Pedro Sánchez da otra patada al tablero político. ¿Elecciones generales en febrero?

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Una vez más el presidente ha vuelto a sorprender a los que de una forma más o menos velada llevan meses oponiéndose a cualquier paso que ha dado este Gobierno, muchos de ellos dentro de su propia casa.

Imagino que harto que no secunden sus posturas sobre indultos, amnistía y acuerdo ERC-PSC ha decidido tirar por la calle de en medio y decirles a Page, Lambán, Felipe González, Alfonso Guerra y algún otro emboscado que presenten sus posiciones, su propuesta política para gobernar España y para dirigir el PSOE. El Congreso ordinario no sólo elige una nueva dirección sino que marca una posición estratégica sobre el futuro que se pretende para nuestro país y el posicionamiento a nivel internacional.

Un Lambán en retirada y con serios problemas para imponer a su candidato en la renovación de Aragón, un Page que ya roza el ridículo en cada uno de sus enfrentamientos con el Gobierno de España y ante la falta de solidaridad con la principal estrategia para normalizar y superar el bloqueo de Cataluña entiendo han sido argumentos suficientes para convocar el Congreso del PSOE.

En otro orden de cosas los continuos desplantes de Junts que no le importa votar en el Congreso con PP y VOX y se encuentran en una dificil encrucijada, las dudas de ERC con un Congreso difícil en marcha, las salidas de pata de banco de Podemos con el tema que sea necesario con tal de marcar perfil propio y la incertidumbre existencial en la que actualmente se ha convertido SUMAR hacen prever un resto de legislatura tormentoso y todo menos tranquilo.

No importa que la economía vaya bien, que la bolsa esté en máximos, que la inflación esté controlada, que se esté creando empleo, que suban las pensiones y el salario mínimo… a nadie parece importarle un comino la economía. Hay que desestabilizar al Gobierno como sea. 

El PP dice que apoya un pequeño reparto de emigrantes menores, rompe los gobiernos con VOX… y después vota contra la necesaria reforma de la ley de extranjería para solucionar el tremendo problema que supone para Canarias, Ceuta y Melilla la llegada masiva emigrantes por estar cerca de África que se desangra por guerras, hambre y corrupción. Se critica que el presidente de Gobierno vaya a países como Senegal, Mauritania y Gambia para organizar la llegada de emigrantes de forma legal porque eso supone un "efecto llamada" y al mismo tiempo se le acusa de pasividad y no hacer nada ante el problema.

Feijóo fuerza un cierre de filas de las comunidades autónomas en las que gobierna el PP para impedir que salten y sean conocidas las importantes diferencias que existen entre las propuestas fiscales de sus barones. ¿Alguien piensa que las propuestas de la Comunidad de Madrid son las mismas que las de Canarias, Asturias o Castilla y León? Las actas de los últimos años de los Consejos de Política fiscal y Financiera creado en 1980 demuestran lo contrario.Las diferencias son abismales pero ahora se trata de oponerse a lo acordado con ERC en Cataluña y lo demás ya se arreglará más tarde… o nunca.

Se ha argumentado que este adelanto del Congreso es para favorecer relevos ordenados en territorios en los que el PSOE ha tenido un mal resultado en las últimas elecciones. Se habla fundamentalmente de Andalucía y Madrid. Desde mi punto de vista este no es el tema central ni la preocupación prioritaria en este momento por parte del actual equipo dirigente del PSOE.

La preocupación central es sin duda el Gobierno de España y la necesidad de reforzar el principal valor que puede evitar su pérdida. Ese valor es el Presidente de Gobierno, atacado por jueces prevaricadores, la inmensa mayoría de los medios de comunicación (incluido algunos de los teóricamente más cercanos, que lanzan al estrellato a ex-candidatos como Borrell) y la amenaza de un ex-secretario de organización y exministro de Fomento que conoce los entresijos del PSOE como muy pocos y se siente maltratado y acusado injustamente.

El Congreso será un paseo militar para Pedro Sánchez. Nadie tiene la fuerza, ni el discurso político para oponérsele

El Congreso, es de suponer, será un paseo militar para Pedro Sánchez. Nadie tiene la fuerza, ni el discurso político para oponérsele. Si hay alguien, como puede ser Emiliano García Page, sería una buena experiencia democrática que explicite su propuesta, presente su candidatura y libre una correcta y leal batalla política. Para eso están los Congresos de los partidos. Esconderse, apoyar a Pedro Sánchez y después estar un día si y otro también oponiéndose a sus decisiones ya no tiene sentido.

Veremos que pasa pero se presenta un Congreso que puede ser también histórico en el PSOE y que puede llevar, depende de su resultado y del comportamiento de los partidos que conformaron la mayoría de la investidura en estos meses, a un adelanto electoral en el momento político que el Presidente de Gobierno considere más adecuado para ello.