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Unceta F. | La historia oficial, los hechos probados, llevan si se tiene el suficiente interés a hilar hasta la actualidad. Pretendo suscitar su interés, pues para qué se escribe si no. A ello me faculta ahora una Ley de Memoria Democrática, que diríase obliga a la administración a aplicar y a sus distintas ramas a acatar. También, diríase de oficio, o así lo ha vendido el Ministerio de Defensa anunciando aquel Comité de Seguimiento en el ámbito para la aplicación en sus instalaciones dependientes de la citada Ley.
Para empezar se hace necesario, como se dice, hilar un poco, no mucho pues es fácil de entender, partiendo de donde hay que partir:
Fue Salvador Moreno Fernández, (a saber, ese almirante recientemente exhumado del Panteón titularidad de la Armada de Marinos Ilustres de San Fernando “casualmente” por petición según Defensa de su familia justo después de que militares de la Asociación por la Memoria Militar Democrática interpusieran un recurso ante la Audiencia Nacional por desoír la suya de exhumar sus restos, los de su hermano Francisco Moreno Fernández, y los de Juan Cervera Valderrama, responsables del bombardeo a civiles en el hecho conocido como “La Desbandá”), que era por aquel entonces segundo jefe de Estado Mayor de la Armada, el que ideó y fue designado por Franco para modernizar la Armada tras acabar la contienda.
En 1977 se inauguró el nuevo Cuartel de Alumnos que recibió el nombre de Francisco Moreno Fernández
Moreno, Salvador, decidió que se levantaría una nueva Escuela Naval Militar, que por aquel entonces se ubicaba (casualmente también) en San Fernando, allí donde iría a reposar al Panteón de Marinos Ilustres después de muerto en 1966. La nueva Escuela Naval Militar, en adelante ENM, se levantaría según su deseo y se levantó sobre la antigua Escuela de Tiro Naval que existía en Marín desde 1931.
En tiempo récord, dada la escasez de recursos en la época. A otras cosas lo quitaron, Franco inauguró la ENM de Marín en 1943.
Para no extenderse en demasía, decirles que en 1977, muerto ya el dictador y en el período ya transicional ejemplar, en el año de las primeras elecciones democráticas, de una Ley de Amnistía y gestándose la Constitución que entraría en vigor meses después, se inauguró el nuevo Cuartel de Alumnos presidiendo el almirante Pita de Veiga, en presencia del entonces director del Centro. Un tal, (casualmente, de nuevo), Salvador Moreno. El nuevo cuartel de Alumnos recibió, (ya empieza a cansar decir -otra vez- casualmente), el nombre de Francisco Moreno Fernández. El hermanísimo del director, y otro de los dos que aún siguen en el Panteón de San Fernando.
Los españoles demócratas estamos cansados de silencios, palos en las ruedas, y quedabienes en cuanto a la justicia y reparación vital
Esto ya es deseo, volviendo a despertar a la actualidad, personal. Que a ver si su familia reclama también sus restos (casualmente… qué pesadez) antes de que presumiblemente se espera que obligue a Defensa realizarlo con bochorno añadido la Audiencia Nacional. Aunque sería discutible si es mejor que ocurriera así. Coincidirán conmigo en que los españoles demócratas estamos cansados de silencios, palos en las ruedas, y quedabienes en cuanto a la justicia y reparación vital en lo que dicen vivimos en un Estado de Derecho, en una Democracia plena.
Bueno, sigamos. Que hay más cosas, ya actuales, que deben Ustedes conocer. Y más concretas.
El paso por la ENM es parte de la formación de los monarcas. Por allí han pasado Juan Carlos por supuesto, Felipe… Y sí, claro… Pasará Leonor.
De hecho no tardará en hacerlo, y se hospedará en el cuartel de alumnos que hoy y “que esperan no tener que cambiar el nombre” (dicho de viva voz por personal del Centro) se llama aún oficialmente con el nombre del hermano de Salvador. Nombre que está vinculado a la formación de su abuelo, de su padre, y lo estará, que ya no les dará tiempo, al de ella.
Pues nada, que a ver si después lamentablemente ya de su paso, no tardan en cambiarlo. Si lo hacen, pues a ver también si desde el colectivo de militares firmantes del Manifiesto Contra el Franquismo en las Fuerzas Armadas y la Asociación por la Memoria Militar Democrática, esos que dan tanto por saco, dejan de decir tanto “casualmente” y tantas cosas.
