convertido en un enorme aquí.