Ya no parece tan seguro el blindaje de la mayoría republicana en el Senado, que será, a la postre, el órgano de poder que decida la suerte del presidente.
La izquierda ha dado un paso adelante, pero más tímido de lo deseado y tendrá que seguir trabajando en la movilización social y ciudadana para avanzar en la causa de la justicia social.